En el país confluyen eventos religiosos y planes de aventura para todos los gustos.
Gracias a su ubicación geográfica, casi cualquier época del año es buena para visitar Malta.
Sin lugar a duda, Semana Santa es una de las mejores temporadas, ya que el clima en el archipiélago es suficientemente agradable como para poder disfrutar de sus playas o hacer planes al aire libre, y además se puede disfrutar del gran número de celebraciones que se realizan en torno a esta tradición religiosa.
Debido a que Malta es un país de creencias muy arraigadas, es mundialmente conocido por sus celebraciones, en las que se involucra gran parte de la población local. Numerosas procesiones se celebran en las calles del archipiélago, siendo las ciudades de Vittoriosa, Senglea y Cospicua donde se vive más intensamente este periodo litúrgico y en las que se llevan a cabo actividades muy llamativas para los turistas.
Las fiestas de Semana Santa comienzan el Viernes de los Dolores con la procesión de la imagen de Nuestra Señora de los Dolores por las calles de Valletta y otras localidades cercanas a la capital. Pero es el Domingo de Ramos el día que marca el comienzo de forma oficial con la representación del vía crucis. El Jueves Santo los fieles suelen hacer el recorrido denominado “las siete visitas”, que consiste en visitar siete de las 356 iglesias del archipiélago, todas ellas decoradas especialmente para la ocasión.
La iglesia que más se visita es la Basílica de Santo Domingo en Valletta, en la que se representa la mesa de la última cena -acción establecida desde 1784-, y que tiene como principal objetivo donar alimentos a quienes más los necesitan. Otras visitas imprescindibles son la Catedral de San Pablo en Mdina y la Concatedral de San Juan, donde se encuentra “La decapitación de San Juan”, la obra más importante del reconocido pintor italiano Caravaggio.
El Viernes Santo el ambiente se vuelve más lúgubre para conmemorar la pasión y muerte de Cristo, y los malteses salen a las calles vestidos con trajes de época para unirse a las procesiones que desfilan al ritmo de bandas musicales locales. El Sábado Santo miles de velas y faroles se convierten en los protagonistas de la noche, y el Domingo de Resurrección la alegría vuelve a las calles con la procesión del Cristo Resucitado. El día de Pascua, por lo general, los malteses lo pasan en familia o con amigos y tienen por tradición regalar a los niños el dulce típico maltés de Semana Santa, el “figolla”, un pastelito de almendras recubierto de azúcar glass y decorado con un huevo de chocolate.
Infinidad de planes culturales y de aventura
Pasar la Semana Santa en Malta también es una gran opción para quienes van en busca de aventura o diversión, ya que el país tiene mucho que ofrecer: desde hacer montañismo hasta recorrer los parajes de las islas a caballo, en bicicleta o en jeep, se puede realizar un sinnúmero de actividades en medio de la naturaleza.
Asimismo, en esta época ya se puede comenzar a disfrutar de las playas y piscinas naturales o hacer deportes acuáticos. La isla de Gozo es conocida por ser uno de los mejores lugares en el mundo para la práctica de buceo por la claridad de sus aguas y por sus fondos marinos, que albergan espectaculares tesoros arqueológicos para descubrir.
Por otra parte, Malta también está consolidado como un destino ideal para los amantes de la historia, la cultura y la arqueología. Varias teorías afirman que el país pudo haber sido parte de la ciudad perdida de Atlántida y está caracterizado por una riqueza arquitectónica impresionante: varios de sus emplazamientos han sido proclamados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, como la ciudad de Valletta, el Hipogeo de Hal Saflieni y los Templos Megalíticos de Gjantija, Hagar Qim, Tarxien, entre otros.
De esta forma, viajar a Malta en Semana Santa es sumergirse en un ambiente de festividad en el que se fusionan las tradiciones religiosas con la más completa oferta de opciones de entretenimiento, cultura y ocio que hacen que se pueda disfrutar a plenitud de la estancia en el archipiélago.
Malta, el secreto mejor guardado del Mediterráneo
Con 7.000 años de historia y uno de los mejores climas de Europa a dos horas de vuelo ¡te está esperando un destino de cine!
Las Islas Maltesas –Malta, Gozo y Comino- ofrecen grandes atractivos. Desde sitios arqueológicos, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO… infinidad de rincones que fueron elegidos para filmar películas como Troya, Gladiator, Munich, El Conde de Montecristo, Vicky el Vikingo, Ágora o la serie Juego de Tronos.
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