El origen de estas fiestas, consideradas de las más antiguas de La Rioja, se remonta al año 1479, cuando la población de la Villa de Quel quedó mermada por una epidemia de peste a la que solo sobrevivieron 17 de sus 50 habitantes.
Los vecinos se creyeron castigados por sus pecados por lo que decidieron pedir perdón y acabar así con la peste. Para ello salieron en procesión desde la Iglesia Mayor de la localidad hasta la ermita, cruzando en su recorrido todo el pueblo e incluso bordeando la orilla del Cidacos. Con ellos llevaron trece candelas, conocidas también como hachas, en honor a once santos de la zona, a la Virgen María (representada en Quel por la Virgen de la Antigua) y al Santo Cristo.
Las velas fueron consumiéndose pero aquellas consagradas a la Virgen y a Jesucristo resistieron más que las demás, “tanto como lo que cuesta subir y bajar a Arnedo”, un hecho que los vecinos consideraron milagroso pues las trece velas eran todas iguales en tamaño. Tras la celebración de la procesión, la mortandad por peste en la Villa de Quel cesó y los vecinos atribuyeron este hecho a un milagro divino. En agradecimiento, decidieron fundar una cofradía y hermandad (de la Transfiguración del Señor, conocida popular mente como ‘Del Pan y Queso’) con trece miembros, uno por candela, y acordaron mantener la tradición de la procesión, en la que se sacaría a la Virgen de la Antigua.
La procesión culminaría en la Ermita de la Santa Cruz con un almuerzo de pan, queso y vino ofrecido por la cofradía para todos los vecinos y que se lanzaría desde una balconada. De todo ello se da constancia en la Carta Fundacional y las actas originales guardadas por la Cofradía de la Transfiguración del Señor, que datan de agosto de 1479.
La tradición se ha mantenido casi intacta durante más de cinco siglos y los vecinos de Quel ha cumplido con esta fiesta, declarada de Interés Turístico Regional por el Gobierno de La Rioja en el 2004, manera interrumpida desde 1479 hasta nuestros días. Con el paso del tiempo, la fiesta creció, congregando a cada vez más vecinos de las localidades cercanas, atraídos por la comida ofrecida por la Cofradía y por la singularidad de la fiesta, lo que derivó en una disputa por conseguir una ración. Esa espera y disputa son dos de los hitos relevantes de la fiesta y a día de hoy simulan la necesidad vivida en aquella época.
El acto central tiene lugar la jornada del 6 de agosto con la procesión desde la iglesia a la ermita de la Santa Cruz acompañando a Virgen de la Antigua, patrona de Quel y, posteriormente, con el lanzamiento, desde la balconada de la ermita, de 2.500 bollos de pan y 50 kilos de queso
Posee la peculiaridad de ser una de las fiestas más antiguas de la Península Ibérica con más de 500 años de antigüedad. Además, se encuentra entre las pocas fiestas de España que permiten demostrar su celebración ininterrumpida, desde su fundación hasta la actualidad, a través de diversos documentos y grabados.