CCRL, Nós y Xuníos han rendido un homenaje conjunto a Bellido Dolfos como liberador de la ciudad en el Portillo de la Lealtad, que se vio precedido por una conferencia sobre el Cerco de Zamora a cargo del historiador Ricardo Chao en el Colegio Universitario
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Este sábado, Zamora ha acogido varios actos que han servido de conmemoración a los hechos históricos del Cerco de Zamora, acaecidos el 6 de octubre del año 1072, cuando el caballero Bellido Dolfos logró liberar a la ciudad del asedio de siete meses al que le habían sometido las tropas castellanas.
Estos hechos dieron lugar a diversos romances y leyendas posteriores, de los que obtuvo Zamora su sobrenombre de “la bien cercada”, gracias a unos versos del romancero medieval que presentaban a la ciudad con las palabras “Allá en tierra leonesa / un rincón se me olvidaba, / Zamora tiene por nombre, / Zamora la bien cercada, / de un lado la cerca el Duero, / del otro peña tajada.”
Por este motivo, coincidiendo con el 746º aniversario de la liberación del Cerco, las asociaciones Colectivo Ciudadanos del Reino de León (CCRL), Nós Terra Maire y Xuníos por un Reinu han llevado a cabo conjuntamente varios actos este sábado para recordar aquellos hechos históricos. En este sentido, los actos conmemorativos se han iniciado con la conferencia que a las 11:00 de la mañana se ha desarrollado en el Paraninfo del Colegio Universitario, en torno al Cerco de Zamora, que fue impartida por el profesor, historiador y escritor D. Ricardo Chao Prieto.
En esta charla, se ha puesto de relieve a Bellido Dolfos como figura clave en los hechos del Cerco de Zamora, ya que al dar muerte al primer rey de Castilla, Don Sancho, consiguió liberar a la ciudad del asedio de siete meses al que le había sometido el ejército castellano.
En este sentido, se ha destacado que, en octubre del año 1072, Zamora era la única ciudad del Reino de León que aún resistía la agresión castellana, merced a la férrea defensa de sus murallas acometida por la Señora de Zamora, Doña Urraca, y el alcalde de la ciudad, Arias Gonzalo, y con cuya liberación pudo recuperar el trono leonés Alfonso VI.
Tras dicha conferencia, y tras un breve paso por el Palacio histórico de la Diputación, que alberga en sus pinturas diversa simbología de exaltación regional leonesa, la comitiva de homenaje se ha acercado a las 14:00 horas hasta el Portillo de la Lealtad, donde miembros del Colectivo Ciudadanos del Reino de León (CCRL), de Nós Terra Maire y de Xuníos por un Reinu han llevado a cabo una ofrenda floral en honor a Bellido Dolfos y a la resistencia zamorana durante el cerco de 1072.
A este respecto, desde dichas asociaciones se han dedicado diversas palabras de homenaje, leyéndose también partes de crónicas en las que se relata el Cerco, como el “Chronicon Mundi” de Lucas de Tuy, o la Crónica Silense de 1115, poniéndose punto final a los actos conmemorativos con la ofrenda floral.
De este modo, desde CCRL, Nós y Xuníos han buscado que haya un mayor conocimiento sobre los hechos acaecidos el 6 de octubre de 1072 en Zamora, así como sobre la figura de Bellido Dolfos, que resultó clave en ellos como liberador de Zamora y del Reino de León, motivo por el cual a Bellido se le puede considerar un héroe en Zamora, al haber arriesgado su vida para poder liberar la ciudad de un largo asedio.
Nuestro héroe Bellido Dolfos
Vellido Dolfos (también aparece como Bellido Dolfos e incluso como Vellido Adolfo) fue un legendario noble leonés, muy conocido por aparecer en los cantares de gesta, el romancero y las crónicas medievales como el autor de la muerte del rey Sancho II de Castilla el 6 de octubre de 1072. Aunque la historiografía reciente lo ha considerado un personaje legendario, está documentado en 1057 un «Vellit Adulfiz» que podría ser el noble conocido en la leyenda como Bellido Adolfo o Dolfos.
