El proyecto ha permitido poner en valor el patrimonio, la historia y la singularidad de la zona norte de la capital.
El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Santander, Javier Ceruti, ha mostrado su satisfacción por el trabajo que se ha realizado en el programa “Santander, Punto de Encuentro Patrimonial” integrado en el plan de reactivación económica “Santander a punto”. ‘Mirando al Mar. Cabo Mayor: Un emplazamiento estratégico desde la Prehistoria hasta nuestros días’, y ‘Pescadores, Piratas y Soldados. La historia al abrigo de la ensenada de la Maruca’, son las dos nuevas rutas culturales de la ciudad que nacen de este proyecto.
“Estamos hablando de nuevas rutas culturales que además van a enriquecer también la oferta turística de la ciudad. Tras este proyecto entregamos a Santander dos nuevos activos de los que creo que vamos a poder sacar mucho partido en el futuro”. Según recuerda el edil de Cultura estas dos rutas culturales que ponen en valor el patrimonio, la historia y la singularidad de la zona norte de la capital son fruto del trabajo de la empresa cántabra Tanea Arqueología, especializada en gestión de proyectos sobre patrimonio cultural.
A través del proyecto “Santander, Punto de Encuentro Patrimonial” se ha realizado un proceso de documentación de todos los bienes catalogados oficialmente, tanto por el Ayuntamiento de Santander como por el Gobierno de Cantabria, combinándolo con la búsqueda y recopilación de vivencias que constituyen el patrimonio inmaterial de esos barrios. Tanea Arqueología ha trabajado junto a las asociaciones vecinales para garantizar que las rutas respeten las señas de identidad de estas zonas y permitan conocer las formas de vida de los habitantes actuales y sus antepasados.
La ruta ‘Mirando al Mar. Cabo Mayor: Un emplazamiento estratégico desde la Prehistoria hasta nuestros días’ se centra en conocer los usos tradicionales para la explotación de recursos (marisqueo, pesca, materias primas) y los asentamientos ocasionales en la Prehistoria. También descubre la evolución del promontorio para el control de la navegación y la importancia de este emplazamiento estratégico para la defensa de la ciudad en los distintos conflictos bélicos: la invasión inglesa, la Guerra de Independencia, las Guerras Carlistas, la Guerra Civil…
La ruta ‘Pescadores, Piratas y Soldados. La historia al abrigo de la ensenada de la Maruca’ contempla yacimientos prehistóricos, hábitos de pesca y cultivo y construcciones defensivas como la Batería de San Pedro y el Castillo de Corbanera. El itinerario destaca la vida en torno a la pequeña ensenada de la Maruca, que se ha desarrollado a lo largo de su historia entre la lucha por la supervivencia básica, que para muchos estaba en el mar, y la resistencia contra los peligros que amenazaban a la población desde la costa.
Ya en diciembre se han realizado experiencias piloto con la organización de estas dos rutas y la participación de vecinos de Santander y de otros municipios, siguiendo como es lógico todos los protocolos sanitarios.
En esta ocasión se ha elegido la zona norte para colaborar en el fortalecimiento de su singularidad y en la conservación de esos rasgos específicos que se han perdido o corren el riesgo de hacerlo ante el empuje de ciertas formas de desarrollo urbanístico. Monte y Cueto poseen bienes relevantes, pero no inventariados, que son parte fundamental de la vida o de la historia de sus habitantes, antepasados y actuales. Algunos de esos bienes son de orden material (lavaderos, escuelas, panteones, canteras, fotografías…) y otros son inmateriales (canciones, relatos, toponimia, tradiciones…).
Para garantizar la máxima difusión de todos los contenidos generados por ‘Santander, Punto de encuentro patrimonial’ se está ultimando un libro guía en formato digital, que servirá como herramienta didáctica y como instrumento de promoción de los valores culturales de la zona norte de Santander. En próximas fechas este documento será también accesible a través de la página municipal www.santander.es
Tal y como subraya Javier Ceruti, “el fin último es poner a disposición de toda la ciudadanía estos recursos sobre las dos rutas para que los ciudadanos puedan realizarlas de manera particular o para que cualquier profesional pueda usarlos como base para diseñar un producto turístico o cultural”.
