Puntual y alegre, ahí asoma ya en las últimas páginas del calendario. La Navidad ocupa posiciones de norte a sur en Gran Bretaña y es uno de los mejores momentos para una escapada invernal. Nuestras britishNavidades son una invitación a celebrar esta gran fiesta que se inspira en tradiciones muy antiguas pero con espíritu contemporáneo.
Oxford Street, Christmas Lights, 1999, West End, London, London, England.
En Gran Bretaña la navidad se vive con tanta pasión que ya se pone en marcha a partir de noviembre. Es un espíritu, que con todo su encanto, llega primero desde los parques, jardines y bosques que se visten con sus mejores galas navideñas. De ellos nos llegan los abetos para decorar las casas, una costumbre que nació en el hogar de la reina Carlotta y el rey Jorge III y que más tarde popularizó el esposo de la reina Victoria, Alberto, en la década de 1840, la misma en la que la cultura británica empezó a hacer uso de la tarjeta de felicitación navideña. En Trafalgar Square se levanta, como es tradición desde 1947, el gran abeto con el que el ayuntamiento de Oslo obsequia a los londinenses en memoria de su acuerdo bilateral durante la Segunda Guerra Mundial.
Abetos, acebos, hiedra, muérdago… plantas que guardan su verdor en este tiempo como símbolos de tradiciones que se remontan a la Edad Media. Con nieve o sin ella, con sus ramas vestidas aún de verde, o con sus siluetas desnudas, hay que vivir el Winter Wonderlanden el céntrico Hyde Park o los jardines en Kew de Londres, que son un reclamo de los que no hay que perder. Tranquilos paseos por su gran arboretum y sus 1400 colecciones botánicas junto con una animada programación de talleres y actividades para niños, hacen deKew Gardens una visita muy especial en estas fechas.
Hágase la luz
Christmas, London, Piccadilly, London, England.
Imposible concebir una Navidad sin sus bombillas, guirnaldas luminosas y luces de colores. Su encendido público abre oficialmente las fiestas y hace que las calles y comercios de pequeñas y grandes ciudades vivan un espectáculo de los que levantan el ánimo. Muchas de ellas ya lucen sus fantasías lumínicas desde finales de noviembre. En Londres engalanan la ciudad muy pronto y este año la más clásica, la de Regent Street, cuya tradición se remontan a 1954, echa la casa por la ventana. Desde el 15 de noviembre nueva tecnología para una ornamentación que realza la elegancia intemporal de esta calle. Un espectáculo de estrellas, abrirá la fiesta del encendido que concluirá con un espectáculo de fuegos artificiales y promociones especiales en sus comercios. También desde el 15 de noviembre otras ciudades como Glasgow, Cardiff, Liverpool o Chester, compiten con algunas de las decoraciones más dignas de ver y difíciles de olvidar.
Patinar es fácil
Somerset House ice skating rink
En Cardiff lo que se impone es calzarse unos patines y poner a prueba el equilibrio. Más pronto que tarde la verticalidad está garantizada y lo que sigue es la diversión y el placer de deslizarse por el hielo. El Ice Rink de Cardiff se encuentra entre el castillo y el imponente distrito cívico; por su parte, la de Edimburgo (20 de noviembre al 4 de enero), situada en East Princes Street Gardens, a los pies del skyline de la ciudad, sorprende por su tamaño, pues es una de las pistas de patinaje sobre hielo al aire libre más grande de Europa.
Sin salir de Londres la experiencia de patinar sobre una cuchilla se puede practicar en algunas de las pistas más famosas y tradicionales de la capital. Todas tienen su decorado y estilo tan particular, empezando por la Ice Ring en el Natural History Museum (del 29 de octubre al 3 de enero), la más grande, con su casi kilómetro cuadrado de superficie; la glamurosa Somerset House Ice Rink, una experiencia de lo más cool, abierta ya desde el 18 de noviembre en la que para acopiar energía se puede degustar un cava, o unos blinis de caviar servidos por Fortum & Manson. Pero si lo que mola es la historia, entonces se puede elegir el foso de la Torre de Londres (20 de noviembre a 3 de enero).
Regalos para todos
A shop front in Covent Garden displaying festive goods, Covent Garden, London, London, England.
Imposible concebir una navidad sin los regalos a los amigos, los compañeros y la familia. Los mercadillos invaden las calles de casi todas las ciudades británicas con toda clase de objetos, artesanías, gastronomía y objetos típicos. Regalar o regalarse, el caso es disfrutar de las compras. Los más populares son los de Manchester o York que atraen siempre a los incondicionales, pero en Cardiff y su Winter Wonderland, y en ciudades como Chester o Edimburgo estos mercadillos ofrecen también un ambiente contagioso. Uno de los clásicos en el ranking de los más atractivos sigue siendo el de la bellísima ciudad de Bath que despliega su más de un centenar de puestos por las calles empedradas. También existe la posibilidad de esperar al Boxing Day, el día posterior a Navidad, cuando empieza la temporada de rebajas invernal por todo el país.
La madre de todas las fiestas
Y para cerrar y abrir nuevo año, no hay fiesta comparable en el mundo a la HOGMANAY de Edimburgo. Si lo que pide el cuerpo es marcha de la buena, risa y juerga garantizada, hay que vivir los tres días de festival en los que la ciudad se vuelca con sus visitantes. Arranca el día 30 de diciembre con la procesión de las antorchas de raíz vikinga, que parte del Puente George IV hasta Calton Hill, donde se funde con el espectáculo Son et Lumière en el que se quema una nave de madera.
Crowd With Torches, Hogmanay, Edinburgh, Lothian, Scotland.
El día de Nochevieja, siete entornos musicales con estilos diferentes para todos los gustos y figuras ya confirmadas como Biffy Clyro, Idlewild y Honeyblood en Concert in the Gardens, el más importante, o la banda rock-indi Maximo Park, sin olvidar otro de sus platos fuertes al que hay que acudir con kilt y tartan, el mayorceilidh del mundo amenizado este año por Cask, Strenght Ceilidh Band o Whisky Kiss, entre otros, con los que se pretende ganar un nuevo récord mundial en el Guiness de baile al aire libre. Un espectáculo de fuegos artificiales dará la bienvenida al nuevo año y para despejar la cabeza nada como un chapuzón el día 1 de enero en el río Forth en South Queensferry sabiendo que a la salida espera un humeante porridge, regalos y concursos de disfraces. No estará sólo: este año se esperan unos 150.000 visitantes amantes de la juerga.
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- Texto y fotografías: visitbritain
