Fiesta declarada de Interés Turístico Nacional desde 1968. Consiste en la exposición, venta y regalo de huevos pintados artesanalmente, cuyos dibujos de figuras y escenas típicas van acompañados de frases, símbolos, etc, en colores vivos y variados. A este aspecto se añade la gastronomía y el folclore: sidra, meriendas, canciones, danzas, para terminar a altas horas de la noche con la típica verbena.
Desde primera hora de la mañana el entorno más histórico y céntrico de Pola de Siero se llena de puestos engalanados para la ocasión en los que se pueden contemplar y adquirir Huevos Pintos, con decoraciones y tamaños muy variados, aunque la mayoría incluyen en su artístico diseño motivos alusivos a la cultura tradicional asturiana. Esta evento se celebra siempre el martes siguiente al Domingo de Pascua y ha sido declarada Fiesta de interés turístico.
Un momento muy especial, es la Bendición de los Huevos Pintos en la plaza del Ayuntamiento, y a partir de ese instante corre la sidra, la buena gastronomía, y se suceden hasta la madrugada, las muestras de folclore asturiano.
La tradición de los Huevos Pintos es de incierto origen y tiene varios siglos, concretamente en Siero se ha transmitido de forma oral de generación en generación.
Los orígenes de la fiesta no son del todo exactos. Se dice que procede del Oriente, pero también se le puede suponer un carácter religioso o secuela de alguna tradición religiosa. Así mismo se relaciona la costumbre de pintar huevos con la llegada en el siglo XIX de gentes procedentes de otros países de Europa a trabajar en las minas del concejo, dado que fue en Siero donde se descubrieron los primeros yacimientos de hulla asturianos.
Así, podemos encontrar esta costumbre en países como Francia, Rusia, Inglaterra, Alemania, Grecia y en diversas regiones españolas.