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Tres días en Bruselas en familia

¡Toma el avión para un fin de semana con tus hijos en Bruselas! Sigue a nuestra familia y descubre sus aventuras en la capital belga.

Explorar el mundo de los dinosaurios

La mañana comienza con un copioso desayuno, en el que les recordamos a los niños que han de seguir a papá y que no es cuestión de pararse cada 10 minutos para hacer pipí…. En marcha, niños… Tal y como habíamos prometido, tomamos el tranvía en dirección a la galería más grande de dinosaurios de Europa, en el Museo de Ciencias Naturales. En el parque jurásico, los niños se quedan maravillados un buen rato, pero hay muchos otros lugares y viajes por descubrir en este magnífico museo.

Df1549_1824x1368Un alto en el camino para tomar un desayuno típicamente bruselense

Vamos, de nuevo, a la cercana Place Jourdan para comer un buen cucurucho de patatas fritas en la conocida Maison Antoine. Bruselas goza de numerosos puestos de patatas fritas. Casi en todos los barrios hay una de estas auténticas instituciones, a veces, abiertas durante toda la noche. Paramos en la que se considera una de las mejores de la ciudad. Vaya… Y hete aquí que nos encontramos rodeados de instituciones oficiales, en una de las numerosas terrazas de esta ciudad ubicada en el centro de Europa. Escuchamos hablar muchísimas lenguas europeas, ¡nos encanta la algarabía de acentos! A los niños les gusta mucho viajar por Europa y, en particular, a las grandes ciudades. Como estamos en el Barrio de Europa, nos dirigimos a la glorieta Schuman, donde tienen sede una serie de edificios de las comunidades europeas. Y de pronto estamos en el magnífico Parque de Cinquantenaire, con su gran cantidad de museos. Antes de entrar en el museo principal, y dado que hace buen tiempo, primero tomamos altura en la parte superior de la arcada, accesible desde el Museo del Ejército. Clic, clic… Fotografías obligatorias, sobre todo a la vista de las grandes arterias de una y otra parte del parque. ―¡Oh! ¡Se ve el Atomium! ―grita Raúl. Ya tenemos ganas de ir a visitar este monumento mañana.

Itinerarios en familia en el Museo del Cinquantenaire

Entre la gran oferta de museos que hay en esta ciudad, decidimos visitar los Museos Reales de Arte y de Historia – Museo del Cinquantenaire, y el modo importa. Decidimos dividirnos en dos grupos, los chicos irán a ver los coches y las chicas, las colecciones de los museos de arte. Los chicos han abierto las puertas de Autoworld con alegría. Desde que han entrado, no saben por dónde comenzar de tantos coches increíbles que hay. Por supuesto, se han quedado prendados por el célebre Michel Vaillant en la zona de automóviles deportivos. Las chicas, nos hemos decidido por una oferta especial. Nos hemos puesto las gorras de detectives y nos hemos sumergido en la investigación del conocido juego Cluedo en el claustro del museo. En la recepción del museo nos han entregado un kit especial para los niños. ¡Qué sorpresa! A lo largo de nuestra visita, Raúl se cruza con la momia que inspiró a Hergé para sus aventuras de Tintín y Las 7 bolas de cristal, pero también con la estatua Arumbaya de La oreja rota. En lo que se refiere a Ana, toda la parte del museo dedicada a Egipto, momias y tumbas con jeroglíficos y joyas refinadas, le apasiona. Es genial distraerse cultivándose de esta forma. Al salir del museo, los niños se han ganado que se les haga la boca agua en la Heladería Capoue, situada en la Avenue des Celtes, a dos pasos. ¡Mmm…! El helado con sabor a spéculoos y con pan de especias… A mi marido le resultará difícil de olvidar. De repente, su camiseta se embadurna de otros colores. Y todavía dirá que nos hemos parado por los niños…

BruselasRegreso al centro de la ciudad

Volvemos al centro de la ciudad, cruzamos la magnífica Grand Place, salimos a saludar el ketje o mancebo de Bruselas, Manneken Pis, y nos detenemos, como es de suponer, frente al fresco de Tintín (en el recorrido de Frescos Murales del cómic), en la Rue de l’Etuve. Clic, clic, clic… Los niños, por turnos, suben a hombros de su padre. Algunas fotos que no se nos olvidará colocar en el muro de nuestras redes sociales preferidas.

