Estos senderos, que descubren el litoral de la ciudad y espacios como la Caldera de Bandama y el Jardín Botánico Viera y Clavijo, complementan la oferta cultural y patrimonial de la capital grancanaria.
Las Palmas de Gran Canaria, 10 de junio de 2017.- Las Palmas de Gran Canaria es una ciudad cosmopolita, con un gran patrimonio y una agitada vida cultural que también ofrece la posibilidad de practicar actividades en plena naturaleza. Caminar junto al mar, descender a una caldera volcánica o caminar entre palmeras y cuevas aborígenes son algunas de las propuestas que ofrece a los amantes de senderismo la capital de Gran Canaria.
Estos senderos transcurren por el municipio mostrándonos espacios de gran valor paisajístico, etnográfico y natural. Son el Sendero Azul que conecta la playa de Las Canteras, una de las mejores playas urbanas del mundo, con la playa de El Confital; el camino por el interior de la Caldera de Bandama y la ruta que une Vegueta, el barrio histórico de la capital grancanaria, con el Jardín Botánico Viera y Clavijo. Las tres, cada una con sus particularidades, son excelentes opciones para disfrutar de la ciudad y de su patrimonio natural y paisajístico mientras se practica deporte y se descubren enclaves de gran valor.
Sendero Azul de la Bahía de El Confital
Las Canteras, una de las mejores playas urbanas del mundo, y la playa de El Confital están conectadas por un recorrido peatonal que permite hacer deporte, disfrutar de las vistas al Atlántico y descubrir historias escondidas junto a la arena y las olas.
La ruta, de 7 kilómetros, arranca junto al monumento al Atlante y avanza hacia la playa de Las Canteras y hacia El Confital. En el recorrido se han instalado 15 paneles y mesas interpretativas que recogen información sobre diferentes aspectos como la geología de la zona, la cultura del surf en Las Palmas de Gran Canaria, el color de la arena, la existencia de grandes predadores en el pasado, los diferentes tipos de hábitat natural, la Cueva de Los Canarios o un recordatorio muy especial al rodaje de la mítica película Moby Dick.
Estos Senderos Azules son itinerarios y elementos paisajísticos que enlazan playas o puertos con Bandera Azul y contribuyen, positivamente, al uso sostenible del litoral.
La Caldera de Bandama y sus senderos
Declarada Monumento Natural y Punto de Interés Geológico, la Caldera de Bandama es uno de los lugares más sorprendentes de Las Palmas de Gran Canaria, una caldera de explosión que se formó durante el III ciclo volcánico.
Con un perímetro de tres metros, un diámetro de 1 kilómetro y 220 metros de profundidad, su interior es un muestrario de gran valor científico y etnográfico ya que estuvo habitado desde época precolombina y sus laderas se usaron para el cultivo de la vid.
Una ruta de algo más de un kilómetro desciende serpenteante hacia la caldera, descubriendo a los senderistas el paisaje de su interior, la flora autóctona (como el tajinaste blanco, incienso canario o la malva de risco) y deteniéndose en sus miradores y en el observatorio de aves. Para aquellos que no quieran enfrentarse a los desniveles del recorrido, que asciende de nuevo por el mismo camino, existe otro sendero que discurre por la parte superior.
En los alrededores, además, se puede visitar el Pico Bandama, su mirador – recientemente rehabilitado – y el búnker descubierto debajo de él que adentra a los visitantes en un pasaje de la historia del siglo XX menos conocido. Las vistas a la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria y al Atlántico complementan la visita.
Del centro al Jardín Botánico Viera y Clavijo.
El histórico barrio de Vegueta, en la capital grancanaria, ofrece una cuidada arquitectura colonial, calles peatonales, plazas con encanto y algunos edificios y museos dignos de ser visitados como la Casa Colón, la Catedral de Santa Ana o el Museo Canario. Desde aquí parte un sendero de aproximadamente 7,5 kilómetros que abandona la ciudad para adentrarse en la naturaleza colindante hasta que llega al Jardín Botánico Viera y Clavijo.
Este sendero peatonal y ciclista de tres metros de ancho transcurre por el barranco del Guiniguada a través de varias explotaciones agrícolas y ganaderas y diversos elementos de antiguas redes de distribución de agua. Cuevas aborígenes y uno de los elementos vegetales más relevantes de su ecosistema, la palmera canaria – Phoenix canariensis -, convierten esta caminata en única.
El jardín botánico – Jardín Canario – de 27 hectáreas es un remanso de paz que recoge una completa muestra de la riqueza botánica de las islas, además de ser el hogar del Lagarto Gigante de Gran Canaria, especie endémica de Gran Canaria y el mayor lagarto del mundo de la familia de los Lacértidos.
Gracias al clima privilegiado de Las Palmas de Gran Canaria, los tres senderos planteados se pueden recorrer en cualquier época del año y permiten, a locales y turistas, practicar deporte mientras descubren algunos de los hitos naturales y paisajísticos de la capital grancanaria.