El Plan de Gestión de la Ciudad Vieja de Salamanca reforzará la conservación y puesta en valor del Patrimonio que es fuente de desarrollo económico, social y cultural de la ciudad. El alcalde de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, ha presentado el documento marco que la UNESCO pide a las Ciudades Patrimonio de la Humanidad
El plan parte del inventario de más de 700 bienes patrimoniales y un diagnóstico de la situación actual con el objetivo de hacer propuestas para conservar y poner en valor la Ciudad Vieja, que coincide con la primera vía de ronda.
El Ayuntamiento presenta el Plan de Gestión de la Ciudad Vieja como herramienta para la protección eficaz y la puesta en valor del patrimonio artístico-cultural de Salamanca, que es fuente de desarrollo económico, social y cultural de la ciudad. Así lo ha destacado el alcalde Alfonso Fernández Mañueco en la presentación del documento marco que la UNESCO pide a las Ciudades Patrimonio de la Humanidad.
En esta presentación —enmarcada en la conmemoración de XXV aniversario de la declaración de Salamanca como Ciudad Patrimonio de la Humanidad—, Fernández Mañueco ha explicado que Salamanca cuenta con una protección avanzada de su patrimonio histórico-artístico a través del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).
Sin embargo, con este Plan de Gestión, elaborado en colaboración con la Junta de Castilla y León, se da un paso más y se impulsa una visión más integral de la Ciudad Vieja (cuyo ámbito coincide con la primera vía de ronda), que permitirá poner en marcha planes, programas y actuaciones que enriquezcan el patrimonio y contribuyan al desarrollo económico, social y cultural de la ciudad.
El Plan de Gestión parte de un inventario de los 743 edificios con algún tipo de protección en la Ciudad Vieja y de un diagnóstico de su situación actual para hacer propuestas para la conservación y puesta en valor de la Ciudad Vieja.
Propuestas de conservación
En cuanto a la conservación, el Plan de Gestión establece medidas concretas para mejorar y revisar el catálogo arquitectónico y arqueológico existente en el Plan General de Ordenación Urbana; reforzar la normativa vigente en materia del parcelario histórico, usos y condiciones de edificación; delimitar los nuevos entornos de protección de Los Bienes de Interés Cultural; e introducir el paisaje como herramienta de control en la conservación del Patrimonio.
Mejora y revisión del catálogo arquitectónico y arqueológico
El catálogo arquitectónico se actualiza y amplía con una mayor precisión de los elementos de interés de la edificación a conservar, aunque no sean originales del edificio, y los elementos a suprimir por inadecuados. Se ha incluido, como ejemplo, la conservación de la cerca del Castro Celtíbero hallado en el edificio de la Rúa, número 49.
El Plan recoge también el inventario de 162 intervenciones arqueológicas llevadas a cabo en la Ciudad Histórica de Salamanca desde el año 1986 y define tres áreas arqueológicas:
Reservas arqueológicas, en las que la presencia de restos recomienda no realizar ningún tipo de actividad arqueológica, como en el Jardín de la Merced, el Jardín de Calixto y Melibea, una parte del Cerro de San Vicente o las zonas no intervenidas del patio trasero del Teatro Juan del Enzina.
Cautela arqueológica, en las que existe una alta probabilidad de contener restos de fortificaciones, tramas urbanas significativas del desarrollo de la ciudad o edificios desaparecidos, como en la Plaza de San Juan de Sahagún donde se pueden hallar restos de la iglesia de San Mateo o la Plaza de San Justo que albergó el templo del mismo nombre. En este caso se exigirá autorización y proyecto de intervención arqueológicas para la remoción de tierras.
Protección arqueológica genérica y yacimientos arqueológicos, que son las zonas extensas relacionadas con la periferia de la ciudad donde existe la posibilidad de hallar resto dispersos, como en la Vía de la Plata y la Vega del Tormes y Arroyo del Zurguén. Para toda obra en estas zonas se exigirá autorización.
Propuestas para reforzar la normativa
En cuanto a las propuestas para reforzar la normativa vigente del Plan General de Ordenación Urbana, el Plan de Gestión incorpora la prohibición expresa de modificar el parcelario histórico, precisa las condiciones de medida de altura máxima de la edificación e incorpora mecanismos de impacto visual de determinados elementos singulares como los torreones de esquina o los áticos.
