Este pasado sábado día 20 de julio se realizó la recreación teatralizada de la coronación de Alfonso V “Memorial Mariluz Santos Herreras” en la plaza de la Catedral. La recreación contó con 25 actores en escena.
A las 19:40 horas salía de la plaza de Santa Marina el cortejo de más de 100 personas ataviadas con ropas de época de la plaza de la Iglesia de Santa Marina para recorrer las calles de León desde la Plaza de Santa Marina, pasando por Puerta Castillo, Santo Martino, San Isidoro, Cid, Pilotos Regueral, Ruiz de Salazar, Calle Ancha y Plaza de la Catedral donde tuvo lugar el acto central de la coronación a partir de las 20.15 horas.
Estamos en julio de 2019 y esta recreación de la coronación del Rey leonés Alfonso V son el colofón a las fiestas del Barrio de Santa Marina de León, barrio que como nos cuenta el relator de la recreación, en un momento de su historia, fue denominado el Barrio de las Altas Torres y que albergó a gran parte de la vida y la nobleza de esta ciudad. Hoy, el Barrio de Santa Marina es un humilde barrio pero quiere seguir estando orgulloso de su pasado y se ve en la obligación y hasta en la necesidad de divulgarlo.
Un año más el profesor Hermenegildo López, autor de esta recreación histórica, nos hace sacar pecho para reivindicar, lo nuestro, nuestro glorioso pasado, nuestro glorioso Reino, ese Reino olvidado, anexionado y muchas veces vilipendiado.
Y nos advierte, que ninguno de los que van a subir al escenario es actor profesional. Todos vienen con la mayor ilusión y empeño para que el acto sea digno, respetuoso y lo más fiel posible a la situación que evoca, si bien los hechos se produjeron dentro de la vieja catedral románica, anterior a este milagro gótico que ahora contemplamos, la Pulchra leonina, la catedral que maravilla al mundo y que desafía hasta las leyes de la física pues no cabe menos piedra para soportar tanta luz.
La recreación esta organizada por la Asociación de vecinos de Santa Marina la Real y con la colaboración del Ayuntamiento de León.
Entendía esta Asociación «que era una buena ocasión teatralizar la coronación de un rey tan importante que vivió, precisamente en los límites de nuestro barrio, en un momento tan difícil y además hace exactamente 1020 años del hecho, casi la misma cifra del año en el que Alfonso firmaría, tras un importante Concilio, el Fuero de León, en el año 1017. Así seguimos manteniendo también la costumbre, hecha casi tradición, de traer la historia a pie de calle y en el marco de esta ya peculiar fiesta de nuestro barrio a la que, en buena lógica, siempre están invitados todos los leoneses y nuestros visitantes, muchos de ellos, sin duda, sorprendidos por lo poco que trasciende una historia tan importante, fuera de los estrechos límites de lo que fue la capital de un reino que hizo suya la causa de la Reconquista. Por eso, también desde nuestras escasas posibilidades, intentamos poner remedio a esas lamentables carencias».
Aquí y ahora nos cuentan la propia ceremonia de la llegada al trono este niño Alfonso que, ya sin sombra alguna de duda, se produjo el 15 de octubre del año 999.
Comenzaremos ubicando quien era Alfonso. Nuestro quinto Alfonso, «el de los buenos fueros». Sucedió a su padre Bermudo II a la edad de cinco años, quedando bajo la tutela de su madre Elvira García, hermana del conde de Castilla Sancho García y de su ayo, el conde Menendo González, hijo de Gonzalo Menéndez, quien se encargó de su crianza en Galicia, según lo recordará el rey Alfonso años más tarde cuando se refiere a él como «Menendo, duque de Galicia, que era mi vicario y mi ayo nutricio». La mayoría de los documentos de Alfonso durante los primeros años de su reinado los otorgó estando en Galicia. Uno de los hijos de su ayo, Ramiro Menéndez, fue su armiger regis.
Alfonso V llegó a la mayoría de edad en el año 1008, con catorce años, heredando un reino lleno de inestabilidad política. Ese mismo año falleció Menendo Rodríguez. Su madre Elvira García, hasta entonces regente, garantizó durante algunos años más las buenas relaciones con Castilla. La rebelión de un Banu Gómez, amparado por el conde Sancho, acabó con esta concordia en el 1014. La enemistad del rey y el conde hizo que sus cortes se convirtiesen en refugio de desafectos del contrario. La ruptura con Sancho, que falleció el 14 de marzo de 1017, motivó que la reina madre, Elvira, se retirase a Oviedo, donde falleció ese mismo año.
Alfonso V quería dar un giro a la administración y para eso necesita primero un nuevo marco jurídico. Así, en 1017, en una reunión de la curia regia, se promulgó el Fuero de León, que se ha calificado como la sanción jurídica del feudalismo leonés. Con ella se buscaba poner fin a los desórdenes de la etapa anterior y recuperar el poder real. Reciben el nombre de «Fuero de León» un conjunto de preceptos decretados por el rey de León Alfonso V en un concilium reunido en la catedral de León en el año 1020. A estos veinte preceptos se les añadieron otros veintiocho que regulaban la vida local en la ciudad de León.
Alfonso reconstruyó la ciudad de León que había sido dañada por los ataques de Almanzor. Falleció sitiando la plaza de Viseu, en Portugal, el 7 de agosto de 1028, de un flechazo. Le sucedió su hijo Bermudo III, aún menor de edad pues contaba once años, que quedó tutelado por su madrastra, la reina Urraca.
Un año mas estos actores aficionados con el profesor Hermengildo López, nos hace sacar pecho y sentirnos orgullos de nuestro glorioso pasado, de nuestro Reino.