Esta nueva marca se utilizará en todas aquellas publicaciones promocionales donde la Institución tenga presencia y considere oportuno (folletos, cartelería, campañas informativas, vallas publicitarias, mupis, marquesinas, cilindros publicitarios, artículos de merchandising, comunicados de prensa…) así como en el papel corporativo que se desarrolle a través de la marca (cartas, sobres, tarjetas, carpetas…)
El logotipo ‘León, Cuna del Parlamentarismo’ representa la constitución de las primeras cortes europeas, denominadas Cortes de León, precisamente por celebrarse en nuestra ciudad en el año 1188 durante el reinado de Alfonso IX.
Esta imagen representa e invita, entre otros aspectos, al consenso, a la unión y a la participación de todo aquel que se identifique con estos conceptos. Los rasgos de la tipografía que sugieren la palabra León evocan tradición, historia milenaria, cultura… Se trata de una tipografía que simboliza a la ciudad de León y que en un acto de generosidad nos abre sus puertas, metafóricamente hablando, cediendo el protagonismo de esa ‘O’, donde más fuerte se hace su nombre, para mostrarnos el espacio arquitectónico en el que se celebraron las primeras cortes europeas.
Así podemos ver tres arcos de medio punto, arquitectura distintiva del arte románico, pertenecientes a la Puerta del Cordero, ubicada en la fachada principal de la Colegiata de San Isidoro. Su disposición en una perspectiva en fuga persigue la participación de toda la ciudadanía y nos adentra en un habitáculo que supondría, siglos atrás, un escenario para el acuerdo, el diálogo y el comienzo de una democracia donde el pueblo, por fin, adquiriría el derecho a decidir en los asuntos generales del Reino.
Igualmente, estos arcos representan el importante patrimonio artístico-cultural que nuestra ciudad atesora, así como la imagen de un arco parlamentario donde cada una de sus piezas alude a la nobleza, al clero y al pueblo, respectivamente, y nos sugieren conceptos como democracia, hemiciclo, parlamento, pacto, aprobación, asentimiento… El grafismo erosionado que presentan estos elementos arquitectónicos, definidos mediante trazos irregulares, nos habla de la huella del tiempo.
Esta convivencia entre elementos gráficos queda igualmente reflejada en la combinación de dos tipografías que, aunque antagónicas en su composición, convergen en un discurso conceptual entre pasado, presente y futuro de un proyecto ilusionante. En su composición plástica el conjunto de la imagen conforma un espacio abierto y equilibrado. Su gama cromática viene representada por el color de la bandera de León y el color negro, dotando así a la imagen de personalidad, sobriedad, elegancia y fuerza, conceptos elementales que requieren un acontecimiento histórico de estas características.
Texto y fotografías: Ayuntamiento de León