Restringe, asimismo, las instalaciones en la fachada de la edificación catalogada, limita la posibilidad de cambios de alineación y precisa las condiciones formales de rótulos, carteles y placas en fachada.
Delimitación de nuevos entornos protegidos de Bienes de Interés Cultural
El Plan de Gestión propone la delimitación de nuevos entornos de protección de Bienes de Interés Cultural, incluyendo en lo posible manzanas completas. En este sentido, se delimita, como novedad, 21 entornos de todos los Bienes de Interés Cultural, entre ellos algunos que carecían de este ámbito, como la propia Plaza Mayor, la Torre del Aire, el Palacio de Monterrey, o las iglesias de San Marcos o de Sancti Spíritus.
En estos entornos de protección no se permitirán instalaciones duraderas que alteren la visión del Bien de Interés Cultural y las instalaciones de servicios, alumbrado y mobiliario deberán adaptarse a la estética de la zona, sin generar disonancias de formas, colores o materiales.
Asimismo las intervenciones sobre arbolado y vegetación evitarán nuevas volumetrías ajenas al carácter histórico y se llevarán a cabo con especies preferentemente autóctonas.
En cuanto a las obras de restauración de estos entornos no podrán generar alteraciones en la fisonomía externa de los edificios existentes y las intervenciones de nueva planta atenderán a la integración del entorno, pero evitarán la imitación de otros edificios.
El paisaje como herramienta de control
Con el objetivo de reforzar la conservación del Patrimonio, el Plan de Gestión persigue también la protección de las vistas hacia y desde la Ciudad Vieja. Para ello establece unas zonas de visibilidad preferente en las carreteras de acceso a la ciudad y unas zonas de intervisibilidad como en Arroyo del Zurguén o Salas Bajas.
Estas zonas gozarán de una protección para preservar la visión del paisaje tradicional. Por ello se restringirán las edificaciones que generen impactos visuales negativos, no se permitirán construcciones que alteren el perfil de la Ciudad Vieja en su visión externa, y se controlarán los materiales de los edificios y las condiciones de urbanización, así como la limitación de emisiones y la preservación del carácter natural de los espacios.
Propuestas para la puesta en valor
Junto a las medidas para proteger y conservar la Ciudad Vieja, el Plan de Gestión propone también acciones para la puesta en valor del Patrimonio. En concreto, señala los lugares donde la intervención se considera estratégica; programas de regeneración urbana; gestión del transporte público y de la movilidad; y evaluación de las transformaciones de la Ciudad Vieja.
Intervención estratégica
El alcalde de Salamanca ha destacado los lugares donde el Plan de Gestión considera estratégica su intervención, que son, como regla general, los proyectos encaminados a la recuperación, restauración y puesta en valor de bienes del patrimonio cultural, entre los que ya se han puesto en marcha algunos tan relevantes, como las Torres de la Clerecía y la Torre de las Campanas de la Catedral Nueva; el Museo del Cerro de San Vicente, donde se ha comenzado con una actuación que permite las vistas de los restos protohistóricos.
Otros, según ha añadido Alfonso Fernández Mañueco, están avanzados como el nuevo edificio para el Centro Documental de la Memoria Histórica, cuyas obras finalizarán próximamente.
También se incluyen nuevos proyectos, como la rehabilitación y puesta en valor del Crucero de San Cebrián, los restos de la iglesia de San Polo y el Pozo de las Nieves, que cuentan con una partida económica de 193.000 euros en el Presupuesto Municipal de 2014; o el punto de encuentro de visitantes previsto en la Plaza del Mercado Viejo.
Programas de regeneración urbana
El Plan de Gestión delimita un área de regeneración urbana, que es la zona de San Cristóbal-Las Claras, donde se propone la mejora de las edificaciones y su accesibilidad, de la urbanización y de espacios libres públicos, con la reordenación de aparcamientos y generaciones de nuevos espacios, y privados.
