El Museo de Salamanca se inauguró en 1848 con los objetos artísticos de los conventos suprimidos por la legislación desamortizadora de Mendizábal recogidos por la Comisión Provincial de Monumentos.
Después de deambular por diversas sedes, desde 1948 se encuentra instalado en un edificio de finales del s. 15º, conocido como Casa de los Doctores de la Reina. Del tipo de casa fuerte torreada medieval edificada en torno a un bello patio, la rica ornamentación de la fachada la convierte en uno de los monumentos más representativos de la arquitectura civil de los Reyes Católicos de Salamanca, en la que se combinan las formas del último Gótico con las primeras del Renacimiento. Las salas de la exposición permanente se organizan en torno al patio ligeramente trapezoidal que consta de piso bajo y principal con galerías.
En los años ochenta se amplió el edificio incorporando un espacio ocupado por unas casas colindantes. Esto permitió dotar al Museo de una sala de exposiciones temporales, biblioteca, sala de estudio, taller de restauración y pequeños almacenes.