Versión clásica

Tras el lanzamiento oficial de Pokemon GO, el nuevo juego de moda para smartphones, la Oficina de Seguridad del Internauta publica una serie de recomendaciones.

La semana pasada se lanzó un nuevo juego de moda, Pokémon Go. Aunque parezca mentira sí, ciertas cosas están de moda desde el primer minuto de su existencia, y entre ellas está cualquier producto que tenga que ver con los videojuegos de Pokémon.

bulbasaur_en_incibe_peque_0

Fotografía: INCIBE

Además, en este caso resulta ser especialmente novedoso, ya que se basa en la realidad aumentada. Es decir, esas criaturas tan extrañas pueden verse en el salón de casa a través de los smartphones. Pero al margen de que alguien pueda ver un pequeño dragón virtual en su sofá ¿qué riesgos puede implicar este juego? Veámoslo.

Al parecer este verano van a ser muchos los chavales que se animen a dar paseos. Hasta ahora se acusaba a los videojuegos de promover el sedentarismo y de hacer que los chavales no salieran de casa, pero el último juego de moda incita a lo contrario: moverse por todas partes para llegar a diferentes puntos, acumular kilómetros recorridos por la calle (sí, kilómetros) y todo para cazar unas criaturas virtuales bastante extrañas.

Este juego se basa en la geolocalización, es decir, a través del GPS del móvil se ubica a los chavales en el mapa. En ese mapa se muestran diferentes puntos de interés a los que en caso de acudir se pueden obtener diferentes objetos. Estos puntos pueden ser plazas, monumentos, iglesias, placas conmemorativas, etc. Y mientras se acude a estos puntos es posible que el móvil vibre para avisar de que se han topado con un pokémon (esos bichos tan raros que salían en series de dibujos y otros videojuegos). Claro está, si se topan con ellos, los jóvenes deberían cazarlos a través de otra herramienta muy atractiva, la cámara. Gracias a la realidad aumentada se podrá ver al pokémon a nuestro lado a través de la cámara del móvil.

Además, existen unos puntos de interés especiales: los gimnasios. Son lugares en los que se puede entrenar a los pokémon haciéndoles pelear. Además, los jugadores llegan a un punto en el que deben elegir unirse a uno de los 3 equipos disponibles, por lo que estos gimnasios pasan a estar controlados por una de esas 3 facciones, mientras las otras 2 tratarán de ganar peleas allí para hacerse con el control.

Así, tenemos un juego nuevo, que va a ser muy conocido por tratarse de otro más en la saga Pokémon y que además resulta bastante novedoso y atractivo. Como puntos positivos se puede destacar que obliga a hacer ejercicio físico caminando bastante (por ejemplo para incubar huevos de los que nacen algunos pokémon hay que caminar entre 2 y 5 kilómetros) y además permite conocer puntos de interés de los que tal vez los chavales no tenían noticia. Pero esto no implica que no haya aspectos negativos (más allá del «pique» por controlar los gimnasios).

Riesgos

Instalación. Por ahora este juego se ha lanzado sólo para Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos. A pesar de ello, en Internet se encuentra fácilmente la forma de jugarlo desde nuestro país, pero esto implica descargarse la apk (el archivo de instalación del juego) desde repositorios de aplicaciones móviles no oficiales. Se trata de una práctica de riesgo ya que no todos estos repositorios cuentan con la seguridad necesaria y se podría acabar instalando algún tipo de virus en el móvil. De hecho ya se ha alertado de algunos casos de malware asociado a estas copias no oficiales del juego.

Fotografía: INCIBE

Fotografía: INCIBE

Privacidad y geolocalización. En principio no deberían existir riesgos de importancia al respecto. Pero cada jugador define su nombre de usuario (nick), y al “pelear” por los gimnasios y defenderlos, cualquier usuario puede ver ese apodo de quien defiende el gimnasio. Así, un usuario especialmente activo pude estar desvelando la zona en la que vive, ya que defiende los 3-4 gimnasios más cercanos a su casa o a las zonas en las que suele pasar más tiempo.

Tecnoadicción. Como ocurre con cualquier otro juego, es posible que al jugar “se pique” en exceso. A pesar de que este juego obligue a los menores a hacer ejercicio físico andando mucho, no es recomendable que se pasen muchas horas utilizándolo o condicionando otras actividades en función del juego.

Seguridad física. La geolocalización es un punto clave del juego (aunque no siempre es exacta). Si para llegar a un punto concreto es necesario cruzar una calle o llegar al centro de una glorieta puede que algún jugador (especialmente a los más jóvenes) se le ocurra acabar saltándose todas las normas de seguridad vial. Otro ejemplo de estos riesgos es el de estos atracadores que utilizaron el juego para conseguir víctimas.