Este documento propone, además, un programa de acciones sobre el espacio público y elementos patrimoniales de la Ciudad Vieja, que incluya un plan de actuación sobre pintadas y grafitis; propuestas de actuaciones sobre la acción perniciosa de las aves, un proyecto en el que ya se está trabajando dentro del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad; propuesta de señalización turísticas, que se ha remitido a la Comisión Territorial de Patrimonio para su informe; y propuestas de actuación sobre bienes catalogados que sufran patologías, como el estudio encargado sobre las termitas en la Plaza Mayor; criterios para el tratamiento de elementos vegetales y la jardinería; y control inteligentes del alumbrado público, riego o vigilancia.
Gestión del transporte público y de la movilidad
En cuanto a la gestión del transporte público y la movilidad, el Plan de Gestión se remite a las medidas recogidas en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible, que apuesta por la peatonalización de la Ciudad Vieja en distintas fases, por la reducción del tráfico de autobuses en el centro histórico, desviándolos por la Gran Vía, por el impulso de la movilidad ciclista, por la reducción de la emisión de gases contaminantes.
El Ayuntamiento de Salamanca ha impulsado, además, medidas de mejora de la accesibilidad, como en el entorno de las Catedrales.
Evaluación de las transformaciones de la Ciudad Vieja
Asimismo se establece un sistema para evaluar las transformaciones de la Ciudad Vieja. Anualmente se elaborará un informe que se realizará a través de un sistema de 30 indicadores que se estructuran en torno a cinco temas, la densidad monumental, la identidad cultural, la vitalidad urbana, el paisaje, y la participación ciudadana, y quince factores, entre los que se encuentran la conservación de los BIC y demás patrimonio protegido; la identidad asociada a la Universidad, la permanencia del carácter culto de la ciudad; el equilibrio de usos, residencial, comercial, turístico, las actividades económicas y la presencia del turismo; la conservación del entorno de la Ciudad Vieja, la preservación de su imagen simbólica de la Ciudad Vieja y del paisaje histórico; el dinamismo de la población y su implicación con la Ciudad Vieja.
Un documento abierto
El alcalde de Salamanca ha destacado que el Plan de Gestión de la Ciudad Vieja se formula como una propuesta, que será enriquecida con el debate que se genere, tanto en el propio ámbito municipal, como a través de las Mesas que se convocarán para darlo a conocer a los distintos agentes interesados en la rehabilitación y puesta en valor del patrimonio de nuestra ciudad, de forma similar a como se ha hecho el debate del Plan de Movilidad Urbana Sostenible. Se convocarán así mesas técnicas, profesionales y sociales.
Para el mejor conocimiento del Plan, los documentos y anexos se publican en la web municipal, dentro del apartado correspondiente a Urbanismo. En un futuro se creará una página web específica sobre este documento y se realizarán unas jornadas de difusión en colaboración con el Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España.
Tras su aprobación, la intención es constituir un Comité Asesor del Plan, en el que se invitará a formar parte a las Universidades, a asociaciones e instituciones relacionadas con la conservación y puesta en valor del patrimonio como el Centro de Estudios Salmantinos, y a otros representantes sociales.
La gestión del Plan será realizada por una oficina de gestión, que no supone mayor burocracia, sino que se concibe como la gestión a través de la coordinación de los servicios municipales más relacionados con la aplicación del Plan de Gestión (Urbanismo, Ingeniería Civil, Medio Ambiente, Cultura y Turismo y Policía Local).
Para avanzar en la necesaria coordinación con el órgano competente en materia de Patrimonio Cultural, que es la Junta de Castilla y León, así como la participación en el ámbito municipal de otros colectivos, Fernández Mañueco ha anunciado que se ampliará la composición de la Comisión Técnico-Artística, dando entrada al jefe del servicio territorial de Cultura de la Junta de Castilla y León y a los presidentes del Colegio de Arquitectos, del Centro de Estudios Salmantinos y de la Asociación Ciudadanos en Defensa del Patrimonio.
Plan especial de protección del conjunto histórico
El siguiente paso para seguir avanzando en la conservación y puesta en valor del Patrimonio será la elaboración del Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico, que se basará en las recomendaciones y criterios del Plan de Gestión.
Fuente, fotografías y más info: http://www.aytosalamanca.es
