Un cargador común es un verdadero beneficio para nosotros como consumidores, y también ayudará a nuestro medio ambiente. El cargador común mejorará la comodidad de los consumidores, reducirá la huella ambiental asociada con la producción y eliminación de cargadores y, al mismo tiempo, mantendrá la innovación.
Desde ese 2025 todos los teléfonos móviles, tabletas y cámaras que se vendan en la UE deberán incorporar un puerto de carga USB tipo C. A partir de la primavera de 2026, la obligación se extenderá a los ordenadores portátiles. Esta iniciativa se enmarca en una estrategia más amplia de la UE encaminada a reducir los residuos electrónicos e informar a los consumidores de manera que puedan tomar decisiones más sostenibles.
Ya no será necesario un cargador diferente para cada dispositivo nuevo. Gracias a la legislación aprobada, los consumidores podrán utilizar un único cargador para una variedad de aparatos electrónicos portátiles de formato pequeño y mediano de nueva adquisición, que deberán llevar integrado un puerto USB tipo C.
Con independencia del fabricante, la obligación se aplicará a todos los teléfonos móviles, las tabletas, las cámaras digitales, los auriculares, los libros electrónicos, los teclados y los ratones, así como las consolas de videojuegos, altavoces, sistemas de navegación y ordenadores portátiles.
Todos los dispositivos que permiten la carga rápida tendrán la misma velocidad de carga, lo que permitirá a los usuarios cargarlos a la misma velocidad con cualquier cargador compatible.
Fomentar la innovación tecnológica
Ante el avance de la carga inalámbrica, la Comisión Europea tendrá que armonizar los requisitos de interoperabilidad y evitar así un perjuicio a los consumidores y al medio ambiente. Esta medida permitirá asimismo erradicar el «bloqueo tecnológico», por el que un consumidor se vuelve cautivo de un fabricante concreto al adquirir uno de sus dispositivos.
Consumidores mejor informados y más libres
Los dispositivos deberán venir con etiquetas explicativas sobre sus características de carga, para permitir a los consumidores comprobar fácilmente si los cargadores que ya tienen son compatibles y decidir si, al adquirir un nuevo producto, quieren o no cargador.
Gracias a la mayor reutilización de los cargadores impulsada por la nueva normativa, los consumidores se ahorrarán hasta 250 millones de euros al año en compras innecesarias de estos aparatos. Los cargadores que terminan en el cubo de la basura o en un cajón equivalen a unas 11 000 toneladas de residuos electrónicos anuales en la UE.
El acuerdo alcanzado por los colegisladores confirma y amplía la propuesta de la Comisión
Desde 2024, todos los nuevos teléfonos móviles portátiles, tabletas, cámaras digitales, videoconsolas portátiles, cascos, auriculares, altavoces portátiles, lectores electrónicos, teclados, ratones, sistemas portátiles de navegación y miniauriculares tendrán que estar equipados con un puerto de carga USB-C. Los ordenadores portátiles tendrán de plazo hasta 2026.
Aprovechando el poder del mercado único, estas esperadas normas nuevas traerán consigo un ahorro de recursos y de CO2, al tiempo que permiten la innovación tecnológica.
Margrethe Vestager, vicepresidenta ejecutiva para una Europa Adaptada a la Era Digital, ha declarado: «Se acabaron los cajones llenos de cargadores de distintos tipos. Un cargador común es un verdadero beneficio para nosotros como consumidores, y también ayudará a nuestro medio ambiente. Por lo tanto, acogemos con satisfacción el acuerdo alcanzado hoy sobre un cargador común tras la rápida conclusión de las negociaciones entre los colegisladores».
Thierry Breton, comisario de Mercado Interior, ha declarado: «Es de sentido común tener un cargador común para los numerosos dispositivos electrónicos de nuestra vida cotidiana. Gracias a nuestro firme compromiso político, se ha logrado un acuerdo en menos de nueve meses. Los consumidores europeos podrán utilizar un único cargador para todos sus dispositivos electrónicos portátiles: un gran paso para aumentar la comodidad y reducir los residuos. El acuerdo alcanzado esta mañana supondrá un ahorro anual de unos 250 millones de euros para los consumidores. También permitirá que las nuevas tecnologías, como la carga inalámbrica, se desarrollen y maduren, sin que esa innovación suponga una fuente de fragmentación del mercado ni molestias para los consumidores.»
