Ambas entidades estudiarán fórmulas adecuadas para limitar la acción de fumar en los entornos de edificios universitarios y trabajarán en la formación y divulgación de la prevención del tabaquismo.
La Sala Martín Sarmiento del edificio El Albéitar ha acogido esta mañana la firma de un convenio de colaboración entre la Universidad de León (ULE) y la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) para impulsar el proyecto ‘Espacios sin humo’, con el que se pretende visibilizar en entornos universitarios y complementar con formación y divulgación la prevención del tabaquismo.
Juan Francisco García Marín, rector de la ULE, y Estanislao de Luis Calabuig, presidente de la Junta Provincial de León de la AECC, han sido los encargados de materializar este acuerdo en el transcurso del acto que también ha contado con la presencia del vicerrector de Infraestructuras y Sostenibilidad de la ULE, Ramón Ángel Fernández y de responsables de la asociación contra el cáncer en León.
El objetivo prioritario de esta iniciativa –incluida dentro del programa de la Red Española de Universidades Saludables (REUS) a la que pertenece la ULE- es “fomentar iniciativas saludables para evitar el cáncer, y conscientes de los efectos del tabaco como desencadenante de varios de los más importantes tumores de cáncer, este convenio pretende dejar patente la necesidad de visibilizar la condición de ‘Espacios sin humo’ y completarlo con actuaciones de formación y divulgación de prevención del tabaquismo y de las ayudas oportunas para dejar de fumar”, ha destacado el presidente de AECC-León.
Es un nuevo enfoque que quiere ampliar los ámbitos de actuación, cubriendo desde los centros educativos a los espacios comunitarios; complementar las acciones de educación para la salud con intervenciones en las que la comunidad universitaria tenga un protagonismo activo; abrir y potenciar espacios en los que la población pueda entrar en contacto con los hábitos saludables; y aprovechar las nuevas tecnologías y las ventajas que ofrecen para llegar a un mayor número de personas.
El objetivo es conseguir ampliar la prevención del cáncer mediante la iniciativa de ampliación de espacios sin humo a otras zonas, especialmente aquellas frecuentadas por menores, como los parques y zonas verdes, plazas y espacios al aire libre de los centros universitarios, o marquesinas y paradas de transporte en espacio abierto.
Un cambio en el sentido de ampliar y regular espacios públicos para convertirlos en espacios libres de humo es una propuesta en la que ambas instituciones están de acuerdo, y se marcan como objetivo buscar las fórmulas adecuadas para limitar la acción de fumar en los entornos de edificios y campus universitarios, formalizando un proceso de prohibición sin sanción.
Esta iniciativa puede aportar –según ha explicado Calabuig- varios beneficios como fomentar estilos de vida saludables, promover conductas sin tabaco, desnormalizar su consumo en la sociedad, reforzar el modelo a seguir de los padres o adultos, y cuidar del medio ambiente. “Todos sabemos, porque así lo advierten las agencias internacionales de salud que “fumar es dañino”, sin embargo, tener la información no equivale a cambiar conductas, y por otra parte, la evidencia científica resalta que las modificaciones del entorno tienen mayor impacto en la población que educar en salud”.