La imagen de Nuestra Señora la Virgen María, bajo la advocación de la Peregrina se encuentra en la Iglesia de San Antolín en Zamora.
Este pasado jueves 10 de junio era presentada la talla de la Virgen Peregrina tras el trabajo de restauración realizado por la restauradora Patricia Ganado. Tras su intervención en la talla, la «Peregrina», obra del imaginero zamorano Ramón Álvarez esta permanecerá expuesta al público todas las tardes de los viernes del mes de junio en la iglesia zamorana de San Antolín.
La obra es propiedad de la Cofradía de Nuestra Señora de San Antolín o de la Concha. Esta Cofradía fue fundada en torno a 1072 por Doña Urraca al finalizar el Cerco de Zamora y para desagraviar la muerte de su hermano el rey Sancho II.
Desde el siglo XIII esta cofradía organiza anualmente la Romería a la Hiniesta el lunes de Pentecostés, la cual sigue celebrándose en la actualidad.
Esta imagen de la Virgen María, en acción de andar, que bajo la advocación de la Virgen Peregrina que se encuentra en la Iglesia de San Antolín de Zamora, fue realizada por el imaginero Ramón Álvarez en 1884. La imagen es de bulto pero fue creada para aparecer siempre vestida teniendo solo una cuidada policromía en la cabeza, en sus manos y en los delicados pies que calzan sandalias.
Esta advocación de la Virgen Peregrina está vinculada al Camino de Santiago: Pontevedra, Sahagún, Leiva y su iconografía representa a la Virgen con hábito de peregrino, bordón y calabazas.
El imaginero Zamorano Ramón Álvarez realiza esta imagen en 1884, fecha desde la que se encuentra en la iglesia de San Antolín. Aunque sin una documentación exacta del motivo de este encargo, la imagen de la Virgen de la Peregrina ha sido siempre custodiada y atendida por la Cofradía de Ntra. Sra. de San Antolín o de la Concha, contando la imagen todavía con devotos entre las familias del barrio de la Lana.
Afirman desde la Cofradía «Creemos que esta imagen de la Divina Peregrina pudo ser un intento para realizar una nueva imagen de la Virgen de la Concha más acorde a los gustos y la devoción de la Zamora del siglo XIX. En la revista la Zamora Ilustrada del 14 de marzo de 1883, el historiador Ursicino Álvarez indica que Ramón Álvarez está trabajando en su taller en la imagen de la Virgen de la Concha. Puede ser que confunda la talla de la que será Virgen Peregrina con la de Nuestra Señora de la Concha posiblemente porque la similitud iconográfica no fuera casual o porque tenía conocimiento del destino de esta nueva imagen».
Esta imagen podría haber sustituido la bandera por una vara y hacerse acompañar por la imagen del Niño, ataviada a la manera tradicional de la Virgen de la Concha. El cambio apenas se hubiera notado en las facciones de la cara. Finalmente la Virgen de la Concha se mantuvo sin las alteraciones en su antigua estructura pasando la imagen de la Peregrina a ocupar un sitio en un retablo de San Antolín y a una nueva advocación bajo el epígrafe de Virgen de la Peregrina en la Cofradía de la Concha.
En la iglesia de San Antolín estaba establecida la Cofradía del “Nacimiento y la Ascensión de Nuestro Señor”, fundada a finales del siglo XIX y que pretendió recuperar el título de la Hermandad Sacramental. Esta Cofradía se fusionó con la de Nuestra Señora de la Concha en 1860, asumiendo esta última, todos sus cultos. A partir de la realización de esta nueva imagen, la cofradía de Concha efectuaría con la Virgen Peregrina los cultos propios de la cofradía de la Ascensión, realizando una salida procesional ese día, con los niños de comunión de las parroquias cercanas. Procesión y cultos que se mantendrían hasta la desaparición de esa festividad en 1977.
Una advocación de imagen peregrina no es extraña en la Cofradía de Nuestra Señora de San Antolín, ya que esta cofradía se fusionó con la Cofradía de Santiago de la ciudad de Zamora a mediados del siglo XIV, estando ya plenamente integrada en 1503, donde los estatutos titulan a esta hermandad como “Cofradía de Nuestra Señora de San Antolín y del Señor Santiago”. La concha que porta nuestra Patrona en su regazo y que da título a nuestra imagen, es fruto de esta unión.
La Virgen de la Peregrina, sufrió un grave deterioro en su aspecto primitivo a mediados del siglo XX dentro del proyecto de creación de un grupo escultórico de las Tres Marías aprovechando varias imágenes talladas por Ramón Álvarez. De esta manera la imagen fue recrecida a la altura del tronco casi treinta centímetros distorsionando sus proporciones originales.
Si quitamos esta grave intervención la imagen de la Virgen de la Peregrina no había sido restaurada nunca presentando acumulación de suciedad y ciertos deterioros normales para sus 137 años de vida.
La restauración de esta obra obedece al deseo de la cofradía en restaurar, exponer y poner en valor todo el patrimonio que acumula a lo largo de su historia, y será la primera de otras muchas. Esta intervención ha corrido a cargo del esquipo de restauración del Obispado de Zamora. Al frente de este trabajo se encuentra la restauradora Patricia Ganado Gamazo.