“Chanel es a la moda lo que Picasso es a la pintura”, Jean Cocteau. Comisariada por Paula Luengo permanecerá abierta del 11 de octubre de 2022 al 15 de enero de 2023
El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza presenta una exposición que explora la relación de dos grandes creadores del siglo XX: Pablo Picasso y Gabrielle Chanel, volviendo a reunir arte y moda en un nuevo proyecto expositivo. Picasso y Chanel colaboraron profesionalmente en dos ocasiones, ambas con Jean Cocteau: en Antígona (1922) y en el ballet de Serguéi Diághilev El tren azul (Le Train Bleu, 1924). Se habían conocido en la primavera de 1917, seguramente a través del propio Cocteau o de Misia Sert. La diseñadora entabló con ambos una larga y duradera amistad que la introduciría en el círculo del pintor español. A partir de entonces, Chanel frecuentará al matrimonio de Olga y Pablo Picasso, coincidiendo con la activa participación del artista en los Ballets Rusos de Diághilev. La creadora llegó a estar muy relacionada con el mundo artístico e intelectual del París de la época, hasta el punto de afirmar: “son los artistas los que me han enseñado el rigor”. (*)
La exposición Picasso/Chanel está comisariada por Paula Luengo, conservadora y responsable del Área de Exposiciones del museo, y cuenta con el apoyo de la Comunidad de Madrid y de CHANEL, así como de Telefónica/ACE, patrocinadores de la Celebración Picasso 1973/2023. La muestra reúne una excepcional selección de vestidos, óleos, dibujos y otras piezas procedentes de museos y colecciones americanos y europeos, entre los que destacan por su generosa colaboración Almine y Bernard Ruiz- Picasso, Patrimoine de CHANEL y el Musée National Picasso de París.
El recorrido por las salas se organiza en cuatro grandes secciones que se suceden en orden cronológico y que abarcan, aproximadamente, las décadas de 1910 y 1920:
El cubismo y el estilo Chanel presenta la influencia de este movimiento en las creaciones de Chanel ya desde sus primeros e innovadores diseños: el lenguaje formal geometrizado, la reducción cromática o la poética cubista del collage se traducen en trajes de líneas rectas y angulosas, en su predilección por las masas de color, por el blanco, el negro y el beige, y en la utilización de tejidos humildes.
Olga Picasso, el segundo capítulo, está dedicado a los numerosos y bellos retratos que Picasso realizó de su primera mujer, la bailarina rusa Olga Khokhlova, devota clienta de Chanel; junto a ellos, algunos vestidos de este periodo inicial de la diseñadora francesa, de los que se conservan escasos ejemplos.
Antígona, adaptación moderna de la obra de Sófocles realizada por Cocteau y estrenada en París en 1922, con decorados y máscaras de Picasso y vestuario de Chanel que vuelven a reunirse en este capítulo para mostrar su común inspiración en la Grecia clásica.
El tren azul es el título del cuarto apartado y del ballet producido por Diághilev en 1924, con libreto de Cocteau inspirado en el deporte y la moda de baño; Dos mujeres corriendo por la playa (La carrera), un pequeño gouache que Diághilev descubrió en el taller de Picasso, se convirtió en imagen para el telón de la obra, mientras que Chanel, entusiasta deportista, creó trajes para los bailarines inspirados en modelos deportivos diseñados para ella misma y para sus clientes.
“Chanel es ante todo un estilo. Y es que la moda pasa de moda; el estilo, nunca”.
“(Picasso) destruyó para luego construir. Llegó a París en 1900, cuando yo era una niña, y ya sabía dibujar como Ingres, diga lo que diga Sert. Soy casi vieja y Picasso todavía sigue trabajando; se ha convertido en el principio radioactivo de la pintura. Nuestro encuentro solo podía haber ocurrido en París.” Gabrielle Chanel (L’Allure de Chanel, Paul Morand)
Chanel y Picasso se conocieron en la primavera de 1917, cuando ambos se encontraban en la treintena y ya eran célebres en sus respectivas actividades profesionales. Picasso empezaba a ser uno de los pintores más cotizados de París, mientras que Chanel, tras comenzar su carrera como sombrerera, había triunfado como diseñadora de moda y abierto tiendas en París (1910), Deauville (1912) y Biarritz (1915). Su natural intuición y su insaciable afán de aprender la llevaron a rodearse de músicos, literatos y pintores, siempre Madame D’Ora. Retrato de Gabrielle Chanel. Musée national Picasso-Paris, donación de la Sucesión Picasso en 1992. ©RMN- Grand Palais (Musée national Picasso-Paris) © image RMN-GP atraída por sus creaciones artísticas, y se convirtió también en mecenas, ayudando económicamente a Stravinsky, al poeta Pierre Reverdy o a Jean Cocteau en diferentes ocasiones.
Pero la verdadera fama le llegó tras el estallido de la Primera Guerra Mundial, como consecuencia de la incorporación de la mujer al mercado laboral, lo que llevó a buscar una mayor practicidad en la indumentaria femenina. Chanel se decanta por un tipo de ropa suelta, sin ceñir, acorta los vestidos para facilitar la libertad de movimientos, incorpora grandes bolsillos funcionales y elimina todo ornamento excesivo; y realiza todos esos cambios sin perder un ápice de elegancia. A menudo se inspira en la indumentaria masculina, e incluso puso de moda el corte de pelo a la garçonne.
Su trabajo está marcado por la reinvención constante de tipologías y formas, moviéndose fuera de los límites estipulados y abriendo el camino hacia una menor dependencia de las técnicas de confección clásicas; un cambio decisivo para la alta costura.
La ruptura que produce la representación de la realidad a partir de valores no visuales de las vanguardias artísticas es equiparable al cambio que Chanel introduce en la forma de vestir; un nuevo estilo que va más allá de una transformación formal en la moda femenina, ya que supuso un cambio de registro en los códigos de representación de la imagen indumentaria.
La comparación directa entre los diseños de Chanel y la obra de Picasso evidencia su parentesco formal y los profundos lazos que unen sus respectivas creaciones, fruto de aspiraciones e influencias compartidas, así como de una mutua admiración, contribuyendo ambos a la construcción del Gabrielle Chanel, paradigma moderno. Chanel creó el ‘uniforme’ de la mujer moderna y dinámica del siglo XX, e impuso el atractivo de lo repetitivo, igual que Picasso logró formular un nuevo canon de belleza plástica que se convierte en su estilo. Chanel entendió que el pintor había dado con las claves de un nuevo clasicismo, un lenguaje que, aun siendo sinónimo de modernidad, no se iba a pasar de moda.
Fecha de inicio: 11-10-2022
Fecha fín: 15-01-2022
Lugar: Museo Nacional Thyssen-Bornemisza