Con 7.000 años de historia y uno de los mejores climas de Europa a dos horas de vuelo ¡te está esperando un destino de cine!
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Madrid, 1 de diciembre de 2024. Ubicada en la costa noreste de Malta se encuentra Sliema, un lugar que ha logrado consolidarse como una de las ciudades más cautivadoras del archipiélago maltés. Su combinación de patrimonio histórico, modernidad y vida social la convierten en un destino multifacético en el Mediterráneo, ideal para quienes buscan una experiencia culturalmente rica y diversa.
Un refugio costero con historia
El nombre ‘Sliema’, derivado del maltés que significa ‘paz’, refleja su origen como un tranquilo pueblo de pescadores, aunque su evolución la ha convertido en un centro de energía y actividad.
El auge de la ciudad comenzó en el siglo XIX cuando los británicos, fascinados por su litoral, construyeron lujosas residencias de verano que aún hoy marcan el paisaje urbano. Entre los ejemplos más destacados se encuentra la Villa Bonici, una majestuosa villa de estilo barroco construida en 1872 que fue testigo de la prosperidad colonial.
Pero la ciudad no solo preserva su encanto histórico a través de estas construcciones, sino que también lo hace gracias a lugares como su famoso paseo marítimo, The Ferries, que miran hacia el sur y ofrece unas bonitas vistas del Mediterráneo y La Valletta, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
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Dinámica, cosmopolita y llena de vida
Sliema es un imán para turistas de todo el mundo, que se ven atraídos por el perfil cosmopolita que reflejan sus elegantes calles comerciales. Tower Road y Bisazza Street son puntos neurálgicos para los amantes de la moda, con tiendas que ofrecen marcas globales o boutiques exclusivas de diseñadores malteses como Charles & Ron, conocidos por sus colecciones de alta costura inspiradas en la cultura local.
Aunque si hay algo por lo que la ciudad es realmente conocida es por su animada vida nocturna, al igual que sus distritos vecinos St. Julian’s y Paceville, dos de los epicentros más bulliciosos de la noche maltesa.
En Sliema se pueden encontrar elegantes clubes y bares como Skybar, con impresionantes vistas al Mediterráneo, discotecas como Club Havana y Barcode, o legendarios espacios de música electrónica como Gianpula Village. Todos ellos son espacios en los que disfrutar de “la ciudad que nunca duerme” degustando cócteles exóticos o cervezas artesanales al ritmo de la mejor música.
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El mar como protagonista
El origen del nombre de Sliema no es casualidad. Y es que esa paz que bautizó a la ciudad hace siglos todavía se conserva gracias a uno de sus mayores atractivos: el entorno natural. Bañada por aguas cristalinas, la ciudad se presenta como uno de los mejores spots del archipiélago maltés para practicar deportes acuáticos. Actividades como el esnórquel, los paseos en kayak y el buceo permiten a los visitantes explorar las maravillas del Mediterráneo. Además, su puerto es el punto de partida perfecto para excursiones en barco hacia las islas de Gozo y Comino, donde la célebre Laguna Azul ofrece paisajes paradisíacos que no dejan a nadie indiferente.
Esta ciudad es una combinación diversa y completa de historia, cultura, naturaleza y entretenimiento. Su mezcla de lo antiguo y lo moderno, junto con su vibrante vida social y su belleza costera invita a descubrir cada uno de sus rincones.