Un año más, como cada 6 de enero, a las 12,30 horas, festividad de los Reyes Magos, y como manda la tradición desde tiempo inmemorial, se celebró el solemne responso por los Reyes de León con una una Misa de Pontifical oficiada por el Sr. Obispo de León, D. Julian López, en la Real Basílica de San Isidoro. Al finalizar la Misa se efectuó el Responso Oficial por los Reyes de León en el Panteón Real de la Colegiata de San Isidoro de León.
Ambos actos religiosos contarón además de con la exposición de los atributos Regios, con la asistencia de los caballeros y damas de la Real e Imperial Cofradía del Milagroso Pendón de San Isidoro de León, pero con la significativa ausencia del Pendón Real de León. Asimismo, y previamente, las damas y caballeros de la Real e Imperial Cofradía habrán hecho turnos de guardia y oración, de media hora, ante los sepulcros del Panteón de Reyes.
Es en San Isidoro dónde se encuentra nuestro legado como pueblo, nuestro orgullo de leoneses. Nuestra memoria como Reino. Aquí se celebraron las primeras Cortes democráticas del mundo en 1.188. De este Reino nació Portugal, Castilla. Este reino fue cabeza de la Reconquista.Aquí en san Isidoro se encuentra la tumba regia más importante de España después del Escorial. 23 reyes y reinas, 12 infantes y 9 condes, Reinas e infantes reposan en este recinto, cuyas pinturas son todo un referente en el arte románico.
REYES DE LEÓN
Colección de cuadros de los Reyes de León del Ayuntamiento de León
En el Ayuntamiento de León, existe una colección única de los cuadros de los Reyes de León, obras de José Rodríguez de Losada, copista que fuera del Museo de Prado, realizados entre 1890 y 1893 siendo adquiridos por el Ayuntamiento de León a finales de 1942 al Duque del Infantado por 29.610 pesetas.La colección consta de 31 lienzos
La mayoría de ellos se encuentran ubicados en la segunda planta del Ayuntamiento viejo de León, ubicado en la plaza de San Marcelo y la mayoría de ellos están expuestos al público. Merece la pena dar una vuelta para visitarlos.
En argen, león, contemplo
Fuerte, purpúreo, triunfal,
de veinte santos exemplo
Donde efta el único Templo
Real y Sacerdotal
Tuvo veinti quatro Reyes,
Antes que Castilla leyes;
Hizo el fuero fin querellas;
Libertó las cien donzellas
de las infernales Greyes.”
Quintillas “Glorias anónimas de la Ciudad”
Ramiro II de León, llamado el Grande (c. 898–León, enero de 951), fue el sexto rey de León (931-951) y uno de los más notables monarcas leoneses. Sus enemigos musulmanes lo llamaron El Diablo por su ferocidad y energía.
Hijo de Ordoño II, a la muerte de su padre, y tras ayudar a su hermano Alfonso a llegar al reinado (Alfonso IV de León) deponiendo a su primo Alfonso Froilaz, hijo de su tío Fruela II, se hizo con el dominio del norte de Portugal (926), al que añadió el de Galicia cuando murió su hermano Sancho (segundo rey de Galicia) en 929.
Ordoño II de León (c. 871-León, junio de 924) fue rey de Galicia (subordinado al rey de León) entre los años 910 y 914, y rey de León desde el año 914 hasta su muerte.
Hijo segundo de Alfonso III, fue un soberano enérgico y batallador que sometió a su autoridad única los territorios del reino leonés y combatió exitosamente contra los musulmanes, que aún dominaban la mayor parte de la Península Ibérica. Su reinado supuso el tránsito tácito y tranquilo del regnum asturum al regnum Legionis, con la sede regia ya establecida definitivamente en la ciudad de León.
Urraca I de León (24 de junio de 1081 – Saldaña, 8 de marzo de 1126). Reina de León y de Castilla (1109 – 1126). Hija y sucesora de Alfonso VI, y de la reina Constanza de Borgoña. Fue sucedida por su hijo Alfonso VII.
