Fragmento de estela funeraria decorada Siglos II-III d.C. Piedra caliza (105 x 60 x 30 cm) Hallada en la muralla de León (nº de inventario: 3083)
La colección epigráfica del Museo de León destaca por conservar uno de los mayores y más variopintos conjuntos de nuestra península respecto a la época romana. Entre ellas las más numerosas, las estelas funerarias, constituyen una gran fuente de información sobre usos y costumbres, así como sobre las aspiraciones e inquietudes de los personajes que poblaron nuestro pasado. Este epitafio, aunque parcial, dice en sus última líneas conservadas: Flavo s(uo) coniu/gi pien(tissimo) f(aciendum) c(uravit)/ s(it) t(ibi) t(erra) l(evis); “a su muy piadoso cónyuge (cuyo cognomen era Flavus) mandó se pusiera; que la tierra te sea leve”.
La pieza constituye la parte inferior de una estela funeraria de mayor tamaño, posiblemente discoidea y fue hallada, como tantas otras, en los derribos de partes de la muralla de la capital leonesa durante el siglo XIX.
La decoración ha perdido su desarrollo superior, pero la parte conservada contiene el campo epigráfico enmarcado a modo de cartel, que contiene el epitafio. El texto asienta sobre un friso formado por una retícula de rombos tallados a bisel, que alberga en su parte central dos flores hexapétalas al igual que otros ejemplos conservados.
El elemento decorativo más interesante es el arco ultrapasado que ocupa el registro inferior de esta estela. El origen del arco de herradura ha sido estudiado desde distintos ámbitos y su presencia más remota la encontramos en la Antigüedad como elemento decorativo o bien presente en alzados y plantas de edificaciones. Su uso se extiende en el Mediterráneo entre los siglo V y VIII, pero aparece ya desde al menos el siglo II como elemento ornamental en tierras leonesas, donde quizá estuviera también presente como pauta arquitectónica. La desaparición de casi todas las construcciones de este momento impide comprobarlo.
El sentido simbólico del arco como elemento sacro de paso está presente en esta pieza romana, relacionada con la construcción de arcos de triunfo como edificaciones honoríficas para representar las victorias de generales o emperadores, pero, sobre todo en este contexto y en general en la presencia de estos arcos en las lápidas del norte peninsular, remite a las puertas de acceso al reino de Plutón, augurando un buen viaje del difunto hacia el Hades.
La pieza del mes constituye una oportunidad para conocer más detenidamente alguno de los bienes expuestos en el Museo, mediante una explicación detallada durante las visitas guiadas, que se desarrollan gratuitamente de martes a domingo, a las 12’30 h.
Fecha de finalización: 31 de enero de 2017