Cena en el Hard Rock Café Brussels

Volvemos para cambiarnos, sobre todo los niños que tienen restos de chocolate alrededor de la boca, y decidimos ir a cenar en el Hard Rock Café ubicado en la Grand Place. ―¡Mmm…! ¡Qué bien huele! ―dice mamá―. ¿Y qué comemos? A los niños les encanta tanto el menú especial como las animaciones. Mientras esperamos que sirvan la comida, esperan pacientemente con actividades para colorear. Y, como es de suponer, nosotros no nos podemos resistir y compramos un artículo Hard Rock Café para nuestra colección. La velada transcurre de maravilla, decidimos acabarla en el Crosly bowling que se encuentra en las cercanías, en la parte baja del Sablon, en el Boulevard de l’Empereur. Jugamos una partidita los cuatro, sobre todo para que los hombres de la familia se diviertan burlándose de Ana y yo que… ¡Oh! ¡Sorpresa! ¡Ganamos! Regresamos para descansar, pues ha sido un día ajetreado y mañana tiene visos de ser parecido. ¡Al ser padres jóvenes, nos parece muy divertido viajar con los hijos!

bruselasBruselas en familia: El segundo día de viaje

Nuestra familia continúa su viaje a Bruselas… Padres e hijos descubrirán el Atomium, la historia de Bélgica y los monumentos de la Unión Europea.

Tras un buen desayuno, nos ponemos en camino

Y ya estamos en plena forma para adueñarnos de las calles de la Place du Jeu de Balle y su conocido Rastro. Mientras busco alguna ganga, como un objeto decorativo, Raúl parece decidido a sumergirse de nuevo en la película de su héroe preferido y a encontrar una réplica de El Secreto del Unicornio, el conocido buque de su cómic preferido. Proseguimos nuestro camino, entre la Rue Blaes y la Rue Haute, en las que me paro a mirar un sinfín de escaparates. Aquí se encuentra el paraíso de los fanáticos de la decoración, como es mi caso. Los niños comienzan a perder la paciencia. «Mamá, te estás quedando atrás», mi marido está de acuerdo. Para animarme a continuar, promete invitarme de nuevo a esta maravillosa ciudad, los dos solos de visita romántica, sin niños. ¡Nos dirigimos a la estación de metro para ir a la Explanada del Heysel!

Bruselas, atomiumVisita en familia a la Explanada del Heysel e itinerario en el Atomium

Así que vemos el Atomium, la atracción más popular de la ciudad, todos abrimos los ojos como platos. Impresionante. En el interior, su emocionante ascensor nos lleva a la esfera superior en la que disfrutaremos de las magníficas vistas a 360 ° a, aproximadamente, 92 m de altura. Incluso se ha acondicionado un restaurante. Continuamos explorando las demás esferas en las que las se presentan las distintas exposiciones. Raúl quiere visitar todas las «esferas». Tendremos la ocasión de visitar 5. Ana está decidida. Cuando sea mayor, quiere ser arquitecta. Al salir, nos anuncia esta gran novedad. En todo caso, se ha quedado con el nombre de André Waterkeyn, el ingeniero-arquitecto de este proyecto único.

En Mini-Europe nos esperan los mejores monumentos de la Unión Europea

Nos encontramos en el centro de Europa, así que parece lógico continuar con una visita lúdica por el parque Mini-Europe y, de este modo, viajar por 27 países en un tiempo récord. Poco después de entrar en esta atracción, una mascota abraza a los niños y a los padres. Por fin, una fotografía con toda la familia. Viajamos por todos los continentes gracias a más de 300 monumentos representados con todo detalle y a escala reducida. Del Big Ben a la Acrópolis, pasando por la Tour Eiffel y un Muro de Berlín que se derriba. Se oyen máquinas de fotografiar por todos lados. Y hasta asistimos al despegue del Cohete Ariane y a la erupción del Vesubio. Al salir y después de haber comido algo ahí mismo, los niños nos piden que vayamos de vacaciones a otro destino europeo. Nos falta tiempo para relajarnos en el Parque Acuático Océade, con su atmósfera tropical y, entre otros juegos para niños, encontramos: 14 toboganes, la piscina con olas más grande de Bélgica, saunas, jacuzzi, hammam… En resumen, una actividad ideal para vivir en familia, ubicada al lado de Mini-Europe.