En 1180 falleció su hermano Sancho en la batalla de Uclés. La muerte del único descendiente varón de Alfonso VI convierte a Urraca, que había enviudado un año antes, en la candidata mejor situada para suceder a su padre, quien reúne en Toledo a los nobles del reino y les comunica el hecho, hasta entonces insólito, de que ella es la elegida para sucederle.
Bermudo III (o Vermudo III) de León (1017 – 4 de septiembre de 1037). Rey de León (1028 – 1037). Hijo y sucesor de Alfonso V de León, hermano de la reina Sancha de León (esposa de Fernando I de León). Falleció en la Batalla de Tamarón, librada en el año 1037, siendo el último de los monarcas leoneses de la dinastía astur-leonesa, iniciada con el rey Don Pelayo.
Subió al trono con tan sólo once años. Durante su reinado, el Reino de Navarra alcanzó su máximo esplendor bajo Sancho III el Mayor, con cuya hija, Jimena Sánchez, se casó Bermudo III.
Ordoño III de León (?, c. 925 – Zamora, 956) fue el sexto rey de León, reinando desde 951 hasta su muerte. Hijo y sucesor de Ramiro II de León, se enfrentó a navarros y castellanos, que apoyaban a su hermano Sancho I de León en la disputa que ambos sostenían por el trono. Sancho estaba apoyado por el reino de Navarra y por el conde castellano Fernán González, primer conde independiente de Castilla. Éste no fue el único problema que Ordoño III tuvo durante su reinado, pues además soportó numerosas rebeldías internas, ataques de al-Ándalus y una sublevación en Galicia. En respuesta a los musulmanes, Ordoño envió gran número de tropas, que consiguieron llegar hasta Lisboa (955). Ante semejante demostración de fuerza, se firmó un tratado de paz entre el rey y el califa Abderramán III. Ordoño III llevó a cabo una exhaustiva reorganización de sus territorios y continuó con el proceso de fortalecimiento de las instituciones reales que inició su padre.
Alfonso IX de León (Zamora, 15 de agosto de 1171 – Sarria, 24 de septiembre de 1230) fue rey de León desde el 21 de enero de 1188 hasta su muerte.
Hijo de Fernando II de León y Urraca de Portugal, tuvo dificultades para hacerse con el poder debido a las intrigas de su madrastra Urraca López de Haro, que aspiraba a entronizar a su propio hijo, el infante Sancho. A lo largo de su reinado tuvo numerosos conflictos y tensiones con su primo Alfonso VIII de Castilla. Debido a estos, estuvo ausente en la Batalla de las Navas de Tolosa, pese a lo cual realizó una gran actividad de reconquista, recuperando para la Cristiandad las ciudades de Cáceres, Mérida y Badajoz, y en general toda la mitad oeste de la actual comunidad autónoma de Extremadura.
Bermudo II (o Vermudo II) de León, apodado «el Gotoso» (entre 948 y 953 –septiembre de 999), fue Rey de León desde 985 hasta su muerte. Previamente, fue proclamado rey en 981 por un grupo de nobles gallegos y portugueses sublevados contra Ramiro III de León y coronado como tal en Santiago de Compostela en 982. Desde entonces estuvo en guerra con Ramiro III, ejerciendo el dominio efectivo sobre Galicia y Portugal. Con la muerte de Ramiro en 985, Bermudo II quedó como único soberano sobre todo el reino de León.
