Versión clásica

Zamora acogió uno de sus eventos más vibrantes y significativos: el XIII Festival de la Máscara

Este festival, con su singular fusión de folclore, historia y espectáculo, ha inundado las calles de la ciudad con la magia ancestral de las mascaradas, que son una parte esencial de las tradiciones locales. El evento, que ha reunido a más de 400 participantes, se ha consolidado como un referente cultural que conecta las raíces de España y Portugal.
XIII Festival de la Máscara en Zamora

Fotografía: Diputación de Zamora

XIII Festival de la Máscara en Zamora

Fotografía: Diputación de Zamora

El presidente de la Diputación de Zamora, Javier Faúndez Domínguez, y el vicepresidente primero y diputado de Educación, Cultura y Turismo en Zamora, Víctor López de la Parte, han asistido este sábado a la salida del desfile de los 30 grupos con más de 400 personas que han desfilado en el XIII Festival de la Máscara en Zamora que, como en años anteriores, partió desde la Plaza de La Marina Española de la capital zamorana para continuar por la Calle de Santa Clara hasta la Plaza Mayor y concluir en la Plaza de Viriato, frente al Palacio de La Encarnación.

Un año más los integrantes de las mascaradas participantes, 15 de la provincia de Zamora, 11 de Portugal y 4 del resto de España, han hecho las delicias de los cientos de espectadores que se han concentrado en las calles zamoranas.
El desfile no ha sido solo un espectáculo visual, sino también un viaje a través del tiempo, donde los asistentes han podido disfrutar de personajes míticos que representan el ciclo de la vida, la muerte y la regeneración. Estos elementos simbólicos le dieron al evento una profundidad que conecta lo festivo con lo ritual.

El Festival de la Máscara

El Festival de la Máscara ha ido ganando relevancia en los últimos años, convirtiéndose en un punto de encuentro para los amantes del folclore y la cultura tradicional. No solo es un evento importante para los zamoranos, sino que ha atraído a turistas de todo el mundo que buscan experiencias culturales auténticas. Este festival ha ayudado a reforzar la identidad cultural de Zamora y su papel como guardiana de una tradición que ha resistido el paso del tiempo.

La llegada de visitantes extranjeros y nacionales ha tenido un impacto positivo en la economía local, haciendo del festival un motor cultural y turístico. Además, la colaboración con grupos de folclore portugueses refuerza los lazos históricos y culturales entre ambos países, haciendo de este evento un símbolo de fraternidad y cooperación transfronteriza.

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