El pasado 14 de enero, un camión que circulaba por la carretera que hay junto a la Ermita, al tomar la curva, embistió contra el lateral izquierdo de la fachada de la Ermita y se llevó parte de las piedras de la zona superior donde comienza el tejado, causando un destrozo importante.
¡Qué sabiduría la de nuestros mayores, que siempre que se les formulaba una pregunta, recurrían al refranero, que casi siempre cuenta con todas las respuestas, porque hay situaciones que se repiten a lo largo de los años!
Ante la situación de dejadez y abandono en la que se encuentra la Ermita de Venialbo, he recurrido a esa fuente de sabiduría popular y enseguida ha venido la respuesta: entre unos y otros la casa por barrer.
La Ermita de Venialbo, representa para los vecinos de este pueblo, un lugar entrañable y que debemos proteger. Antiguamente, cuando el cementerio que acogía a los vecinos que iban falleciendo, al encontrarse este en el exterior de la Ermita, tuvo un uso frecuente, que se fue perdiendo cuando el nuevo cementerio se habilitó en la parte alta del pueblo
Sin embargo, la Ermita, nuestra Ermita, continúa acogiendo algunos oficios relevantes en el pueblo, porque allí se encuentra la sede de la cofradía de la Veracruz, una institución para todos los vecinos de Venialbo.
El pasado 14 de enero, un camión que circulaba por la carretera que hay junto a la Ermita, al tomar la curva, embistió contra el lateral izquierdo de la fachada de la Ermita y se llevó parte de las piedras de la zona superior donde comienza el tejado, causando un destrozo importante, como se puede ver en algunas de las imágenes que se han tomado posteriormente. Afortunadamente, no se produjeron daños personales, que son irreparables, solamente daños materiales, que sí son reparables, o eso es lo que creíamos, pero no vemos que sea así.
Enseguida, una vecina que se percató de lo que había ocurrido, puso en conocimiento del ayuntamiento esta situación y, como era de esperar, el ayuntamiento le manifestó que la competencia sobre los bienes y el patrimonio eclesiástico corresponden al obispado.
Es de suponer, que el ayuntamiento debe velar por todo lo que compete a la población y ser él, quien que se encargue de los trámites que sean necesarios, para solucionar el problema que se ha ocasionado, porque siempre tendrá más fuerza la representación municipal, que un vecino particular.
Después de esta respuesta, la vecina informó al obispado para que tuviera conocimiento del suceso que se había producido y nuevamente la respuesta fue muy parecida. Tomaban nota del percance y se activarían los mecanismos necesarios para solucionar el problema.
Va transcurriendo el tiempo, y el problema, en lugar de solucionarse, se va agravando. Ya sabemos que, en estos casos, una vez que se detecta el problema, la burocracia es lenta, excesivamente lenta, porque imaginamos que se dará parte a la Comisión encargada de estos temas, que tendrá que presentar un informe para que la comisión de patrimonio del visto bueno y todo esto lleva tiempo, mucho tiempo, que para una situación como esta, va en contra de proteger los bienes que algunos nos preocupan
Desde la lógica con la que entendemos las cosas, humildemente sugeriríamos a quien tiene que tomar la decisión de solucionar este problema, que actúe como si el problema le afectará directamente y por alguna circunstancia un bien en el que reside se viera afectado por un incidente que afectará a su vivienda y que si no se toman medidas las lluvias que en esta época del año son muy frecuentes, irían afectando a la zona dañada y al interior y, al final el daño se verá incrementado como consecuencia de las inclemencias del tiempo, que será lo que ocurra de forma directa y negativa al interior de la Ermita.
Aseguraba un vecino del pueblo, viendo el destrozo ocasionado, que si le dejaban a él, en una mañana lo solucionaba. Desgraciadamente, el que quiere no puede, y el que puede, parece que no quiere.
Pronto se cumplirán tres meses desde que ocurrió el incidente y los vecinos se temen que pasen otros tres meses o un año, sin que se solucione esta situación por la falta de agilidad y de competencia de quien tiene que tomar la decisión de su reparación.
Esta desidia es la que está haciendo que dejemos morir nuestros pueblos, por la falta de iniciativas encaminadas a solucionar los graves problemas que tiene esta tierra, por lo que no debemos permitir, que el patrimonio que tenemos siga el mismo camino, que la tendencia a la que nos estamos viendo abocados.
Pedimos, que se articulen las medidas necesarias cuanto antes, para evitar que el deterioro de la Ermita de Venialbo, continúe acrecentándose por la falta de voluntad para solucionarlo de quienes tienen la competencia de hacerlo, porque, seguir los trámites, a veces farragosos, para solucionar el problema, la solución puede llegar tarde. Se pueden, mientras tanto, articular medidas para evitar que las lluvias que siempre se anuncian en abril, penetren en el interior de la Ermita y causen un destrozo todavía mayor y para ello, hasta que se solucione el problema. Evitemos que la situación vaya a más y cuanto antes se busquen las medidas necesarias para evitar daños mayores.
Vecinos de Venialbo