El 14 de mayo de 1149, el emperador Alfonso VII de León donó al noble Vela Gutiérrez y a su esposa, Sancha Ponce de Cabrera, con motivo de su boda, la Villa de Nogales en pago a los servicios prestados a la corona. La historia del monasterio se remonta al año 1150.
En esa fecha don Vela y doña Sancha donan al abad de Moreruela unos terrenos en la zona de Nogales para erigir un cenobio. Desde sus inicios este monasterio se regirá según la regla benedictina. Luego pasó a la Orden del Cister.
En una bula firmada por el papa Alejandro III, y que data del año 1162, ya se menciona a Santa María de Nogales. En el año 1264 Doña Urraca, junto con sus hijos Sancho Rodriguez, Velasco Rodriguez y sus hijas Sancha y Marina, hacen donación de sus posesiones en Alcubilla al Monasterio de Santa María de Nogales y a su abad el padre fray Bartolomé y para todo el convento.
El monasterio permaneció habitado hasta el año 1836, en que fue exclaustrado durante la Desamortización de Mendizábal. Además de los fundadores y otros miembros de su linaje, otros nobles leoneses fueron sepultados en la iglesia del monasterio.
Entre ellos don Suero de Quiñones, descendiente -en concreto, sobrino-nieto del héroe de la célebre gesta del Paso Honroso, y su esposa, cuyas estatuas yacentes, realizadas en mármol en el siglo XVI siguiendo el estilo de Pompeo Leoni,, fueron a parar en 1913 a la Hispanic Society of America de Nueva York. El Abadologio, un libro del siglo XVIII encuadernado en pergamino, con la historia del monasterio a través de la sucesión de sus distintos abades, y que fue compilado en el siglo XVIII, se encuentra en paradero desconocido.
El códice fue vendido en 1835, y en el siglo XX apareció en una subasta en España. Valiosos libros del monasterio están en Archivo de la Delegación de Hacienda de Zamora y en la Biblioteca Nacional. Otras piezas que salieron de Santa María de Nogales se encuentran hoy en paradero desconocido, tras perderse su pista en capitales europeas.
El ayuntamiento de la localidad denunció en septiembre de 2006 el robo de un arco románico completo, del siglo XII, que sería recuperado por la Guardia Civil.
Descripción:
El estado de los restos es muy precario, apenas quedan lienzos de paredes, la espadaña, el arco de entrada principal con su escudo heráldico, un trozo de bóveda del claustro y montones de ruinas
Grado de protección:
Sin protección específica
Estado:
Abandonado y en ruinas. Voluntarios de Promonumenta prestan cuidados básicos.
Carácter de riesgo:
Hundimiento y expolio.
- Fuente, leer más y más info: http://listarojapatrimonio.org
- Sección realizada con la colaboración de la Asociación Hispana Nostra