La obra, que nace a partir de ‘La Casa de Bernarda Alba’ de Federico García Lorca, podrá verse el 31 de enero a las 20:30 horas
Este miércoles, 31 de enero, arranca la nueva temporada de teatro y danza del Auditorio Ciudad de León y lo hace con la puesta en escena de ‘Poncia’, una obra a partir de ‘La Casa de Bernarda Alba’ de Federico García Lorca e interpretada por Lolita Flores.
Una producción de Pentación Espectáculos que dirige Luis Luque y que está programada para el 31 de enero a las 20:30 horas. ‘Poncia’ se engloba en la programación puesta en marcha desde la Concejalía de Acción y Promoción Cultural del Ayuntamiento de León.
Las entradas tienen un precio de 17 euros y se incluyen dentro del abono de adultos.
Sinopsis
Dentro de una tormenta de niebla, Poncia, la criada de Bernarda Alba, reza por la muerte de Adela. La casa se ha sumido en un mar de silencio. Poncia habla sola y también con ellas, con Bernarda Alba y sus hijas.
Este texto está escrito a partir de las intervenciones del personaje de Poncia en la obra de Federico García Lorca. En un profundo análisis del personaje, el autor de la obra rescata las intervenciones de Poncia y las convierte en reflexión, soliloquios, diálogos con fantasmas y sombras. De este modo, alumbra un nuevo mirar dentro de la casa. En la obra original asistimos a una sucesión de hechos que se desarrollan en orden cronológico. Aquí, en esta Poncia, no. Ella habla después del shock producido por el suicido de Adela. Todo ocurre después de su muerte.
La lengua de Poncia se desata en un lugar y en un tiempo prohibidos para las palabras. Poncia ajusta cuentas con las habitantes que sobreviven dentro de la casa. Descubrimos su simpatía por la más joven de las hijas, la reivindica. “Ha muerto una hembra valiente”, dice. Y se culpa a sí misma de no haber hecho más de lo que hizo.
Poncia sugestiona a Luis Luque como ningún otro personaje de los que habitan en ‘La Casa de Bernarda Alba’. Los personajes de las criadas encierran un enigma interesante: son testigos de los avatares de sus dueños y amos, conocen la verdad del interior de las casas y poseen la filosofía oculta de las clases populares.