La ciudad portuguesa se viste de gala y garantiza diversión y espectáculo en sus calles.
Cualquier época del año es buena para ir a Oporto, una localidad cosmopolita, con un rico patrimonio arquitectónico y en la que disfrutar de una excelente gastronomía. Pero hay un momento especialmente adecuado para conocer la ‘Ciudad de los Puentes’. Durante el 23 y el 24 de junio, se viste con sus mejores galas y regala a propios y extraños un ambiente festivo para celebrar la Noche de San Juan. Es una velada perfecta para comer sardinas regadas con vino tinto y después ir a divertirse a alguna de las numerosas verbenas que se instalan en sus calles.
La riqueza cultural, gastronómica y de actividades de Oporto son méritos por la que ha sido proclamada el mejor destino turítico del Viejo Continente por la European Best Destination. Motivos no le faltan. Joyas artísticas como su catedral, el Palacio Episcopal y el de La Bolsa, el ayuntamiento, la Plaza de la Libertad, con la estatua ecuestre del Rey Pedro IV, o los puentes sobre el Río Duero le han valido para ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Y ese rico patrimonio es un escenario de lujo que acoge importantes fiestas durante el verano, entre las que destaca San Juan.
Como en muchas otras localidades de la Península Ibérica, la noche del 23 al 24 de junio se encienden hogueras sobre las que saltan los más valientes, pero tiene características que hacen que esas horas sean muy diferentes en la Ribera del Duero. El visitante puede verse sorprendido cuando algún local le golpee de forma festiva en la cabeza con un inocente martillo de plástico de colores. Es la versión moderna de una antigua costumbre, puesto que antaño los portuenses hacían ese mismo gesto con puerros. La ciudad además se engalana con múltiples farolillos, los lugareños lanzan al aire globos con un papel ardiendo en su interior y tanto portuenses como foráneos pueden disfrutar de un gran espectáculo de fuegos artificiales.
El mejor modo de arrancar la noche es disfrutando de una buena cena. En una ciudad marinera como Oporto, la tradicción manda que el plato fuerte sean las sardinas y que los alimentos se rieguen con vino u otras bebidas. Una buena opción es acudir al bar Socks on the Rocks del Bluesocks Hostels Oporto, que ofrece un menú especial para tan destacada velada. Los huéspedes de este moderno hostel, así como cualquier otra persona, pueden degustar la tradicional Sopa de repollo con chorizo y pan de maiz, Sardinas asadas o Filetes de cerdo a la parrilla, Pimientos asados y la popular Tarta de chocolate portuguesa. Todo ello se compaña con sangría o cerveza fría.
Una vez llenos los estómagos y con el espíritu festivo que corresponde a esa noche, la costumbre manda disfrutar de los fuegos artificiales sobre el Duero y después acudir a alguna de las numerosas festarolas que se pueden encontrar en la ciudad. Son verbenas populares, con puestos de comida y bebida y amenizadas con música donde bailar y mezclarse con propios y extraños. En ellas, la diversión está asegurada.
La marca más joven del Grupo Carrís ofrece un alojamiento ideal como base de operaciones para los grupos de amigos que quieran disfrutar de esa noche tan especial. El Bluesock Hostels Oporto está situado en un hermoso edificio con la fachada recubierta de azulejo azul, ubicado en la Ribera del Duero en el corazón histórico de Oporto. Es un lugar para mucho más que domir, un entorno donde compartir vivencias y experiencias. Con 3.000 metros cuadrados de superficie, dispone de espacios comunes donde se celebran conciertos, proyecciones, exposiciones y otros tipos de actividades culturales.
Los huéspedes tienen a su disposición el bar Socks On The Rocks, máquinas de vending y un business center. También hay lugar para la relajación, puesto que tiene chill-out. El Bluesock Hostels Oporto ofrece una serie de servicios adicionales. Entre ellos se cuentan el transporte en minibus al aeropuerto durante las 24 horas del día, lavandería externa y la bebida de bienvenida de cortesía a disposición de cada huesped. Los viajeros pueden elegir entre diferentes tipos de alojamientos. Dispone de habitaciones compartidas para 4, 6, 8, 12 ó 16 personas, así como dos dobles, tanto con camas individuales como de matrimonio, o una espectacular suite privada.
Quien se aloja en el Bluesock Hostels Oporto puede disfrutar de una experiencia que hace de su visita a la ciudad un episodio muy especial de su vida al haberse convertido en un auténtico viajero y no un mero turista.
Mas info: www.carrishoteles.com