Compras. La aplicación permite comprar diferentes objetos que ayudan en el juego. Aunque esas compras se hagan con pokémonedas, éstas se consiguen con dinero real. Estos pagos se hacen a través de las plataformas de pago integradas en las tiendas oficiales de apps, y dado que aún no se ha lanzado en España es posible que actualmente no se puedan realizar compras. Pero, en el momento en que se ponga en marcha en nuestro país, este riesgo será real.

Comportamiento inadecuado. Se corre también el riesgo de que el comportamiento en el juego deje de ser tan amigable. Desde vigilar con demasiado celo que nadie ataque un gimnasio hasta modificar el nombre de los pokémon tratando de ser ofensivo o incluir amenazas (es de las pocas modificaciones que puede hacer el jugador y además se cuenta sólo con 12 caracteres, pero es posible).

Riesgos futuros. Este juego se encuentra en una fase inicial (sólo hace una semana que se ha lanzado), pero sus creadores ya han anunciado algunos de los cambios que tarde o temprano añadirán. Entre ellas destaca una mayor interacción entre jugadores, lo cual abriría la puerta a riesgos de contacto con otras personas (por ejemplo el ciberbullying en caso de que este contacto no tenga una finalidad positiva).

Buenas prácticas

Esperar a que el juego se lance en España. No hay que ser tan ansioso, el juego no tardará en estar disponible en España (a lo largo de este mes seguramente) y se podrá descargar desde los sitios oficiales. De este modo podremos asegurarnos de su seguridad y de que en los dispositivos no haya más “bichos” extraños que los pokémon que se cacen.

Fotografía: INCIBE

Fotografía: INCIBE

Utilizar un nombre de usuario que no les identifique. Para evitar que cualquiera sepa si el menor juega mucho a este juego o que siguiendo el rastro de los gimnasios que defiende se pueda averiguar la zona en la que vive o en la que pasa muchas horas jugando, es recomendable que el nombre de usuario elegido no sea fácilmente relacionable con el menor.

Establecer tiempos y momentos de uso. Para evitar un uso excesivo es recomendable que se acuerden desde un inicio los momentos en que se puede usar el juego y una limitación al cabo del día. Las aplicaciones de control parental pueden resultar de ayuda en este aspecto. Además, es recomendable que se conciencie a los menores sobre la importancia de supeditar el juego al resto de actividades que se estén haciendo. De otro modo un simple paseo podría ser una constante discusión porque cada 50 metros podrían querer pararse para cazar la criatura que haya aparecido en ese momento.

La seguridad vial es lo primero. Ya son varios los cuerpos de policía que han advertido sobre los riesgos que suponen andar por la calle mirando sólo a la pantalla del móvil. La realidad aumentada es algo novedoso y llamativo, pero no se debe olvidar que no es más que unas imágenes incrustadas en la realidad en que vivimos, y en esa hay carreteras, coches, semáforos, socavones, carriles-bici, otras personas… Por más que los chavales lleguen a meterse en el juego se les debe recordar que lo primero es mirar por dónde andan y evitar accidentes. Además, hay que incidir en que si para llegar a un punto en concreto es necesario saltarse las normas de seguridad (por ejemplo cruzar 3 carriles para llegar al centro de una glorieta), es mejor buscar otro de los muchos puntos de interés que hay en el juego.

Limitar las posibilidades de compra. Es necesario que los menores no puedan realizar compras por su cuenta y automáticamente. Configurar correctamente las opciones de pago es necesario, tanto controlando las tarjetas y cuentas como el acceso a las mismas a través de contraseñas que los chavales no deben conocer.Ser respetuoso y tomarse el juego como lo que es. Debemos recordar a nuestros hijos que los juegos están para divertirse, no para obsesionarse ni para acabar peleándose con nadie. Por eso su comportamiento debe ser respetuoso a pesar de la competición que puedan tener en marcha con otras personas.

Mantenerse al tanto de los cambios. Dado que ya se han anunciado cambios en el juego para futuras fechas, es necesario estar alerta de cómo se llevan a cabo. Una buena forma de hacerlo es hablar con los chavales y que nos cuenten las novedades. Así mataremos dos pájaros de un tiro (o los atraparemos con una misma pokebola), por un lado nos enteraremos de esas novedades y por otro mantendremos abiertos los canales de comunicación con ellos para tratar los temas relacionados con seguridad y tecnología.

Aunque estas son las más destacables por ahora, se pueden encontrar otras recomendaciones y normas de uso en la web de los desarrolladores.

Y por vuestra parte, ¿ya os habéis enfrentado a alguno de estos problemas? ¿Cómo valoráis el balance entre los aspectos positivos y negativos de este juego? Contadnos vuestra experiencia aquí o en nuestro formulario y ¡nos vemos en los gimnasios Pokémon!

Fotografía: INCIBE

Fotografía: INCIBE

 

Utilizamos cookies

Este sitio web utiliza cookies para medir y obtener datos estadísticos de la navegación de los usuarios, y que el visitante tenga la mejor experiencia de usuario. Puedes configurar y aceptar el uso de cookies a continuación.

Más información
Configuración Aceptar todas