La Premio Nacional de Danza 2023 interpretará a las 13:00 horas una obra que busca la relación con el cuerpo de las vibraciones sonoras de un instrumento de viento.
El vestíbulo de la Facultad de Filosofía y Letras de la ULE (en el Campus de Vegazana) acogerá este miércoles 26 de septiembre a partir de las 13:00 horas la actuación de Melania Olcina, Premio Nacional de Danza 2023, que interpretará la obra ‘La declamación muda’, con entrada libre hasta completar el aforo. La idea, coreografía e interpretación son de Melania Olcina Yuguero, con música compuesta por Jorge Moreno, y hay que reseñar que se ha contado la colaboración con el Centro Coreográfico de Danza Canal, Ayuntamiento de Pinto y Compañía Sharon Fridman.
La declamación muda, es un proyecto de Melania Olcina Yuguero en colaboración con el trombonista Juan Crespo, que apuesta por la música en vivo intervenida por el espacio sonoro y que pretende incorporar al músico y a su instrumento como una parte fundamental en el material coreográfico. La pieza busca la relación entre las vibraciones sonoras de un instrumento de viento y un cuerpo afectado por sus dinámicas aéreas.
De esta manera, el oído soñador escucha la voz íntima informulada y únicamente aérea. En un principio, la pieza explora el ritmo íntimo de la respiración como origen del movimiento y detonante de una musicalidad constantemente renovada en cada inhalación y exhalación. Se comienza con el aliento como primer fenómeno después del silencio, manifestando íntimamente la aproximación entre el hálito y el aire.
El ser aéreo y el deseo de volar
A través de la respiración, se conecta con la profundidad del ser íntimo, con el ser aéreo y moviente. Los espectadores se encontrarán ante un viaje, un itinerario para conectar con nuestro ser íntimo y profundo a través de la expresión de las diferentes sugestiones del aire, como por ejemplo el suspiro, soplo, hálito, aliento, brisa, viento, vaho, corriente, etéreo, flujo, ventisca, galerna, huracán, torbellino, ciclón, tornado, remolino, vendaval, o tifón. Tal y como dice Gaston Bachelard, en ‘El aire y los sueños, imaginación del movimiento (195): “El viento es para el mundo, lo que el hálito para el hombre, manifestación de «la expansión de las cosas infinitas», llevan a lo lejos y cerca el ser íntimo haciéndolo participar en todos los lugares del universo”.
Durante este viaje aparece el sueño del vuelo onírico o el deseo de volar. Entendiendo vuelo como una sublimación compleja del hombre, que comienza con sus primeras experiencias aéreas. El primer ser volador es el soñador que como el moviente viven un estado imaginario o ilusorio. Por ello, se exploran las dinámicas aéreas de ascensión de suspensión, de levitación, de ingravidez y de ligereza. Tenemos el ejemplo de la destilación alquímica de una sustancia, que se purifica elevándose, aligerando, se evapora. En la pieza el pájaro es una metáfora de la sublimación del vuelo onírico.