Se armonizarán el puerto de carga y la tecnología de carga rápida: para empezar, el USB-C será el puerto común, lo que permitirá a los consumidores cargar sus dispositivos con el mismo cargador USB-C, independientemente de la marca del dispositivo. Al mismo tiempo, armonizar la tecnología de carga rápida ayudará a evitar que los distintos fabricantes limiten injustificadamente la velocidad de carga y contribuirá a garantizar que la velocidad de carga de un dispositivo sea la misma con cualquier cargador compatible. Estas normas se aplicarán ahora a una serie de dispositivos electrónicos, los cuales se han mencionado anteriormente. Es posible que se incluyan más productos en el futuro a raíz de la evaluación periódica del mercado por parte de la Comisión.
Se venderán por separado los cargadores y los dispositivos electrónicos: los consumidores podrán adquirir un nuevo dispositivo electrónico sin un cargador nuevo. Con ello se limitará el número de cargadores no deseados adquiridos o que se quedan sin utilizar. Los resultados obtenidos y la posible ampliación de las medidas a los cables se evaluarán durante la ejecución.
Mejor información para los consumidores: los fabricantes tendrán que facilitar información pertinente sobre el rendimiento de carga, incluida información sobre la potencia requerida por el dispositivo y si admite carga rápida. Esto facilitará que los consumidores comprueben si los cargadores que ya tienen cumplen los requisitos de su nuevo dispositivo o les ayudará a seleccionar un cargador compatible.
Preparar el camino para soluciones de carga inalámbrica armonizadas: dado que la tecnología está evolucionando rápidamente y con el fin de limitar una posible fragmentación del mercado en el futuro, la Comisión evaluará las diferentes tecnologías disponibles con vistas a una posible armonización más adelante y solicitará a las organizaciones europeas de normalización que la solución adecuada se traduzca en una norma armonizada.
El acuerdo alcanzado hoy también garantiza que las soluciones de cargador común puedan implementarse sin demora, especialmente teniendo en cuenta las soluciones tecnológicas ampliamente disponibles y el tiempo suficiente que ya se ha concedido a la industria para adaptarse. Por lo tanto, se establece un período transitorio de 24 meses a partir de la adopción oficial para que el cargador común sea una realidad para todas las personas, aplicable a todas las categorías de productos incluidas en el ámbito de aplicación, a excepción de los ordenadores portátiles, que se beneficiarán de 40 meses.
La solución de la «carga común»
Dos modificaciones de la Directiva 2014/53/UE sobre equipos radioeléctricos introducen la solución de «tarificación común»:
la Directiva (UE) 2022/2380 Definición de los requisitos de la solución de «carga común»
Reglamento Delegado (UE) 2023/1717 de la Comisión, actualizando las referencias a las especificaciones técnicas para la carga por cable.
Los requisitos de «carga común» se aplicarán a todos los teléfonos móviles portátiles, tabletas, cámaras digitales, auriculares, cascos, altavoces portátiles, consolas de videojuegos portátiles, lectores electrónicos, auriculares internos, teclados, ratones y sistemas de navegación portátiles a partir del 28 de diciembre de 2024. Estos requisitos también se aplicarán a los ordenadores portátiles a partir del 28 de abril de 2026. Estos períodos de transición darán a la industria tiempo suficiente para adaptarse antes de la entrada en vigor. Los elementos principales son los siguientes.
Un puerto de carga armonizado para dispositivos electrónicos
El puerto USB-C será el puerto común, lo que permitirá a los consumidores cargar sus dispositivos con cualquier cargador USB-C, independientemente de la marca del dispositivo.
