La fiesta organizada por la Asociación Trashumancia y Naturaleza en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid celebra este año su 30 aniversario. El alcalde ha recibido ayer al mediodía en el entorno de Cibeles a los pastores y ganaderos que, junto a más de un millar de ovejas, han recorrido las calles de la capital. Esta edición de la Fiesta de la Trashumancia ha estado marcada por ser la primera en la que una mujer ha pastoreado el rebaño desde la Casa de Campo hasta el Ayuntamiento. Almeida ha querido poner en valor el trabajo en el campo, destacando que “las grandes ciudades tenemos mejor calidad de vida gracias a todos ellos”.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha recibido este domingo en el centro de la capital a los pastores, ganaderos y mayorales que, junto a más de un millar de ovejas, han participado en la XXX Fiesta de la Trashumancia. Esta edición ha coincidido con el 750 aniversario de la creación del Real Concejo de la Mesta y ha estado marcada por ser la primera en la que una mujer ha pastoreado el rebaño desde la Casa de Campo hasta la plaza de Cibeles.
Acompañado del delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante; el concejal delegado de Limpieza y Zonas Verdes, José Antonio Martínez Páramo, y el concejal de Centro, Carlos Segura, Almeida se ha sumado al último tramo del recorrido junto a centenares de madrileños y turistas que han querido seguir de cerca esta tradición. Con su participación en esta fiesta, el alcalde ha querido reafirmar el compromiso de Madrid con la protección de las vías pecuarias como corredores ecológicos y la puesta en valor de la trashumancia y la ganadería extensiva como herramientas de conservación de la biodiversidad, el control de incendios forestales y el asentamiento de la población rural.
A su llegada a Cibeles, el alcalde ha dado la bienvenida a los pastores y ha recibido los ‘50 maravedís al millar’ que recoge la Concordia de 1418 entre los hombres y mujeres buenos de la Mesta y los procuradores del Concejo de la Villa. Este es el precio que debían pagar los pastores a las autoridades por hacer uso de los caminos ganaderos.
Esta XXX edición de la Fiesta de la Trashumancia ha querido reivindicar el papel de la mujer y los jóvenes en el mundo de la ganadería. Tras dar la bienvenida a los “señores mayorales y pastores del Real Concejo de la Mesta” y la posterior lectura del tradicional texto, el alcalde ha querido hacer un reconocimiento expreso a Marity González García por ser la primera mujer que guía los rebaños por las calles de la capital “poniendo así en valor el papel de la mujer en el campo” y ha destacado que la ciudad de Madrid «no sería igual sin el campo y las gentes del campo. Las grandes ciudades tenemos mejor calidad de vida gracias a todos ellos. ¡Que vivan las pastoras y que viva la trashumancia!».
En la fiesta también han participado grupos de músicos y personas vestidas con trajes regionales. Completado su trayecto hasta Cibeles, el rebaño de ovejas merinas y cabras retinas, guiado por los miembros de la Asociación Trashumancia y Naturaleza, ha regresado al descansadero de la Casa de Campo.
El origen de esta tradición
Hace 750 años, en 1273, Alfonso X El Sabio creó el Real Consejo de la Mesta, una de las instituciones más importantes de la época por su aportación al comercio de la lana merina para la realeza. Estaba constituido por grupos locales de ganaderos que se repartieron territorios, ordenaron el pastoreo, los lugares de paso y los caminos para desplazar a su ganado. Así se crearon las cañadas reales que se conocen en España en la actualidad.
La Fiesta de la Trashumancia, consolidada ya en el calendario de tradiciones de Madrid desde hace 30 años, celebra este derecho de los rebaños a transitar por terrenos de dominio público. La capital renueva así su compromiso con la preservación del rico patrimonio que constituyen los 125.000 kilómetros y las 425.000 hectáreas de superficie protegida para el pastoreo. La calle de Alcalá fue un importante tramo de la Cañada Real Galiana o Riojana, desviada hace años por los distritos de Vicálvaro y Villa de Vallecas. En la plaza de la Independencia aún se mantienen los mojones de piedra de la Cañada Real como recuerdo de su pasado ganadero.
La Fiesta de la Trashumancia, que acoge las calles de Madrid desde 1994, está organizada por la Asociación Trashumancia y Naturaleza con la colaboración del Ayuntamiento de Madrid, la Asociación Concejo de la Mesta, MAVA (Fundación por la Naturaleza) y la Fundación WWF/Adena España.
Una exposición sobre La Mesta, hasta diciembre
Coincidiendo con la Fiesta de la Trashumancia, el Departamento de Educación Ambiental del Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad ha organizado una serie de actividades como la exposición fotográfica ‘Cien años de la Mesta’. En ella se exhiben imágenes que reflejan la vida trashumante ganadera a lo largo del último siglo. La muestra conmemora el centenario de la publicación del historiador norteamericano Julius Klein, La Mesta: estudio de la historia económica española, 1273-1836, con el fin de poner en valor la importancia de la conservación de las vías pecuarias para el mantenimiento de la ganadería extensiva. La exposición se podrá disfrutar hasta finales de diciembre.