Si en 2012 la Tomatina fue un gazpacho y en 2013 fue zumo de tomate por la lluvia, las altas temperaturas de este miércoles han convertido Buñol en una olla de tomate frito.
Cerca de 22.000 personas (2.000 más que el año pasado) se han empleado a fondo para triturar 140.000 kilos de la roja hortaliza –y lanzarla por los aires- desde las 11.00 de la mañana, como es tradicional. No han faltado en este clásico Babel veraniego los disfraces, las pelucas ni las camisetas con la marca de la fiesta que, por segundo año consecutivo, es de pago.
El municipio valenciano acoge cada año a miles de extranjeros llegados de las antípodas para ver una fiesta declarada de Interés Turístico Internacional. Los australianos han sido en esta 69 edición los más numerosos (12,4%), seguidos de los británicos (11,7%) y los japoneses (10,17%), que han traído a esta pegajosa batalla sus disfraces de samuráis y de Power Rangers.
Fuente, fotografía y más info: http://latomatina.info