Para acabar este maravilloso día, una velada tradicional por el centro de Bruselas

Nos dirigimos, de nuevo, al centro de la ciudad, ¡y decidimos pasar por el Museo Belvue para descubrir la apasionante historia de Bélgica en familia! Hay un sinfín de juegos para todas las edades y resulta imposible aburrirse. De pronto, estamos creando una nueva bandera belga y pensando cómo sería al rey ideal. ¡Y la imaginación desbordante de los niños nunca dejará de sorprenderme! Después de toda esta actividad, nos entran ganas de tomar una cerveza Gueuze y a los niños una deliciosa gofre caliente. A dos pasos de la Grand Place, nos relajamos en una terraza del Barrio Saint-Géry. Descansar y disfrutar de estos preciados instantes en familia nos sienta de maravilla. Es el momento de dedicarles unos momentos a los abuelos y abuelas, y enviarles una bonita postal para decirles que los queremos más que nunca. La última velada en Bruselas nos lleva a Chez Léon de Bruselas. ¡No se os habrá ocurrido que una familia de vacaciones a Bélgica se iba a librar del tradicional plato de mejillones y patatas fritas!! Además, este agradable restaurante nos ofrece precios reducidos para nuestros hijos (gratuito para menores de 12 años). Es el momento de llevar a cabo un breve informe del día y decidir con qué clausuraremos nuestra estancia mañana, consultando nuestra guía de viaje. Ponemos fin a la velada paseando por las callejuelas que rodean a la Grand Place. Nos obsequiamos con una noche tranquila tras un día cargado de actividades. Raúl se ha dormido mirando su cohete rojo y blanco… Ana devora un cómic. Buenas noches niños.

BRUSELAS comision europeaBruselas en familia: El tercer día de viaje

Este fin de semana en Bruselas, hemos previsto conocer el chocolate belga y un juego de aventuras medieval. ¡A los niños les va a encantar!

Nuestra mañana totalmente dedicada al chocolate en Bruselas

Hoy es el cumpleaños de Raúl. En esta ocasión, tomamos nuestro desayuno en el Museo del Cacao y del Chocolate, Rue de la Tête d’Or, a dos pasos de la Grand Place y enlazamos con la visita de estos lugares. El museo se ha acondicionado en una antigua casa bruselense y el ambiente es muy distendido. La calidad del chocolate belga cuenta con un reconocimiento internacional, de modo que viajamos al universo del praliné y de la tableta, desde sus orígenes hasta el producto acabado. Carteles, vídeos, paneles explicativos, estatuas y objetos varios nos aportan mucha información acerca de la procedencia del cacao, los métodos de fabricación… Un maestro chocolatero nos presenta una demostración de la fabricación de pralinés que podemos degustar. Nos encanta. ¡Los niños lo pasan en grande metiendo galletas spéculoos en una máquina-templadora, llena de chocolate! ¡Y gotea por todas partes! ¡Un placer garantizado, pero no hay que olvidar las servilletas!

Al salir, no nos olvidamos de dedicarnos al shopping chocolateado y compramos algunas cajas de pralinés para los abuelos y los amigos (Galler, Laurent, Gerbaud, Planète Chocolat, Jean-Philippe Darcis)… No falta ni una marca conocida). Un pequeño Manneken Pis que presidirá la estantería, en medio de los juegos de los niños, como recuerdo de nuestra escapada. Al pasar por la Rue Marché aux Charbons, a Raúl le llaman la atención los caramelos. Le llenamos los bolsillos con dos bolsitas de dulces azucarados y de colores, hechos a mano, en Papabubble. Los probaremos en el camino de vuelta.

Vive en familia una aventura medieval en plena naturaleza, en Bruselas

Con motivo de este cumpleaños y siguiendo la recomendación de una pareja de amigos alsacianos recién llegados de un viaje a Bruselas, le hemos prometido a Raúl mostrarle un lugar mágico y lleno de aventuras que forma parte de Sortilège, una actividad lúdica en plena naturaleza, a través de la que viajaremos a otro mundo. Enigmas, juegos de niños y niñas, personajes fantásticos, brujas, caballeros, cabañas, puentes suspendidos… se dan cita en esta actividad que nos depara emociones y sorpresas a lo largo del recorrido temático. Nos quedamos aproximadamente 3 h y podríamos haber podido continuar más tiempo. ¡Una animación excepcional para vivir en familia!

Después de todas estas emociones, se nos ha despertado un poco el apetito. Nos aconsejan tomar un buen bocadillo bio en la Granja Pilifs. Cogemos el autobús 47 para ir a buscar nuestra maletas, cohete incluido, y volvemos a tomar el tren en la Gare du Midi, donde saludamos por una última vez a Tintín (Fresco Tintín en la Gare du Midi). Este pequeño reportero nos ha acompañado a lo largo de un fin de semana en familia, que no estamos dispuestos a olvidar.

Visita también en familia

Texto: Oficina de Turismo de Bruselas. Fotografías: Luis-D. Martínez

 

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