Alfonso V de León, el Noble (c. 994–Viseu, 1028). Rey de León desde 999 hasta su muerte. Sucedió a su padre Bermudo II a la edad de cinco años, quedando bajo la tutela de su madre Elvira García y del conde gallego Menendo González. Alfonso V llegó a a la mayoría de edad en el año 1017, heredando un reino lleno de inestabilidad política. Su madre Elvira García, hasta entonces regente, y los tres nobles más importantes del reino desaparecieron del mapa en ese mismo año: el conde de Castilla, el jefe de los Banu Gómez y el conde gallego Menendo Rodríguez, que habían sido fuente de problemas en la regencia anterior. Alfonso V quería dar un giro a la administración y para eso necesita primero un nuevo marco jurídico. Así, en 1017, en una reunión de la curia regia, se promulgó el Fuero de León, que se ha calificado como la sanción jurídica del feudalismo leonés. Con ella se buscaba poner fin a los desórdenes de la etapa anterior y recuperar el poder real. Reciben el nombre de «Fuero de León» un conjunto de preceptos decretados por el rey de León Alfonso V en un concilium reunido en la catedral de León en el año 1020. A estos veinte preceptos se les añadieron otros veintiocho que regulaban la vida local en la ciudad de León. Alfonso reconstruyó la ciudad de León que había sido dañada por los ataques de Almanzor
Alfonso VI de León, llamado el Bravo, (1047 – Toledo, 1 de julio de 1109), fue rey de León (1065-1072; 1072–1109), de Galicia (1071–1072; 1072–1109) y de Castilla (1072–1109). Durante su reinado se conquistó la ciudad de Toledo, en el año 1085, y tuvieron lugar las batallas de Uclés y Sagrajas, que constituyeron sendas derrotas para las mesnadas leonesas y castellanas, falleciendo en la primera el heredero del rey, el infante Sancho Alfónsez. Hijo del rey Fernando I de León y de su esposa, la reina Sancha de León. Era nieto por parte paterna de Sancho III el Mayor, rey de Pamplona, y de su esposa, la reina Muniadona de Castilla. Por parte materna eran sus abuelos Alfonso V de León, rey de León, y su esposa, la reina Elvira Menéndez. Fue hermano de Sancho II el Fuerte, rey de Castilla y de León, de García de Galicia, y de las infantas Elvira de Toro y Urraca de Zamora.
Sancho II llamado el Fuerte (c. 1037 – Zamora, 7 de octubre de 1072). Primer rey de Castilla (1065 – 1072) y, por conquista, de Galicia (1071 – 1072) y de León (1072). Consiguió reunificar la herencia de su padre Fernando I. Sin embargo, no disfrutó mucho tiempo de ello, puesto que murió meses después en el asedio a la ciudad de Zamora, heredando los tres reinos unidos su hermano Alfonso.
Doña Berenguela. Hija primogénita del rey castellano Alfonso VIII y de su esposa, Leonor Plantagenet, era bisnieta de otra Berenguela, la esposa de Alfonso VII de León y hermana de Ramón Berenguer IV de Barcelona. Por línea materna era nieta de Enrique II de Inglaterra y de otra importante mujer de la época, Leonor de Aquitania.
Fernando III el Santo, Rey de Castilla y de León. (Peleas de Arriba, Zamora o Bolaños de Calatrava, Ciudad Real, c. 5 de agosto de 1199 – Sevilla, 30 de mayo de 1252), llamado el Santo, rey de Castilla (1217 – 1252) y de León (1230 – 1252). Hijo de Berenguela I, reina de Castilla, y de Alfonso IX, rey de León. Durante su reinado se unificaron definitivamente las coronas de Castilla y León, que habían permanecido divididas desde la época de Alfonso VII el Emperador, quien a su muerte las repartió entre sus hijos, los infantes Sancho y Fernando.
Durante su reinado fueron conquistadas y arrebatadas a los musulmanes, en el marco de la Reconquista, entre otras plazas, las ciudades de Córdoba, Sevilla, Jaén y Murcia, obligando con ello a retroceder a los reinos musulmanes, que, al finalizar el reinado de Fernando III el Santo, únicamente poseían en la Península Ibérica las actuales provincias de Huelva, Cádiz, Málaga, Granada y Almería.
Sancho III de Castilla y de León (Toledo, 1134 – ibídem, 31 de agosto de 1158). Llamado el Deseado fue rey de Castilla desde el 21 de agosto de 1157 hasta su fallecimiento un año después. Fue hijo de Alfonso VII el Emperador, rey de Castilla y de León, y de su esposa Berenguela de Barcelona. Fue sucedido por su hijo Alfonso VIII de Castilla.
