Generalmente, estas piezas solían realizarse mediante la técnica del repujado, martilleando una lámina metálica que solía calentarse para darle mayor maleabilidad, hasta dotarla de la forma deseada y permitiendo decoraciones
Este marzo destaca como Pieza del Mes un conjunto de instrumenta domestica en bronce de los siglos II – III d.C. Se trata de una serie de utensilios metálicos de cocina, servicio de mesa o aseo personal que hablan de la vida cotidiana romana en época imperial.
Entre ellos cuenta con una serie de páteras procedentes de Luyego de Somoza y Valderrey; un caldero y un colador de Quintana del Marco; junto a un aguamanil, un jarro con forma piriforme -la pieza más singular- y una urna cineraria procedentes, posiblemente, de Lancia.
Generalmente, estas piezas solían realizarse mediante la técnica del repujado, martilleando una lámina metálica que solía calentarse para darle mayor maleabilidad, hasta dotarla de la forma deseada y permitiendo decoraciones, que a veces se complementaban tallando con buril motivos ornamentales. Cuando era necesario unir piezas, se empleaban remaches o se soldaban a partir de polvo de metal.
Por su parte, algunos elementos como las asas sí solían fundirse con moldes. Asimismo, se pueden encontrar, aunque son mucho más escasas, vajillas metálicas realizadas mediante la cera perdida. Esta técnica, en líneas generales, consistía en generar un modelo en cera de la pieza que se deseaba conseguir. A aquel se le adherían una serie de tubos de pequeñas dimensiones denominados “bebederos”. Posteriormente, se recubrirán de arcilla, mortero o yeso para crear un molde que se someterá al horno: esto provoca la pérdida de la cera que saldrá por los bebederos junto a los gases que puedan producirse, dejando el molde con la forma hueca del modelo en cera. Tras este proceso, se introduce el bronce fundido. Este ocupará el espacio que antes llenaba la cera. Finalmente, se desmolda, se quitan los restos e impurezas de los bebederos, se pule y se da la pátina.
En época altoimperial encontramos vajillas metálicas de gran riqueza en la península italiana, bien estudiadas en especial tras los hallazgos de Pompeya y Herculano, a las que se sumarán producciones provinciales en villas y en talleres ubicados en los vici -vicus en singular- o barrios, muy habituales en el Bajo Imperio.
Finalmente, aunque son abundantes los restos de utensilios domésticos en cerámica, estos serán en gran parte sustituidos por la vajilla metálica que imita las piezas de mayor prestigio, que no eran de terra sigillata como en ocasiones se cree, si no de metales nobles como el oro o la plata, empleados por las clases más pudientes.
Fecha de inicio: 13-03-2021
Fecha fín: 31-03-2021
Lugar: museo de león
Calle de los Pilotos Regueral,
24003 León