La estudiante de doctorado de la ULE María Mercedes Lozada Guzmán obtuvo una beca RALBAR y ha desarrollado su investigación los meses de julio y agosto.
María Mercedes Lozada Guzmán, que realiza los estudios de doctorado en el programa de ‘Ecología Funcional y Aplicada’ de la Universidad de León (ULE), ha llevado a cabo este verano un ambicioso proyecto de etnobotánica, en el marco de las becas RALBAR de la Fundación Banco Sabadell, titulado ‘De saberes y flores’, en el que ha rescatado conocimientos y saberes de los pobladores de la Reserva de la Biosfera de los Valles de Omaña y Luna (RBVOyL) referidos a usos de plantas medicinales, a través de la documentación de la herencia cultural de la población de mayor edad.
La investigadora explica que ha sido “una experiencia maravillosa, pues me ha permitido relacionarme con gente optimista. emprendedora y ocupada de promover su entorno a través de múltiples actividades como la investigación en los conocimientos tradicionales que conforman el patrimonio cultural de la zona”.
Los objetivos propuestos estaban enfocados a la difusión del conocimiento y a la divulgación de los trabajos desarrollados con anterioridad por el personal colaborador de la reserva. También se buscó fortalecer el tejido microempresarial mediante la presentación del modelo canvas de negocios para los microempresarios asociados a la marca propia de la reserva.
Saberes ancestrales conservados en la memoria de los más mayores
“En el desarrollo de este proyecto, -comenta Mª Mercedes Lozada Guzmán-, se entrevistaron personas en su mayoría ancianas que conservan el conocimiento de las tradiciones antiguas en torno al uso y tratamiento de ciertas plantas de importancia medicinal o de uso frecuente en la farmacopea o destacadas en la economía de la región.
En los meses de julio y agosto se realizaron colectas de material vegetal, salidas de campo a diferentes municipios para el reconocimiento in situ de la flora en cuestión, entrevistas a la población y grabaciones de audio para su posterior edición. Así como realizó un taller con niños en el cual se exploraron sus cualidades artísticas al elaborar collages con material vegetal recogido por ellos mismos.
Es importante destacar que como productos de divulgación del conocimiento se realizaron cinco capítulos de un podcast que reúne la información de las plantas seleccionadas en cuanto a su descripción, distribución, usos y cualidades, así como la forma de recolección y tratamiento desde la tradición popular. También se incluye en cada capítulo la valiosa contribución de los expertos en etnobotánica.
De manera simultánea se elaboraron las fichas técnicas con la información de cada una de las 20 plantas seleccionadas con el ánimo de publicar un folleto o guía de campo de las especies más representativas dentro de la etnobotánica de la reserva.
El balance no puede ser mejor, aunque la investigadora apunta que ha sido un trabajo arduo para el cual resulta escaso el tiempo de tan solo dos meses para cumplir con los objetivos propuestos. “Es sin duda una experiencia enriquecedora, -comenta-, que nos acerca al mundo laboral, pero que resulta corta cuando se trata de desarrollar un proyecto de investigación”.
A modo de sugerencia, Mª Mercedes Lozada Guzmán considera que se deben proponer proyectos “poco ambiciosos, más encaminados a mostrar y destacar los valores típicos de la cultura y patrimonio natural de las zonas rurales de la provincia de León y a promover el turismo y la riqueza de la zona, ya que el corto tiempo en que transcurre la beca RALBAR no permite ahondar en tantos aspectos de interés en el desarrollo de propuestas más profundas que se validen con técnicas propias de la investigación científica”.
Finalmente, y a modo de conclusión, apunta que ha sido “un bonito aprendizaje en el que disfruté del paisaje de la reserva y la calidad de su gente”.