Es verde, es natural, es pura adrenalina. La región de Snowdonia al norte de Gales sabe cómo hechizar a los enamorados del turismo activo y los grandes paisajes. Si ya tenía una divertida oferta de actividades al aire libre, ahora se sube al podio de los número uno con la inauguración de Surf Snowdonia, un lago con una revolucionaria tecnología española. Un aperitivo para llenarse de energía y seguir explorando una zona en la que la verde naturaleza y sus montañas están custodiadas por un anillo de castillos al borde del mar.
Snowdonia exhibe su derroche de encantos naturales, sus ríos, montañas, cascadas de agua, bosques y vida salvaje junto a una serie de atracciones que dejan sin aliento a los amantes de emociones regadas con adrenalina de la buena. Y en julio habrá una razón más: Surf Snowdonia, un lago artificial tamaño campo de fútbol multiplicado por seis, con el que revalida con sobresaliente su título de Capital del Turismo de Aventura en una de las zonas más excitantes del mundo para vivir experiencias únicas de outdoor. Lo ha hecho posible la empresa de ingeniería española Instant Sport, creada por entusiasmados surfistas, y la responsable de Wavegarden, una marca que comercializa esta revolucionaria tecnología para originar oleaje artificial y, con el permiso de Neptuno, robar al mar la pasión por el surf. Olas de tres alturas y fuerza diferente que permiten tres niveles de deslizamiento con el que todo visitante se pueda sentir un campeón de la tabla. En el propio lago y en las instalaciones que le rodean en Conwy Valley, también se puede practicar una serie de actividades (kayak, yoga, aquagym, natación…), asistir a demostraciones de algunos campeones mundiales de surf o relajarse en su café y restaurante acristalado para no perder detalle de lo que ocurre al aire libre.
Convertirse en Halcón Peregrino
El Conwy Valley se encuentra a muy poca distancia del pico Snowdon, el más alto de Gales, en el Parque Natural de Snowdonia, un escenario natural que apenas ha cambiado su aspecto desde la última Edad de Hielo. Disfrutar de todo ello a vista de pájaro es una de esas experiencias que quitan el hipo y se puede hacer realidad en estos bellos parajes. Con la inauguración del verano pasado del Zip World Titan en Llechwedd, que complementa a la Zip World Velocity en Bethesda, esta red de tirolinas de última generación, se ha convertido en la más larga del Hemisferio Norte mundial. Y si el Halcón Peregrino, oriundo de esta zona, no tiene nada que objetar, ya se puede sobrevolar durante ocho largos kilómetros un paisaje que desafía al tiempo y que se muestra casi como en los primeros días de su creación.
Razones y más razones para incluir la región de Snowdonia y toda su excitante oferta, en una de las mecas mundiales de turismo activo. Por sus valles, ríos, gargantas y montañas se puede practicar mountain bike, escalada, barranquismo, senderismo, rafting, o deslizarse por los trampolines y mallas de algunas de sus cuevas, antiguas minas de pizarra como la divertida instalación que recorre el interior de la Blaenau Ffestiniog, otra de las top experiences que hacen respirar hondo.
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Un pedazo de mediterráneo
El agua es más que un elemento natural en Snowdonia, no sólo la que corre por el interior, sino la que ha modelado los espectaculares paisajes de su costa, como la península de Lleyn y el Litoral Cámbrico que sube desde el sur de Gales. Un salto al océano y … ¿apetece un paseo por la Riviera italiana? Cúpulas, campanarios, jardines colgantes, pórticos y columnatas, edificios de color pastel asoman entre los árboles que dan paso a las colinas. Podrían ser parte habitual del paisaje de tantos puertos del Mare Nostrum pero, no nos engañemos, estamos en Portmeirion, el sueño de un arquitecto esteta y visionario: Sir Clough Williams-Ellis (1925-1976) quién quiso crear, y desde luego lo consiguió, un lugar de verdadera calma, belleza e inspiración donde reposar el alma y que ésta apenas goce de otra preocupación que la de pensar en obras de arte.
Un rey fortificado
No lejos del colorido Portmeirion y sin salir del norte de Gales y sus costas, la sólida red de fortificaciones del rey Eduardo I en el antiguo principado de Gwynedd sigue dejando boquiabiertos por su increíble estado de conservación y la solidez y monumentalidad de sus fieros contornos.
Como Conwy, el imponente Caernarfon, en la desembocadura del Seiont, es casi una ciudad amurallada, y su silueta nos recuerda que es el marco donde se hace la investidura del Príncipe de Gales, ya que el primero de su historia nació en esta regia fortaleza en 1284. James de Saint George, el mejor ingeniero militar de la época, nombrado Maestro de las Reales Obras, levantó éstos y otros fuertes y castillos como Harlech y Beaumaris siguiendo las indicaciones del monarca. Toda esta arquitectura militar defensiva sigue siendo hoy tan valiosa en su diseño y estructura, que este conjunto ha sido reconocido como bien cultural por parte de la UNESCO.
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