Tecnología de carga rápida armonizada
La armonización ayudará a evitar que distintos fabricantes limiten injustificadamente la velocidad de carga y contribuirá a garantizar que la velocidad de carga sea la misma al utilizar cualquier cargador compatible con un dispositivo.
Separar la venta de un cargador de la venta del dispositivo electrónico
Los consumidores podrán comprar un nuevo dispositivo electrónico sin un nuevo cargador, lo que limitará el número de cargadores en el mercado o que queden sin usar. Se estima que la reducción de la producción y eliminación de nuevos cargadores reducirá la cantidad de residuos electrónicos en 980 toneladas al año.
Información visual y escrita mejorada para los consumidores
Los fabricantes deberán proporcionar información visual y escrita pertinente sobre las características de carga, incluida información sobre la potencia que requiere el dispositivo y si admite la carga rápida. Esto ayudará a los consumidores a comprender si sus cargadores actuales cumplen los requisitos de su nuevo dispositivo y/o les ayudará a seleccionar un cargador compatible. En combinación con las otras medidas, esto ayudará a los consumidores a limitar el número de nuevos cargadores adquiridos y a ahorrar al menos 250 millones de euros al año en compras innecesarias de cargadores.
Descarga el pictograma de alta resolución (establecido en la Directiva (UE) 2022/2380 – Anexo Ia Parte III) que indica que no se incluye un dispositivo de carga con el equipo de radio
Descarga el pictograma de alta resolución (establecido en la Directiva (UE) 2022/2380 – Anexo Ia Parte III) que indica que el equipo de radio incluye un dispositivo de carga
Descarga la etiqueta de alta resolución (establecida en la Directiva (UE) 2022/2380 – Anexo Ia Parte IV) que muestra las especificaciones de las capacidades de carga del equipo de radio y los dispositivos de carga compatibles
Orientación para la interpretación de la Directiva sobre cargadores comunes
Esta guía proporciona respuestas a las preguntas más frecuentes sobre el cargador común, con el objetivo de garantizar una interpretación y aplicación uniformes de la Directiva (UE) 2022/2380.
Próximos pasos
Los requisitos mencionados anteriormente se aplicarán a una amplia gama de dispositivos electrónicos. Esta gama podrá ampliarse en el futuro, tras la evaluación periódica del mercado por parte de la Comisión. La Comisión revisará las categorías de equipos radioeléctricos que pueden cumplir los requisitos de «carga común» tres años después de la entrada en vigor de la Directiva y cada cinco años a partir de entonces.
Además, cuatro años después de que la Directiva entre en vigor, la Comisión informará si se debe considerar la ampliación a los cables de los requisitos de disociación y/o la disociación obligatoria basándose en la experiencia adquirida con la disociación de los dispositivos de carga.
Además, la tecnología de carga inalámbrica aún está en desarrollo y actualmente muestra un bajo nivel de fragmentación y un buen nivel de interoperabilidad entre las diferentes soluciones. Por lo tanto, parece prematuro establecer requisitos obligatorios. Sin embargo, para sentar las bases para una solución de carga inalámbrica armonizada y limitar la posible fragmentación futura del mercado, la Comisión evaluó las diferentes tecnologías disponibles en vista de una posible armonización futura (véase el informe del estudio de 2024 sobre tecnologías de carga inalámbrica).). También solicitaremos a los organismos europeos de normalización que traduzcan la solución adecuada en una norma armonizada a más tardar el 28 de diciembre de 2024.
Por último, para complementar la solución de carga común, conseguiremos la interoperabilidad en el lado de la fuente de alimentación externa que se conecta a una toma eléctrica de la pared. El Reglamento de Diseño Ecológico (2019/1782) regula estas fuentes de alimentación externas. La Comisión está revisando este Reglamento de Diseño Ecológico para, entre otras cosas, promover la interoperabilidad introduciendo los requisitos correspondientes y proporcionar a los consumidores información relacionada con la fuente de alimentación externa.
Estas dos iniciativas son, por tanto, complementarias y su combinación proporcionará al cargador común un marco legislativo sólido.