La cocina de El Hotel Quercus Tierra recibe el reconocimiento como mejor restaurante The Country Chef, mientras que El Castillo del Buen Amor se erige como el mejor hotel de Ruralka 2018
Tras sus dieciséis años acercando a los viajeros a las experiencias en los mejores hoteles rurales, el Club de calidad Ruralka ha organizado la segunda edición de sus premios a los mejores hoteles con encanto que están bajo el paraguas de su marca.
Este año, los premios Ruralka se han dividido en seis categorías. El premio a la Trayectoria hotelera reconoce el trabajo de hoteles que llevan más de diez años compartiendo con el Club los valores de Ruralka. El Hotel Castell de la Solana, en Alicante, por ser un referente dentro de la hotelería de calidad y por el destino en el que se encuentra, fue el hotel ganador entre los nominados en esta categoría (Noguera Mar en Alicante, Tierras de Moya en Cuenca y La Hoja de Roble en Zamora).
La categoría Hotel Motor Friendly reconoce a los hoteles con encanto que ofrecen un servicio adicional para los huéspedes moteros que buscan unas características específicas en sus escapadas. Los hoteles nominados fueron El Molino de los Secretos, en Guadalajara, Las Baronas, en Burgos, Taray Botánico en Granada y Casa de Castro, en Asturias. El ganador de esta categoría fue este último, por ser uno de los mejores destinos para los moteros: un hotel situado en un lugar de gran belleza paisajística, cercano a zonas donde hacer rutas y con un parking donde guardar la moto.
El premio al Mejor restaurante The Country Chef reconoce la calidad gastronómica de los hoteles que trabajan con el producto de su localidad y recuperan recetas y productos tradicionales. El premio que se llevó esta categoría fue la cocina del Hotel Quercus Tierra. Galardonado por contar con ganadería propia y por la ambientación del restaurante, que está ubicado en una sala con panorámica 360º. Los demás nominados fueron Estrella Del Bajo Carrión de Palencia, Más Albereda de Barcelona y Ardea Purpúrea de Sevilla.
El galardón a la mejor Casa Rural se lo llevó Mar de la Carrasca, en Castellón, una Masía reconstruida que data de principios de siglo cuya belleza arquitectónica está sostenida por la quietud de las montañas y los bosques. En palabras de sus propietarios, Alberto e Isabel, “no hay nada que nos llene más de orgullo que recibir un premio por hacer un trabajo que nos gusta junto a nuestra familia y poder acercar nuestra filosofía de vida a todas las personas que se alojan”. Las demás casas rurales nominadas fueron Azpicoetxea, en Navarra, El Castañar de Aracena en Huelva y Place Du Port en Guadalajara.
Otro de los premios ha sido concebido en reconocimiento a aquellos hoteleros que se dedican en cuerpo y alma a su negocio; hoteleros que no han cesado en su empeño de innovar, resistir y seguir ofreciendo un turismo diferente. Este galardón se abrió a la categoría de Mejor hotelero, que se llevó Ander Elortegi, del Hotel Villa Soro, en Guipúzcoa.
Por último, en la categoría de Mejor hotel, se erigió como ganador El Castillo del Buen Amor, por ser un hotel con encanto que cumple al 100% con las expectativas de sus clientes y por el buen recibimiento que brinda a sus huéspedes. “Un hotel comprometido con la filosofía Ruralka, que innova continuamente y que trabaja día a día por ofrecer lo que se está demandando”, tal y como señaló Rafael Ausejo, Presidente y Fundador de Ruralka Hoteles.
Ausejo también señala que “el principal propósito de estos premios es reconocer el esfuerzo y el buen hacer de propietarios y profesionales al frente de los hoteles con encanto”. En estos dieciséis años, Ruralka se ha convertido en algo más que un club de hoteles. Día a día, Ruralka propone a los viajeros seguir descubriendo los rincones más desconocidos, las mejores rutas en moto y las diferentes opciones gastronómicas de sus hoteles con encanto.