El Pallars Sobirà, l’Alta Ribagorça, el Pallars Jussà y la Val d’Aran serán el escenario en diferentes pueblos de la celebración de esta fiesta de tradición milenaria durante los meses de junio y julio. La fiesta del fuego ya se prepara para el solsticio de verano de este mes de junio. El Pirineo de Lleida ya tiene el calendario definido de las bajadas de las fallas a las comarcas del Pallars Sobirà, la Alta Ribagorça, el Pallars Jussà y la Val d’Aran, mientras las entidades siguen trabajando de forma conjunta para la modernización de la tradición para difundirla mejor y trabajar conjuntamente en su promoción.
Como ya es habitual, la primera bajada de fallas tendrá lugar en la única población del Pallars Jussà que celebra las fallas, la Pobla de Segur. Será la noche del 17 de junio, con motivo de la fiesta en honor a la Virgen de Ribera. Esta fiesta tan tradicional del Pirineo viene marcada por el solsticio de verano seguirá el 23 de junio en el pueblo de Alins y de Isil, en el Pallars Sobirà, mientras que dos días más tarde, será el turno de las de Valencia de Àneu, en la misma comarca. Las últimas en hacerlo en el Sobirà serán las fallas de Alòs, que celebrará las fallas el día 2 de julio. Éste es el calendario del Pallars Sobirà. Y en la Alta Ribagorça, se empieza por Durro el 18 de junio, el 23 de junio toca el turno a Boí, Casós, Vilaller y El Pont de Suert y el 25 de junio son las fallas de Senet. Ya en julio, habrá las bajadas de Barruera el día 3, el 9 serán las de Erill la Vall, el 15 en Taüll, la bajada festiva del 22 de julio en el Pla de l’Ermita y las fallas de Llesp del día 23 cierran el calendario. En Val d’Aran destacan la crema Eth Aro en Arties y Les, durante la noche de San Juan.
Como actividad previa, Isil, en el Pallars Sobirà, ha acogido en mayo una jornada festiva y de trabajo de las diferentes asociaciones que celebran fallas y en la que se ha destacado el regreso a la normalidad y las ganas de fiesta después de la pandemia de la Covid -19. Las previsiones de afluencia de público, además, son muy buenas, según las entidades.
El encuentro sirvió también para dar a conocer las conclusiones y propuestas del proyecto Prometheus, nacido a raíz del reconocimiento de las fallas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en el año 2015. Esta iniciativa quiere potenciar la tradición de las fallas, presente en Catalunya, Andorra y Francia, así como su difusión.
Uno de los proyectos que se pondrá en marcha de forma inminente es el Museo Virtual, en proceso de creación desde hace meses y que se dará a conocer este mes. Otra iniciativa es unificar criterios en la señalización, de modo que cada pueblo fallero de los tres países pueda lucir una información sobre las fallas y que sea homogénea entre ellos. Finalmente, se prepara una propuesta para difundir las fallas en las aulas. Por este motivo, se han creado las maletas “fallaires”, un material educativo con juegos que servirán para que los alumnos de primaria y también de los institutos conozcan más a fondo ese gran elemento patrimonial de las comarcas del Pirineo.
Recordar que esta fiesta consiste en bajar desde las montañas hasta la plaza del pueblo, unas antorchas o fallas, encendidas con un fuego vital y renovador, que culminan en una hoguera en torno a un árbol de fuego. Existen diversas modalidades de esta tradición festiva, tanto en la propia confección y tipología de las fallas como en la forma de manipularlas, variaciones que responden a las singularidades locales de cada zona o pueblo. La celebración de la fiesta de las fallas de los Pirineos es en la actualidad uno de los máximos exponentes del patrimonio cultural de la cordillera y constituye, por tanto, un elemento cultural que reúne pueblos y valles de los Pirineos en una gran celebración de carácter transfronterizo.
Esta importante tradición que se celebra anualmente en sesenta y tres pueblos falleros de Andorra, Aragón, Cataluña y Francia fue reconocida, como ya se ha dicho, por su gran valor patrimonial como Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO en el mes de diciembre. de 2015.