Según la tradición, don Sancho, que no aceptó el reparto testamentario de las posesiones que había hecho su padre, el rey Don Fernando I de León, tenía sitiada la ciudad de Zamora, que le había correspondido en herencia a su hermana, la infanta Doña Urraca. Vellido Dolfos salió de Zamora hacia el campamento castellano y concertó una entrevista a solas con Sancho, con la excusa de que iba a desertar del bando de Doña Urraca y le mostraría una puerta de acceso a la ciudad. En un descuido Dolfos atravesó «las espaldas» de Sancho con el venablo dorado del propio monarca.
Una eficaz y audaz acción de guerra que hoy en día sería objeto de una medalla al mérito militar, sin embargo los romanceros castellanos denigran a este héroe leonés (parece ser que era de la zona de Sahagún) pasando a la historia como un traidor y asesino. Mal que les pese, el tema está claro, ejecuta al Rey castellano que intenta usurpar la Ciudad de Zamora a su hermana Urraca delante de las barbas del gran mito castellano «El Cid» que se muestra incapaz de defender y garantizar la seguridad de su Rey. Reino de León 1, Castilla 0. Y eso no debió sentar bien. Y se inventaron la jura de Santa Gadea y la mitificación del Cid.
Las crónicas cuentan que, tras el asesinato, el Cid, extrañado por la apresurada huida de nuestro héroe Bellido pero sin saber lo que acababa de hacer, persiguió a Dolfos mientras huía hacia las murallas de Zamora y las cruzaba por un portillo.
En los años 50 del siglo XX, se descubre una puerta en el lienzo noroeste del Castillo de Zamora, a la que se denominó como «Portillo de la Traición». En el 2009, el ayuntamiento de la ciudad cambió su nombre por «Portillo de la Lealtad», invirtiendo el punto de vista castellano a uno leonés en la interpretación de la leyenda de Vellido Dolfos.
Desde el punto de vista estrictamente histórico, el rey Sancho murió en el transcurso del cerco de Zamora, si bien se desconoce la razón exacta de su muerte.
La Historia Roderici, la fuente más fidedigna y amplia de que disponemos acerca de estos acontecimientos, no recoge ninguna noticia de que la muerte de Sancho II de Castilla se debiera a una traición.
Y al parecer el Cid tampoco estuvo en Zamora y que todo fue producto de los diversos y posteriores romances castellanos. Ya sabemos aquello de que te sirve ganar una batalla si te enfadas con el cronista.
Como consecuencia de la muerte de Sancho II, el trono de Castilla y Galicia fue asumido por Alfonso VI de León, hermano de los otros dos reyes y en ese momento refugiado en Toledo.
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El cerco de Zamora: La traición a la historia
«Mas los çamoranos, no podiendo sofrir el destierro de su señor el rey Alfonso, en ese tiempo porfiaron muy non vencidos, y alçaron sobre sí principe a Arias Gonçalez, que auia criado a essa Vrraca, asi como la noble Vrraca auia establecido. Y mientras quel rey Sancho estudiese en essa çerca, salio de essa çibdad vn cauallero de gran osadia, que auia nombre Vellido Arnolfo, que ferio, sin sospecha, de traues a esse rey Sancho con vna lança, el qual rey, llagado con la lança por el pecho, derramó juntamente la vida con la sangre; fuió esse cauallero que tan osadamente le ferió, e con arrebatado correr de cauallo se metio en Çamora».
Chronicon mundi, del obispo Lucas de Tuy, conocido por el apelativo del Tudense redactada hacia 1236.
«Sin duda estos zamoranos, cuyas defensas habían sido fortificadas con el auxilio del rey Alfonso, al no soportar la derrota de su señor, mataron mediante la astucia al rey Sancho mientras les asediaba gracias al envío de un caballero de gran audacia. En efecto, el rey, inesperadamente atravesado por la espalda con una lanza por él, perdió la vida junto con su sangre. El mismo que lo abatió tan audazmente, según se había planeado, montado en un rapidísimo caballo fue recibido incólume por los ciudadanos, una vez abiertas las puertas de la ciudad».
