Síria y el Molino de Abajo de Vegas del Condado este 2 de octubre

El próximo sábado 2 de octubre se celebrará la cuarta edición de estas SECUENCIAS en un vejo molino del siglo XVIII.

El próximo 2 de octubre, a las 18:30, se celebra la SECUENCIA IV de la Fundación Cerezales Antonino y Cinia: una intervención sonora en el exterior de un molino, de la mano de Síria (Diana Combo). Habrá aforo limitado y controlado por una invitación gratuita que puede obtenerse en fcayc.org a partir del 27 de septiembre.

SECUENCIAS es un ciclo de intervenciones sonoras en el espacio, en el que la Fundación Cerezales Antonino y Ciniainvita a distintos músicos y artistas sonoros a realizar composiciones sitespecific que suenen en lugares concretos e interaccionen con los elementos espaciales. Los artistas investigan, con sus propias herramientas, cómo sonar en _y con_ un espacio determinado.

Hasta este momento esos espacios han incluido el hall de la Fundación o una cantera. El próximo sábado 2 de octubre se celebrará la cuarta edición de estas SECUENCIAS en un vejo molino del siglo XVIII. La artista sonora Diana Combo, a través de su proyecto Síria, ha trabajado en una secuencia específica para el espacio, con su voz, discos vinilos, grabaciones de campo instrumentos y otras fuentes de sonido. Desde 2007, ha estado explorando el sonido y la música en muchos contextos creativos, a menudo multidisciplinarios. Moviéndose a través de la academia (Licenciatura en Imagen y Sonido, Máster en Artes Musicales), en su país de origen, Portugal y en el extranjero, ha estado combinando una perspectiva conceptual en la creación de trabajos sonoros con espíritu DIY para lograr un enfoque emocionante y experimental para la producción y grabación de audio.

Utilizando prácticas de turntablism y apropiación de sonidos, edición y diseño de sonido, composición e interpretación, instalación y video, entre otros, su trabajo equilibra la narración popular con el ruido y los paisajes sonoros improvisados.

El Molino de Abajo de Vegas del Condado

De los tres molinos que daban a Vegas casi 3000kg de harina al año, en 1950 estaban en funcionamiento dos, el molino de Arriba y el de Abajo. Hoy ambos se mantienen en pie, pero con las piedras de moler desmontadas y sin concesión de agua desde hace varios años. Rodeados de maíz y con el recuerdo del lúpulo y la menta, tampoco vemos el trigo ni el centeno que proveían de grano a dichos molinos.

Con telarañas y asilvestrada, la maquinaria de madera se quedó estancada en un instante. Ventanas abiertas de par en par, balanzas que pesan el aire, un antiguo patio que ahora es una pradera abierta. Pilares de ladrillo y muros de piedra del río cercano. Una rueda al descubierto esperando a girar.

La pervivencia del molino en la lírica popular nos habla del trabajo, del trigo, de la desconfianza. El molinero y la molinera no abren las puertas a cualquiera: intentamos descifrar las palabras que hablan de ellos en clave de ritmo y repetición. Rebuscamos en el archivo y escuchamos voces familiares y desconocidas que cantan desde distintos lugares. En diferentes lenguas, con cadencias similares. Asturleonés, mirandés, castellano, portugués. Cantos que se entremezclan y desvelan el porvenir, rebotando en la piedra y la madera.

Entender el agua que atravesaba esos arcos es mirar hacia la desembocadura. Revivir el ciclo entonando una rueda, cualquiera que gire y dé una nota desde la que empezar: rueca, bicicleta, carro, molino. Escuchar cómo suena hoy, aquí, ahora. Cantar mirando el reflejo.

La actuación de Síria será en la pradera exterior del molino. No habrá sillas, sino que se establecerán zonas por grupos de convivencia donde el público podrá colocar su propia silla, manta o similar. La entrada es con invitación previa.