El consejero de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, Javier Ortega, y el presidente de la Fundación Iberdrola España, Fernando García, entidades promotoras del Plan Románico Atlántico, han visitado en la mañana de ayer martes el templo de Nuestra Señora del Castillo para ver in situ el resultado de la intervención. La actuación se ha centrado en la mejora de la iluminación, así como en el soterramiento del cableado que recorría la fachada principal del inmueble.
Durante su recorrido han estado acompañados por el alcalde de la localidad salmantina de Carrascal de Velambélez, Alberto Torres, así como por representantes del obispado de Salamanca y los técnicos encargados del desarrollo de los trabajos. La iglesia de Nuestra Señora del Castillo es un edificio sencillo, de una sola nave y cabecera rectangular, levantada a finales del siglo XV, aprovechando una construcción románica anterior.
El templo alberga un singular conjunto de pinturas murales renacentistas que tapizan sus muros. Junto a ellas, un artesonado de limas moamares que cubre ábside y nave. Uno de los objetivos de la renovación de la instalación lumínica ha sido, precisamente, resaltar el valor artístico de ambos elementos. “Hemos querido dar un paso más en la cadena de valor del proceso de conservación de la iglesia de Nuestra Señora del Castillo, propiciando una mejora en la gestión del edificio y en la difusión de sus valores patrimoniales”, explicaban los responsables de la actuación.
Criterios de intervención
Para el desarrollo de los trabajos, se ha atendido a los criterios de intervención del Plan, facilitando la difusión y gestión del edificio, sin olvidar su uso litúrgico. Así, el primer paso fue establecer los valores fotométricos, es decir, la cantidad de luz necesaria en cada momento para garantizar una percepción óptima en cada una de las funciones del templo, evitando deslumbramientos y propiciando una adecuada conservación de los bienes muebles.
“No podemos olvidar que intervenimos en edificios históricos, con un uso litúrgico – explicaba Jesús Castillo, arquitecto en la Fundación Santa María la Real y director de la intervención -, la iluminación ha de adaptarse tanto al edificio en sí mismo como a los bienes que atesora, resaltando su esencia”. Todo ello se ha cuidado a la hora de diseñar la nueva iluminación que permite diferentes intensidades, en función del uso litúrgico u ornamental del templo. “Hemos adaptado la iluminación al edificio”, resumía.
Renovación de la instalación y soterramiento del cableado
En concreto, se ha renovado y actualizado la instalación eléctrica que estaba obsoleta aumentando la potencia de 127 voltios a 230 V que requiere la normativa actual. Además, se ha procedido a soterrar el cableado que recorría la fachada del templo, dejando que su arquitectura recobre el protagonismo que merece.
En el interior del edificio se ha optado por una luz cálida, dosificada según los elementos que se presentan a los ojos del observador. “Una luz que incide sobre la arquitectura y subraya la composición volumétrica del edificio, evidenciando alturas y profundidades, gracias a las sombras que se crean de forma natural en los recovecos de los paramentos, ayudando a la mejor percepción del monumento”.
La tecnología LED garantiza, además, la eficiencia energética de la instalación, así como una mejor conservación del conjunto. Además, se han diseñado diferentes encendidos para cada uno de los usos del edificio, procurando iluminar sus elementos más significativos: pinturas, artesonado y retablos.
Conjunto de pinturas murales
De este modo, ahora es posible contemplar en todo su esplendor el conjunto de pintura mural, compuesto por distintas escenas bíblicas, que fueron restauradas años antes por la Diputación de Salamanca y la Diócesis de Salamanca. El testero de la iglesia luce una suerte de retablo fingido con tres calles y dos cuerpos, separados por pilastras y entablamento con decoración a candelieri y ornatos vegetales que transita entre el gótico y el renacimiento. En el banco encontramos bustos de los evangelistas y de San Pedro y San Pablo, todos con sus característicos atributos iconográficos. Junto a ellos escenas de la vida de la Virgen y de la infancia de Cristo.
Si en las anteriores escenas predominaba el color, los muros laterales del ábside se iluminaron con grisallas y una especie de esgrafiados. Sobre un zócalo corrido y jalonado por columnas, arcos de medio punto y guirnaldas de flores, se alzan dos registros con seis escenas cada uno. Estos paños, que narran la Pasión de Cristo, desde la Oración en el huerto hasta el Descendimiento, y escenas hagiográficas de Santiago el Mayor, San Martín o San Lorenzo, se unen al testero mediante una banda de fondo rojizo con efigies de santos de cuerpo entero, entre los que reconocemos a Santa Bárbara, San Bartolomé, Santa Apolonia, San Juan Bautista, Santa Águeda y Santa Lucía.
El conjunto mural de Carrascal de Velambélez destaca por su extensión dentro del nutrido grupo de pinturas de carácter más o menos popular que se han preservado en el suroeste de Zamora, norte de Salamanca y zona fronteriza portuguesa, y que en los últimos años han sido objeto de varios estudios promovidos por la Junta de Castilla y León. Además, la Consejería de Cultura y Turismo ha realizado diversas actividades de difusión de las mismas, como la edición de folletos, la confección de una visita virtual, el diseño de un panel 3D para personas con discapacidad visual, la edición de videos en castellano y portugués y en lenguaje de signos para personas con discapacidad, la organización de visitas, jornadas técnicas, así como una exposición itinerante al respecto en Salamanca, Zamora y en localidades portuguesas.
Un foco artístico compartido entre Castilla y León y el norte de Portugal, centrada en los templos con esas representaciones de Zamora y Salamanca y para ello se colabora con la Direção Regional de Cultura do Norte. Todas estas actuaciones que se están llevando a cabo en esta zona rayana, contribuirán sin duda al desarrollo territorial, uniendo la potenciación del atractivo paisajístico al del interés monumental o artístico.
Plan Románico Atlántico
Finalmente, cabe recordar que el Plan Románico Atlántico es una iniciativa de cooperación transfronteriza para la conservación del patrimonio cultural, que utiliza el territorio como herramienta necesaria, a la vez que como objetivo de desarrollo y como práctica sostenible de gestión pública. Incluye proyectos de restauración y puesta en valor de una veintena de templos románicos ubicados en las provincias españolas de Zamora y Salamanca y en las regiones portuguesas de Porto, Vila-Real y Bragança.
El Plan es un ejemplo de cooperación institucional y de participación público – privada, ya que está promovido por la Junta de Castilla y León, la Fundación Iberdrola España y el Ministerio de Cultura de Portugal. Paralelamente a esta intervención y también en la provincia salmantina, se se está acabando de adaptar el proyecto para el acondicionamiento del interior de la iglesia de San Martín de Tours.
Las partes implicadas hacen una valoración positiva de este proyecto de recuperación y de puesta en valor patrimonial al servicio de estos territorios fronterizos y por ello han querido darle continuidad con la firma de un nuevo convenio entre la Consejería de Cultura y Turismo, la Fundación Iberdrola España y los Obispados de Salamanca y Zamora para 2021-2022, en el marco del protocolo suscrito en febrero de 2020. Este nuevo acuerdo se basa en un enfoque de gestión del patrimonio que integra la capacidad de generación de recursos y potencia la valorización del patrimonio.