Los conquistadores españoles no solo descubrieron nuevas tierras en América, sino que, como bien sabemos, importaron y exportaron gastronomía y cultura. Muestra de ello es la llegada de los Carnavales a República Dominicana. Esta fiesta se celebra en el país caribeño durante todo el mes de febrero desde hace 500 años.
Madrid, 13 de febrero de 2018.- Los dominicanos se aplican durante meses a los preparativos para el Carnaval y cuando llega febrero dan la bienvenida a conciertos, desfiles, gorros, disfraces y los más diversos arreglos que adornan casas y personas estos días. La diferencia principal entre el Carnaval de República Dominicana y el español es su fecha. En el país caribeño siempre se celebra durante todo el mes de febrero, mientras que en España la fecha del Carnaval es variable y viene marcada por la Semana Santa (40 días después).
El diablo del Carnaval
Si en España la gran protagonista es la sardina, con cuyo entierro se dan por finalizados los festejos, en República Dominicana es el Diablo Cojuelo. Un personaje que representa la introducción del bullicio en la sociedad, de la alegría y de la travesura. Además, simboliza la llegada de los colonos al destino. La máscara se caracteriza por ser una de las más llamativas, imitando formas de diablos y animales.
El traje que representa al Diablo Cojuelo está cubierto de pequeños espejos, lentejuelas, cascabeles y cencerros juntos con una capa que ayuda en el movimiento durante los bailes. Tal y como cuenta la tradición, este “Diablillo” travieso y juguetón, fue arrojado a la Tierra, lastimándose una pierna y quedándose cojo o “cojuelo”, de ahí su nombre.
Vivir una experiencia carnavalesca
Para los dominicanos, la celebración de estas fiestas es algo inamovible en sus calendarios. Habitualmente los días más importantes, donde se centran la mayoría de las actividades, suelen ser los fines de semana. Los desfiles copan las calles de las ciudades y pueblos dominicanos a ritmo de las comparsas. El público puede diferenciar a los Calife o Roba la Gallina, trajes típicos del Carnaval, que representan personajes tradicionales.