Las once ciudades, españolas y portuguesas, de la Red, por su perfil de localidades de pequeño tamaño, poco masificadas, y con grandes espacios abiertos, esperan al visitante con los brazos abiertos.
Siempre desde el respeto a las recomendaciones sanitarias que vayan acercando al visitante a la normalidad, el perfil de las localidades que integran la Red de Ciudades y Villas Medievales parece especialmente indicado para acoger las primeras escapadas post-confinamiento.
Su pequeño tamaño -ninguna de ellas supera los 15.000 habitantes- amplia y variada oferta gastronómica y hostelera, espacios abiertos, y nulas aglomeraciones, las perfilan como destino apropiado para un visitante “harto” de hogar.
Todas ellas combinan espacios naturales y monumentales que disfrutar sin estrecheces.
Hondarribia, ubicada junto al estuario del Bidasoa, además de la belleza de sus calles adoquinadas, goza de unas impresionantes vistas tanto de la campiña como del mar.
Laguardia, villa amurallada situada en un altozano entre la Sierra de Cantabria y el Valle del Ebro, en el centro de la Rioja Alavesa, es conocida por la riqueza y calidad de sus vinos.
Estella-Lizarra es una ciudad de marcado carácter multicultural ya que por ella pasan el Camino de Santiago y los Caminos de Sefarad, entre la montaña y la ribera de la Navarra occidental.
Almazán, “El Forticado”, villa soriana amurallada, está situada en un hermoso paraje rodeado de colinas y bañada por el rio Duero.
Sigüenza, “Ciudad del Doncel”, es la puerta de la sierra norte de Guadalajara. Junto a ella se encuentra el parque natural del Barranco del Rio Dulce, donde Félix Rodríguez de la Fuente grabó parte de su serie “El hombre y la tierra”.
Manzanares El Real, al pie de la Pedriza, en la sierra de Guadarrama, alberga una de las fortalezas mejor conservadas de España, en un entorno natural Reserva de la Biosfera.
Consuegra, con sus emblemáticos molinos de viento y su castillo medieval, está localizada en el corazón de La Mancha, algo que la convierten un lugar ideal donde disfrutar de inigualables puestas de sol.
Ciudad Rodrigo, baluarte medieval junto a la Sierra de Gata, cuenta dentro de la ciudad con más de 10 kilómetros de parques urbanos y paseos junto al río Águeda.
Jerez de los Caballeros, ciudad medieval singular por el color blanco de sus casas, se alza dominando la Vega del rio Ardila, para disfrutar de la vista de sus espectaculares dehesas, en las estribaciones de Sierra Morena.
Olivenza es una ciudad amurallada de origen templario, eterna frontera entre España y Portugal, bañada por las aguas del Guadiana, que dan vida al Alqueva, el mayor lago artificial de Europa.
Y Marvão, hermosa villa medieval portuguesa situada en lo alto de una colina desde la que se puede disfrutar de unas espectaculares vistas panorámicas de la región de Alentejo, por la que transcurre el río Tajo.
Además, y debido al perfil de eventos cuidados que son todas las propuestas que tienen que ver con la Red Medieval, tales como los concursos y rutas locales del pincho medieval, el circuito de carreras populares Red-Corriendo el Medievo y los conciertos de música medieval En Clave de Re-D, la asociación irá comunicando, a medida que avance la desescalada, las fechas en las que cada municipio va a ir retomando localmente cada uno de los tres proyectos. “Esperamos que, una vez haya pasado la crisis sanitaria, nuestras ciudades y villas medievales ayuden a los visitantes, desde la calma y el reposo, a mirar de nuevo hacia el futuro con optimismo”, dice Txomin Sagarzazu, presidente de la Red Medieval.