Crónica Silense, escrita en torno al 1115 por escribas del Monasterio de Silos
Estas dos crónicas que acabamos de leer, desmienten completamente la versión de la que se ha hecho eco la historiografía casi hasta el momento presente. La traición que se le achaca a Bellido Dolfos durante el cerco de Zamora carece pues de fundamento histórico alguno, siendo tan solo un producto de la imaginación de los juglares castellanos, los cuales se inspiraron en la crónica Najerense de finales del s. XII, que a su vez sólo recopiló los textos castellanos.
Por mucho valor artístico y literario que posean los Cantares sobre el cerco de Zamora, o incluso la propia crónica najerense, y a pesar de que ambos fueran las fuentes empleadas por los “cronistas” de Alfonso X para realizar su Primera Crónica General de Espanha, es inadmisible que aún en el tiempo presente dichos relatos sigan considerándose como la única historia oficial y verdadera, y aún siendo el contenido didáctico con el que se despachan a nuestros hijos en los centros educativos
Siguiendo los relatos más fieles de las crónicas, la gran mayoría coinciden en que los leoneses de Zamora enviaron un caballero de gran audacia y valor de nombre Bellido Dolfos, quien penetrando en el campo enemigo, hirió de frente y con su lanza al rey enemigo, para después guarecerse sano y salvo en la ciudad a través de una pequeña puerta que le esperaba abierta. Se entiende por tanto que este suceso, para todos los zamoranos y resto de leoneses tuvo que resultar heroico, y por contra supusiera una gran humillación para el incipiente reino castellano.
Aquellos fueron meses llenos de espanto y llenos de zozobra, y la gesta es tanto más grande porque con audacia, serenidad y temple los leoneses supieron repeler la amenaza externa, y sostener al Reino de León en uno de sus momentos más cruciales y difíciles de su historia, esa que cuenta con más de una veintena de reyes privativos.
No hubo aquí duda, no hubo aquí miedo, no hubo aquí incertidumbre sobre lo que tenía que hacerse. Y así Zamora resistió y venció ante aquel desafío que el Reino y la propia ciudad tenían ante sí.
Hoy los desafíos son de otra naturaleza, pero, al igual que entonces, hoy tiene que haber templanza y tranquilidad, y sobre todo lucidez y convicción para recuperar la tierra que nos fue legada por todos aquellos valientes que intervinieron en la gesta del cerco zamorano. Esta tierra debe clamar por una educación y sanidad de buena calidad, por sus infraestructuras, por su espacio político privativo, por el trabajo, y sobre todo por volver a llenar de ruido y algarabía todos nuestros pueblos, villas, ciudades y comarcas, en definitiva, por nuestra gente. No entender que Zamora, León y Salamanca requieren de estos y muchos otras reclamos para crecer, es traicionar a nuestra historia, antepasados y a nosotros mismos.
Gracias, Bellido Dolfos, por enseñarnos el valor de la libertad, la cual no tiene precio para cualquier pueblo orgulloso de si mismo.
Gracias, Bellido Dolfos, por enseñarnos a vivir con los ojos hacia el futuro, enhiestos frente al sol o la tiniebla, y queriendo siempre mirar de frente los desafíos que el presente y el devenir nos deparen.
Gracias, Bellido Dolfos, por enseñarnos con tu hazaña que hay momentos en los que hay que posicionarse contra la injusticia y la opresión, como único camino hacia la libertad y el futuro.
Gracias Don Bellido en nombre de todos los leoneses, y en especial los de de la muy noble y muy leal Ciudad de Zamora. Siempre en nuestra memoria y corazón.
La ciudad leonesa de Zamora en 946 aniversario de la victoria ante el cerco castellano.
Fecha de inicio: 06-10-2018
Fecha fín: 06-10-2018
Lugar: portico de la lealtad
zamora