La celebración de TEFAF del 16 al 25 de marzo concentra a especialistas y aficionados
ENRIQUE SANCHO
Sólo para exquisitos. Ese sería el letrero que habría que colgar en la puerta de The European Fine Art Fair (TEFAF) que del 16 de marzo abre sus puertas en el Palacio de Exposiciones y Congresos MECC de la ciudad holandesa de Maastricht y que este año celebra su 25 aniversario. Se expondrán más de 30.000 obras de arte que abarcarán 7.000 años de historia, desde la antigüedad clásica hasta el siglo XXI. En efecto, sólo unos pocos exquisitos y adinerados pueden darse el capricho de flirtear con las más destacadas piezas de arte que aquí se ponen a la venta, desde un dibujo de Leonardo da Vinci a cuadros de Rembrahdt y Rubens, de Picasso y Miró.
Son sólo una muestra entre los cientos de pinturas, dibujos, grabados, esculturas, antigüedades clásicas, manuscritos iluminados, joyas, textiles, porcelana, cristal, plata y otros objetos de arte que 260 de los más destacados marchantes y anticuarios de 16 países presentan hasta el 25 de marzo en que la que, sin duda, es la principal cita anual para los interesados en las antigüedades y también en el arte moderno. El valor de lo ofertado supera los 2.000 millones de euros. Solo cinco expositores españoles han sido seleccionados para estar presentes en esta edición de TEFAT: Galeria Caylus, Coll & Cortés, Deborah Elvira, López de Aragón y Artur Ramon Art
TEFAF Maastricht se ha convertido en visita obligada para cualquier conservador o director de museo serio que desee mantenerse al día de lo que ocurre en el mundo del arte. Este año se espera la visita de representantes de más de 180 museos de 20 países. También los coleccionistas más importantes tienen mucho interés por visitar la feria, donde se concentra, según estimaciones, el 70 por ciento de las pinturas de maestros antiguos que están a la venta en este selecto circuito. Su carácter exclusivo ha hecho que sus organizadores hayan subido considerablemente el precio de la entrada (55 euros) para conseguir uno de sus grandes objetivos: ¡que el número de visitantes disminuya! Aún así, más de 80.000 privilegiados visitantes acudirán a TEFAF este año.
Naturalmente, todas las obras que salen a la venta son minuciosamente revisadas, sobre todo en aspectos referentes a su autenticidad, su calidad y sus condiciones de mantenimiento, por un equipo de especialistas que garantizan a los coleccionistas poder comprar con confianza. Estos controles de autenticidad y calidad se llevan a cabo por 29 comités especializados en investigación de antecedentes, compuesto por unos 175 expertos de prestigio internacional. Si una obra no cumple con los estándares más exigentes simplemente se retira de la feria y se almacenan en un lugar bajo llave hasta que la feria ha terminado. TEFAF Maastricht fue también la primera feria en introducir el Registro de Arte Perdido desde el año 2000. El ALR comprueba si un objeto aparece en la lista de obras de arte robadas. Todos los objetos robados, por supuesto, son retirados de inmediato de la feria.
La visita a TEFAF es una buena oportunidad para descubrir una ciudad que poco tiene que ver con sus hermanas holandesas, excepto las bicicletas que se ven por todas partes. Situada junto a las fronteras de Alemania y Bélgica a lo largo del río Maas, Maastricht data de la época de los romanos unos 50 años antes de Cristo, y de aquella época conserva el aire cosmopolita y accesible. Es la ciudad más meridional de Holanda y ello se nota en sus siempre animadas terrazas, cafés y restaurantes.
El principal centro de animación de la ciudad es Vrijthof, la plaza del gran mercado de Maastricht, con una impresionante colección de fachadas de diversos estilos en fascinante armonía. El primer paseo por la ciudad hay que hacerlo entre esta plaza y la iglesia de San Gervasio, lo que permitirá disfrutar de un silencio peculiar y de preciosos tesoros artísticos.
La basílica de San Gervasio es la única iglesia en Holanda construida sobre la tumba de un santo y se ha convertido en un símbolo para el pueblo. Por fuera, la basílica impone y dentro es una mina de tradiciones, historia, cultura y arquitectura religiosas. Uno de sus grandes atractivos es su campana, colgada en la torre meridional oeste, que tiene el nombre de «Grameer» (abuela), pesa 7.716 kilos y es la más grande del país.
La otra gran iglesia de Maastricht es la basílica de Nuestra Señora (Onze Lieve Vrouwebasiliek), en la plaza con el mismo nombre, considerada una de las iglesias románicas mas bellas del país. Las partes más antiguas de la basílica datan del siglo XI. La iglesia se ha ampliado y ha sido alterada durante diferentes períodos. El ala oeste así como el coro son arquitectónicamente importantes y son únicos en su clase.
La característica visual de la ciudad, no está marcada, sin embargo, por las dos iglesias, sino por el puente de San Gervasio que une las dos partes de la urbe y, sobre todo, por el espectacular Museo Bonnefanten (Museo de los Niños Buenos), cuyo edificio nuevo fue construido por el arquitecto italiano Aldo Rossi en 1995 y se ha convertido en un distintivo del nuevo e internacionalmente conocido Distrito Cerámico en Maastricht.
Al lado derecho del río Maas, el edificio con su cúpula sobresaliente atrae de manera natural la vista de los visitantes. El uso de materias naturales y la preponderancia de la luz del día crean un ambiente extraordinario. Lo primero que los visitantes notan al entrar al simétrico edificio es la escalera de 35 metros de largo que conduce a los distintos niveles. El museo alberga dos colecciones principales. Por un lado, la colección de arte medieval del siglo XVIII que está dividida en tres grupos principales: escultura medieval, pinturas del sur de Holanda y maestros italianos de antes de 1650, y del siglo XV y XVI pintura y escultura germana. Pieter Brueghel el Joven es el punto culminante de esta colección.
Por otro lado, la colección del arte contemporáneo cubre un número selecto de artistas. Sólo cinco obras de arte tienen una ubicación permanente en la sección contemporánea de arte. El museo mantiene un programa activo en la exhibición en el que varias presentaciones y colecciones se alternan simultáneamente.
El Museo de Historia Natural alberga las extensas colecciones que documentan la geología, la paleontología, la flora y la fauna de Limburgo y alrededores. Uno de los puntos principales son los restos de un enorme mosasaurio. El museo tiene más de 550.000 objetos naturales. La colección comprende más de 11.000 especies.
En las cercanías, vale la pena visitar las cuevas de St. Pieter (Grotten St. Pietersberg) que son el resultado de siglos de excavaciones de marga, una construcción de piedra. Lo que ahora podemos ver es un gran laberinto de más de 20.000 pasajes.
GUIA PRÁCTICA:
COMO IR: El más potente buscador de viajes www.skyscanner.es ha encontrado vuelos directos a Maastricht (Mastrique) de Ryanair desde seis ciudades españolas (Madrid, Gerona, Málaga, Alicante, Palma de Mallorca y Tenerife), con precios entre 43 y 152 euros. También ha encontrado hasta 64 hoteles a partir de 80 euros la habitación doble, aunque la mayoría en estas fechas pasan de los 130 euros.
TURISMO: Oficina de Turismo y Congresos de Holanda: www.holland.com/es, TEFAT: www.tefaf.com y VVV Información turística Maastricht: www.vvvmaastricht.nl