El 15 de agosto La Alberca celebra el Diagosto, singular festividad declarada de Interés Turístico Nacional. Abarrotada de visitantes y vecinos, la bella plaza mayor es el marco del vistoso Ofertorio en honor de la Virgen, una ocasión única para contemplar el espléndido traje de vistas, considerado el más sugestivo de los trajes regionales.
Autoridades, mayordomos y vecinos hacen reverencias y realizan las ofrendas ante la imagen de la Virgen de la Asunción, mientras que un grupo tradicional danza, palotea, teje y desteje el ramo al son de la gaita y el tamboril.
Al día siguiente, junto a la iglesia de este sorprendente conjunto histórico, tiene lugar la representación de la Loa, representación teatral popular de origen medieval. Vecinos del pueblo, como ángeles y demonios, comparten escenario en una lucha en la que triunfará el bien sobre el mal.
Hablar de La Alberca es decir tradición: en las calles y rincones, en las casas de entramado serrano y en las arraigadas celebraciones. En este calendario festivo hay dos celebraciones que destacan sobre el resto: el Ofertorio y La Loa, declaradas de interés turístico nacional.
Desde hace más de cinco siglos, el 15 de agosto se celebra el Diagosto, en honor de Nuestra Señora de la Asunción. En la bella plaza mayor, mayordomos y vecinos realizan ofrendas y bailan ante la imagen de la Virgen, ataviados con los más preciosos trajes y joyerías.
De hecho, es una ocasión única para contemplar el espléndido traje de vistas de este pueblo, considerado el más vistoso de los trajes regionales en el panorama nacional.
Al día siguiente, junto al atrio de la iglesia, se celebra La Loa. Se trata de un auto sacramental de origen medieval, en el que vecinos del pueblo se vuelven protagonistas de la representación. Ángeles y demonios comparten escenario en una lucha en la que triunfará el bien sobre el mal.
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