Ciudadanos y ciudadanas de múltiples lugares del mundo han tomado las doce uvas al ritmo de las campanadas del reloj de la Casa Real de Correos en un acto simulado que ya es tradición.
Miles de madrileños y turistas han participado anteanoche en las “preúvas”, el primer ensayo general que se realizó a las 24.00 horas de cara al gran estreno del año nuevo que tendrá lugar esta noche, a la misma hora, y que recibirá al 2018.
Como ya viene siendo habitual, el penúltimo día del año, la explanada de la Puerta del Sol se convierte en un escenario festivo y acoge a ciudadanos y ciudadanas de múltiples lugares del mundo que toman las doce uvas al ritmo de las campanadas del reloj de la Casa Real de Correos, en un acto simulado que ya se ha convertido en una tradición.
Desde el Ayuntamiento de Madrid, a través del área de Salud, Seguridad y Emergencia y del área de Medio Ambiente y Movilidad, todo estuvo preparado para la Nochevieja, que se han ocupado de organizar los dispositivos especiales para garantizar la seguridad y el buen funcionamiento de este acto multitudinario y de los que tendrán lugar durante el día ayer. Todo ello, en estrecha colaboración y coordinación con Delegación del Gobierno, Ministerio del Interior, Cuerpo Nacional de Policía, Renfe y Metro.
Esta noche
La noche de ayer domingo, día 31, sí se celebró por fin la auténtica toma de uvas del final del año, y hay que tener en cuenta que a las 21.00 horas, quedaron cerrados los accesos a la Puerta del Sol, tanto a pie como desde las estaciones de metro o Cercanías RENFE. La plaza fue vaciada por completo y señalizándose las entradas y las salidas de emergencia.
Agentes de Policía Municipal y Nacional, en colaboración con SAMUR-Protección Civil, controlaron los cuatro accesos de entrada a la Puerta del Sol: calle Mayor, calle Arenal, calle Alcalá y carrera de San Jerónimo. El resto de las vías que llegan a la Puerta del Sol (calles Montera, Preciados, Carmen, y Carretas) funcionaron únicamente de salida y como vías de evacuación. También controlaron que el aforo de la plaza, que está limitado a 20.000 personas, lo que supone dos por metro cuadrado.