Esta iniciativa de la Ruta del Vino de Rueda cuenta con el galardón “Premio Provincia de Valladolid a la Mejor Iniciativa Turística 2023”. Viñedos y pinares en Rueda, el Cementerio Viejo de Nava del Rey y el Castillo de la Mota de Medina del Campo son los emplazamientos elegidos para deleitar el paladar al atardecer con música en vivo. Este año, el tercero que se celebran estas catas desde que nacieron en 2022, los sábados elegidos son el 8, el 15 y el 22 de junio, para dar la bienvenida al buen tiempo y verano.
Madrid a 21 de mayo de 2024. La Ruta del Vino de Rueda, destino castellanoleonés conocido por su enogastronomía, sus paisajes y su patrimonio, estrena nuevo ciclo de sus premiadas Catas Singulares en Lugares Únicos. Gracias a esta iniciativa, la Ruta selecciona espacios de gran relevancia histórica, cultural o natural para sumergirse en la experiencia de realizar una cata en entornos singulares con la mágica atmósfera del atardecer de fondo. Cada cita une a público y enólogos, queseros y reposteros en un entorno único al atardecer, todo ello acompañado de música en vivo los sábados 8, 15 y 22 de junio a partir de las 19.30h.
La primera de las catas, el 8 de junio, se realiza ‘Entre Viñedos y Pinares’, dos protagonistas imprescindibles del paisaje de la Ruta. El lugar elegido es un paraje desde el que deleitarse con el poderío vinícola de la villa de Rueda. Su larga tradición en elaboración de vino hace de Rueda un municipio con ADN vitivinícola. Sus viñedos han formado parte del paisaje generación tras generación, pintando de verde la fotografía que acompaña a los viajeros que se trasladan por la A6. Aquí se esconden encantadores rincones, páramos y colinas llenos de paz y belleza paisajística con un aire impregnado de aroma a vid y un atardecer inolvidable.
Por su parte, Nava del Rey acoge la cata del sábado 15 en un lugar especialmente singular, el Cementerio Viejo. Este entorno, que ha perdido su función original y que actualmente no alberga ninguna tumba, es un reflejo del azote del cólera en el pasado. Convertido ahora en un inmenso y tranquilo jardín de olivos, este escenario es parte de un conjunto patrimonial de 1825 formado por una cerca, la portada, las rejas y una pequeña capilla que, además, es la casa de la imagen del siglo XVI del Cristo de Trabancos. Sobre el dintel de la entrada conserva un interesante aforismo fechado en 1825 que invita a vivir la vida con intensidad: «Tú que miras el despojo de este oscuro panteón, antes que cierres el ojo, aprovecha la ocasión.»
Para cerrar el ciclo, el sábado 22 se celebra la última de las catas en el imponente Castillo de la Mota de Medina del Campo, Monumento Nacional desde 1904 y símbolo arquitectónico, patrimonial e histórico del territorio. Como emblema de la Ruta, el edificio propiedad de la Junta de Castilla y León alojará un ambicioso proyecto enoturístico como parte del Plan de Sostenibilidad de la Ruta del Vino de Rueda y es el único lugar que repite cada año como broche de oro a la experiencia de las Catas Singulares en Lugares Únicos.
Cada una de las fechas incluye la cata de vinos singulares de la Ruta del Vino de Rueda maridados con quesos y dulces artesanos y comentados por sus productores, música en directo al atardecer y transporte desde Valladolid y Tordesillas. Las entradas están a la venta en exclusiva por 25 € en rutadelvinoderueda.com.
Mejor iniciativa turística 2023
En la III Edición de los Premios de Turismo Provincia de Valladolid, celebrada en diciembre, las Catas Singulares en Lugares Únicos de la Ruta del Vino de Rueda han sido galardonadas en la categoría “Premio Provincia de Valladolid a la Mejor Iniciativa Turística 2023”. Esta categoría premia aquellas iniciativas que resaltan e impulsan la labor que se realiza desde las distintas entidades ubicadas en la provincia que sirven como promoción en su ámbito competencial, como un lugar idóneo para disfrutar de sus recursos patrimoniales, culturales, naturales, gastronómicos y etnográficos desde el punto de vista turístico.
“Más de 400 personas han participado en estos eventos que, más allá de la degustación de vino, queso y repostería, cumplen un papel fundamental en la preservación y promoción del patrimonio cultural y natural de la Ruta al realizarse en enclaves que representan una parte esencial de la identidad histórica y cultural de la región”, comenta Cristina Solís, gerente de la Ruta del Vino de Rueda. Además, añade que “estas catas nos permiten abrir estos lugares al público, crear un diálogo entre el pasado y el presente que enriquece la experiencia turística y contribuye a la sostenibilidad del territorio en todos los aspectos”.