La instauración de la devoción a la «Virgen de las Victorias» en la Iglesia parroquial de Nuestra Señora del Azogue de la Villa de Puebla de Sanabria cumplirá el próximo años ciento setenta aniversario.
Los típicos gigantes y cabezudos de Puebla de Sanabria
Si bien no existen datos históricos que nos permitan determinar con exactitud el origen de nuestros gigantes y cabezudos, podemos remontar el nacimiento y bautismo de los mismos, con muy escaso margen de error, a 1848, año en el que se fundó la Archicofradía de Ntra. Sra. de las Victorias. Servían para anunciar la festividad que en honor de la Virgen de las Victorias se celebra el día 8 de septiembre, desfilando el día 7 por las calles de la Villa, como preludio del día grande y acompañando este día a la Virgen en su solemne procesión.
De esta época se conservan los dos Gigantes conocidos como la Negra y el Chino. Así como los siguientes Cabezudos: dos Gigantillas, el Aplanchetado, el Negrito, el Napoleón y el Guardia Civil.
Según testimonios de numerosas personas, tanto los Gigantes como los Cabezudos una vez que finalizaban las Fiestas eran guardados en el interior de la Iglesia Parroquial de Ntra. Sra. del Azogue. En los años 50 y por orden del Obispo de Astorga, Diócesis a la que pertenece Puebla de Sanabria, se prohíbe la celebración conjunta de los actos religiosos y los paganos, motivo por el cual durante esa época los Gigantes y Cabezudos no salieron a las calles de la Villa.
En el año 1955, según los datos recogidos, la Corporación Municipal adquirió nuevos Gigantes y Cabezudos, para que no se perdiera la profunda tradición gigantera de la Villa, datando de este año los Gigantes conocidos como: El Zapatero, y la Giganta nueva o Zapatera, así como los cabezudos apodados El Señorito, el Payaso, la Bruja y los Enanos.
En el año 1956, deja de tener vigor la orden eclesiástica que prohibía la celebración conjunta de la Fiesta religiosa y profana, volviendo a salir la tradicional y antigua comparsa de Gigantes y Cabezudos junto con las nuevas adquisiciones. A partir de este año los gigantes viejos abandonaron su estancia en la Iglesia Parroquial, pasando a las dependencias del Castillo.
En el año 1968, los Gigantes y Cabezudos son rescatados del Castillo y pasan a ocupar nuevo domicilio en el Salón de los Obreros, Sede de la Sociedad Católica Obrera de Puebla de Sanabria. Aquí son sometidos a las oportunas reparaciones; esta labor la viene desarrollando un grupo de personas que de forma desinteresada dedican muchas horas de su tiempo libre a reparar los daños que en los desfiles se producen.
Al ser cada año mayor la demanda por parte de los niños de bailar cabezudos y con el fin de poder atender a todos, la Comisión de fiestas de 1981, con el dinero sobrante de la organización de las mismas, deciden incrementar la comparsa adquiriendo ocho nuevos cabezudos, cuya presentación tuvo lugar en las Fiestas del año 1982, y que son los conocidos como: el Lobo, Yumbo, Pinocho, D.Quijote, Sancho Panza, el Monito, el Demonio y el Rey.
En 1983, un particular dona tres nuevos cabezudos: la Bruja, el Mejicano y el Ogro. En 1987, y gracias también a una donación particular, se incrementa de nuevo la comparsa de cabezudos con: el Pirata, el Chimpancé, el Mago, la Bestia y el Diablo.
En 1991, con dos figuras donadas, se decide la construcción de dos nuevos Gigantes que se llaman el Rey y la Reina, trabajo realizado íntegramente en Puebla de Sanabria.
En 1995, se adquiere un cabezudo llamado el Duendecillo, totalizando en ese año el número de la comparsa, 6 gigantes y 27 cabezudos. Pese al gran número de personajes que componen nuestra comparsa, nos damos cuenta de que nos faltaba algo representativo, algo que no sólo represente a Puebla de Sanabria, sino a toda la Comarca, por lo que surgió la idea de realizar una pareja de gigantes que simbolizaran las tradiciones de los Sanabreses, y qué mejor manera de representarnos que tener dos figuras encarnando el Sanabrés y la Sanabresa, ataviados con los trajes regionales de la Comarca (el de boda y el de fiesta), cuya puesta de largo dio lugar a la celebración del «I Encuentro Internacional de Gigantes y Cabezudos «Villa de Puebla de Sanabria».
Toros de Fuego
La primera vez que se quemó un toro de fuego en Puebla de Sanabria, fue con motivo de celebrarse el I Centenario de la Virgen de las Victorias, en la noche del día 7 de Septiembre de 1948, siendo bailado por Magín Sánchez, quien con nostalgia recuerda aquel día, y nos cuenta;” que se trataba de un armazón muy voluminoso con la forma de un toro, y que apareció en la plaza por la calleja de la Iglesia de San Cayetano, preparando un grandísimo revuelo, quedando la plaza prácticamente vacía, y que algunos no dejaron de correr hasta llegar al puente un ojo, sobre todo los portugueses, persistiendo desde entonces la tradición”.
Es una de las tradiciones y celebraciones más importantes de nuestras fiestas, esperada tanto por jóvenes, como, por no tan jóvenes. Aparecen en el transcurso de las verbenas por cualquiera de las múltiples callejas que desembocan en la Plaza Mayor, y se han consolidado como un referente en la celebración de las fiestas de las Victorias.
Hay que diferenciar entre dos tipos de toros de fuego, uno infantil y otro denominado para “mayores” o “grande”.
El Toro Infantil
El toro infantil está formado por un armazón de madera, de pequeñas dimensiones, simulando la figura de un toro, al que se le añade en el lomo del armazón una carcasa de tubos de titanio y una ruleta con pirotecnia. Con una mecha, se prende por la parte final de la carcasa y poco a poco se va quemando toda la pirotecnia. Este armazón conducido por mozos de la Villa va recorriendo toda la Plaza Mayor, acompañado por los cada vez más numerosos y animados niños que se han aficionado desde pequeños al toro de fuego.
El Toro de Fuego para “mayores”
Las características son muy parecidas al del infantil, el armazón es un poco más grande y la carcasa a parte de la ruleta y los tubos de pirotecnia, llevan buscapies. De los tubos de pirotecnia cuelgan buscapies que a medida que se va prendiendo la carcasa, salen disparados del armazón.
Debido a la gran afición pirotécnica en Puebla de Sanabria, desde el año 2011, se celebra un Encierro de Toros de Fuego. El día 7 de Septiembre, un grupo de jóvenes de la Villa realizan un recorrido por distintas calles de Puebla en un pasacalles de fuego y pirotécnia, siendo el toro de fuego eje principal del recorrido.