Sancho IV llamado «el Bravo», (Valladolid, 12 de mayo de 1258 – Toledo, 25 de abril de 1295), fue rey de Castilla(1284–1295). Era hijo del rey Alfonso X de Castilla, y de su esposa, la reina Violante de Aragón, hija de Jaime I el Conquistador, rey de Aragón. Sancho se alzó como rey sin respetar la voluntad de su padre y fue coronado en Toledo el 30 de abril de 1284.
Alfonso VIII el de las Navas (Soria, 11 de noviembre de 1155-Gutierre-Muñoz, Ávila, 6 de octubre de 1214), conocido también como «el de las Navas» o «el Noble», fue Rey de Castilla entre 1158 y 1214. Hijo de Sancho III de Castilla y Blanca Garcés de Pamplona, derrotó a los almohades en la batalla de las Navas de Tolosa, librada en 1212, y fue sucedido en el trono por su hijo Enrique I de Castilla.
Alfonso X, llamado el Sabio (Toledo, 23 de noviembre de 1221 – Sevilla, 4 de abril de 1284), fue rey de Castilla entre 1252 y 1284. A la muerte de su padre, Fernando III el Santo, reanudó la ofensiva contra los musulmanes, ocupando Jerez (1253) y Cádiz (c. 1262). En 1264 tuvo que hacer frente a una importante revuelta de los mudéjares de Murcia y el valle del Guadalquivir. Como hijo de Beatriz de Suabia, aspiró al trono del Sacro Imperio Romano Germánico, proyecto al que dedicó más de la mitad de su reinado sin obtener éxito alguno. Los últimos años de su reinado fueron especialmente sombríos, debido al conflicto sucesorio provocado por la muerte prematura de su primogénito, Fernando de la Cerda, y la minoridad de sus hijos, lo que desembocó en la rebelión abierta del infante Sancho y gran parte de la nobleza y las ciudades del reino. Alfonso murió en Sevilla durante el transcurso de esta revuelta, no sin antes haber desheredado a su hijo Sancho.
Juan II. Nació en Toro (Provincia de Zamora), en el palacio del Real Monasterio de San Ildefonso. Tenía sólo dos años de edad cuando murió su padre, en 1406. Los regentes fueron su madre y su tío paterno, Fernando de Antequera, que llegaron a un acuerdo que dividía el reino en dos partes.
Enrique I (Valladolid, 14 de abril de 1204–Palencia, 6 de junio de 1217). Rey de Castilla entre los años 1214 y 1217, en que falleció como consecuencia de un accidente en la ciudad de Palencia. Fue hijo de Alfonso VIII y de su esposa, la reina Leonor de Plantagenet. Le sucedió en el trono su hermana la reina Berenguela quien después renunció en su hijo, el futuro rey Fernando III de Castilla.
Fernando IV llamado el Emplazado. (Sevilla, 6 de diciembre de 1285 – Jaén, 7 de septiembre de 1312). Fue rey de Castilla (1295-1312). Durante su minoría de edad, su crianza y la custodia de su persona fueron encomendadas a su madre, la reina María de Molina, mientras que su tutoría fue confiada al infante Enrique de Castilla «el Senador», hijo de Fernando III de Castilla. Durante su minoría de edad, y también durante el resto de su reinado, su madre procuró aplacar a la nobleza, se enfrentó a los enemigos de su hijo, e impidió en varias ocasiones que Fernando IV fuese destronado.
Pedro I, llamado el Cruel por sus detractores y el Justiciero por sus partidarios, fue rey de Castilla desde el 26 de marzo de 1350 hasta su muerte. Nacido en la torre defensiva del Monasterio de Santa María la Real de Las Huelgas en Burgos, Pedro era hijo y sucesor de Alfonso XI el Justiciero y de María de Portugal, hija del rey Alfonso IV el Bravo. Fue el último rey de Castilla de la Casa de Borgoña. Su educación fue muy descuidada, pues Alfonso XI, llevado por su amor a Leonor de Guzmán, dejó la crianza de su heredero a María de Portugal, la reina consorte, que vivió con su hijo en el alcázar de Sevilla.