Ha llegado Sábado Santo, uno de los días clave en la Semana Santa de León y de suma importancia en la Cofradía del Santo Cristo del Desenclavo puesto que hoy organiza el acto del Desenclavo.
La procesión llega sobre las 18,30 horas a una plaza totalmente abarrotada de personas dispuestas a presenciar uno de los actos mas solemnes de la Semana Santa Leonesa junto con el ahora descafeinado «Encuentro» celebrado ayer, bajo la atenta mirada de los miembros de la Cofradía del Milagroso Pendón de San Isidoro de León y teniendo como testigo la puerta del Perdón de la basílica isidoriana.
Los Hermanos desenclavadores le quitan primero la corona de espinas mientras las Hermanas esta vez, comienzan a entonar el Canto de las Llagas, otro ejemplo más del afán de rescatar del olvido la tradición.
Se trata de unos versos cantados relacionados con el Desenclavo de Cristo, recuperados en los inicios de la Cofradía por la asociación etnográfica leonesa, y que provienen de la localidad leonesa de Tendal de la Sobarriba.
Luego le quitan un clavo, después otro, y finalmente, cuando liberan sus pies, lo descienden con un sudario para presentarlo a la Nuestra Madre María Santísima del Desconsuelo. La Virgen hace una reverencia a su hijo y se lo llevan para envolverlo con un sudario y depositarlo en su lecho.
Tras este impresionante acto la procesión continúa su recorrido para volver a la Iglesia de Santa Marina la Real. En el trono donde ahora se queda la Cruz vacía se coloca la imagen de una Piedad. La Virgen con su hijo muerto en el pecho que irá delante del túmulo representando el momento en que María recoge el cuerpo de su hijo recién descendido para llevarlo al sepulcro.