Más de doscientas niños disfrutaron, en cada viaje de familiarización con los nuevos atractivos de la ciudad, de la magnífica experiencia de poder sumergirse en el fondo del mar y admirar una amplia variedad de las especies que habitan en el fondo de los océanos; y vivir la experiencia del ‘León Tour’ ya que fueron transportados de sus escuelas al Acuario y realizaron un recorrido panorámico por el Centro Histórico.
Los niños no pueden evitar poner cara de asombro cuando conocen algunos detalles de la logística del acuario: arena de Florida, agua de mar de Veracruz, bacterias de Alemania; sistemas y soportes para la vida procedentes de Japón y Estados Unidos que filtran diariamente 22 millones de litros de agua. El traslado de las especies fue realizado vía aérea y terrestre en peceras especiales que integran su propio sistema de soporte de vida, oxigenación y al cuidado de un grupo de biólogos.
Y aunque el acuario ya cuenta con la mayoría de las especies, en los próximos meses seguirá integrando más animales como los pingüinos que vendrán de Japón para luego hacer escala en California, CDMX y finalmente León. También faltan aún por incorporarse a las peceras gigantes del Acuario del Bajío los tiburones Puntas Negras, algunos ejemplares de Puntas Blancas y los esturiones.