Monasterio franciscano fundado en 1430 por Don Sancho de Castilla. Existió en él una importante biblioteca que recuerda la intensa vida cultural y religiosa con la que contó el monasterio.
Tras el abandono de los franciscanos y el paso de los dominicos en la década de los años veinte del siglo XX por una de las edificaciones anejas como casa veraniega, la propiedad pasó a manos privadas siendo ésta su titularidad actual.
La distribución de las diferentes dependencias sigue la línea marcada por la arquitectura conventual, en torno a un claustro central.
Existen algunos restos de otro claustro más primitivo, conocido como el Patio de los Carros.
El edificio, según el estudio de Jaime Pinilla, presenta un esquema propio de los complejos monásticos con la salvedad de ciertas características propias.
El conjunto es de una gran sencillez, tanto en los elementos decorativos como en los constructivos, y la planta adopta una forma rectangular en base a la funcionalidad perseguida por sus promotores.
La iglesia, el claustro y las alas este, sur y oeste son los testimonios conservados que mejor definen esta edificación.
Muchas de sus imágenes, elementos decorativos y tallas se encuentran a buen recaudo en la iglesia parroquial de la localidad de San Martín del Castañar. Muchas de las piedras, hitos, rollos y hasta esculturas han sido expoliadas de su lugar original y pueden observarse en otros puntos de la sierra de Francia como parte de otras construcciones, tanto públicas como
privadas.
Grado de protección:
Sin protección.
Estado:
Conserva casi intacta su fachada principal, la fachada situada en el este, el solar donde se encontraba la iglesia y algunas dependencias en su interior, cubiertas por la vegetación. Existen restos de las canalizaciones de piedra que formaban el sistema de riego de la huerta.
Carácter de riesgo:
Deterioro y ruina progresiva por abandono.
Sección mensual realizada con la colaboración de la Asociación Hispana Nostra