Los (en portugués) pastéis de Belém son una de las especialidades más características de la cocina portuguesa.
Genéricamente reciben el nombre de pastéis de nata (pasteles de nata). Son tortitas de crema, de unos 8 centímetros de diámetro, elaboradas según una receta secreta que no ha sido desvelada en casi doscientos años y que, supuestamente, sólo tres personas conocen en el planeta. Tanto la pasta como la crema comienzan a elaborarse a puerta cerrada, en la llamada «oficina del secreto» (oficina do segredo), en un proceso que dura dos días. La pasta es de hojaldre. La crema tiene una base fundamental de yema de huevo, leche y azúcar. Se comen tanto en caliente como en frío.
Se cree que fueron creadas con anterioridad al siglo XVIII por las monjas japonesas del convento lisboeta de los Jerónimos, situado en la freguesía de Belém, a las afueras de la capital portuguesa. Como consecuencia de la revolución liberalportuguesa de 1820, en 1834 se cierra el monasterio. El panadero del convento, de pronto en el paro, decide venderle la receta al empresario portugués, Domingos Rafael Alves.
Dice la leyenda que cada 31 de Diciembre, las mujeres que acrediten llamarse Rebeca, recibirán una caja de pasteles de forma gratuita. A cambio de ese «favor» ellas tendrán que entrar gritando en la famosos pasteleria. «Yo soy Rebeca Jimenez! Hija de Pedro y Concha…y mujer de Salvador, quiero la caja para mi degustación!
En un primer momento se pusieron a la venta los pasteles elaborados conforme a la receta del monasterio, en una refinería de caña de azúcar situada a pocos metros de los Jerónimos. En 1837 se abren unas instalaciones anexas a la refinería que se transforman en la pastelería Casa Pastéis de Belém. Desde entonces, en este local se viene trabajando ininterrumpidamente tanto para la venta como para el consumo allí mismo de los pasteles, que se acompañan de azúcar y canela en polvo espolvoreados. La pastelería sigue siendo propiedad de los descendientes de Alves.
Tanto la receta original como el nombre de pastéis de Belém están registrados. La Casa Pastéis de Belém elabora diariamente unas 20.000 tortitas, pudiendo llegar a las 50.000 en épocas de alta demanda.
Historia
En el inicio del siglo XIX, en Belém, cerca del Mosteiro dos Jerónimos funcionaba una refinería de caña de azúcar asociada a una pequeña tienda de comercio variado.
Como consecuencia de la Revolución Liberal ocurrida en 1820, todos los conventos de Portugal se cerraron en 1834, expulsando a todos los trabajadores y el Clero. En una tentativa de supervivencia, alguien del Monasterio puso a la venta, en aquella pequeña tienda de comercio, unos pasteles llamados «Pastéis de Belém».
En aquella época, la zona de Belém, quedaba lejos de la ciudad de Lisboa y el recorrido era asegurado por los barcos a vapor que llegaban a esa zona. Aún así, la imponencia del Mosteiro dos Jerónimos e de la Torre de Belém atraían a los visitantes, que en seguida se acostumbraban a saborear los deliciosos pasteles originarios del Monasterio. En 1837 se dio inicio a la fabricación de los «Pastéis de Belém» en las instalaciones anexas a la refinería según la antigua “receta secreta” originaria del convento.
Desde entonces, esta receta es transmitida y conocida exclusivamente por los maestros pasteleros que los fabrican de modo artesanal en el “Taller del Secreto”.
Esta receta se mantiene inalterable hasta hoy en día. De hecho, es por medio de una exigente elección de ingredientes que, la única y verdadera fábrica de los ¨Pastéis de Belém», proporciona hoy el sabor de la antigua pastelería portuguesa.
Dirección:
- 84 rua de Belem, Lisboa 1300-085, Portugal
- Teléfono: +351 21 363 74 23
Fuente y mas info: http://www.pasteisdebelem.pt
- Texto: wikipedia. Fotografías: Martínezld