Los vendedores volvieron el pasado 5 de julio a La Aldehuela para realizar el tradicional Rastro, que se celebró por primera vez ese domingo desde la declaración del estado de alarma, con una limitación de aforo para los clientes de un máximo de 800 personas, en cumplimiento de las normas establecidas por las autoridades competentes.
Poco a durado esta vuelta ya que el Ayuntamiento de Salamanca ha decidido la suspensión temporal del mercadillo que se celebra cada domingo en el recinto de La Aldehuela, el tradicional Rastro, siguiendo la recomendación de la Junta de Castilla y León tras confirmar las pruebas PCR el positivo por COVID-19 de personas que conviven con vendedores titulares de puestos de venta.
La suspensión ha llegado con el avance de los brotes del covid 19, a pesar de que el Ayuntamiento de Salamanca, a través de sus departamentos de Salud Pública y Seguridad Laboral, y con la colaboración de la Asociación de Vendedores del Rastro había redactadoun protocolo sanitario, que se ajustaba a lo recogido en el acuerdo entre la Junta de Castilla y León y la Federación de Municipios y Provincias para la celebración de este tipo de actividad.
Dicho protocolo recogía que los visitantes del mercadillo tendrían a su disposición gel para la desinfección de manos, que se ubicaba tanto a la entrada como a la salida del recinto, así como en cada uno de los puestos, que se venían colocando con una separación de dos metros entre sí y que se desinfectaban antes y después del montaje.
Además, el protocolo sanitario establecía la obligatoriedad del uso de mascarillas, tanto para los vendedores como para los clientes, quienes debían guardar en todo momento la distancia de seguridad interpersonal, evitando aglomeraciones.
Igualmente, se garantizaban medidas de desinfección de los productos probados o devueltos y los probadores se higienizaban de forma frecuente, preferentemente tras cada uso.