El documento plasma el compromiso de los 27 Estados miembros para que “la cultura sea de ahora en adelante considerada un bien público esencial y un bien público mundial al más alto nivel político”. La declaración supone un paso adelante para que Europa asuma el liderazgo en la consecución del 18º Objetivo de Desarrollo Sostenible específico para la Cultura en la Agenda posterior a 2030. También contiene una condena “sin matices” a “la agresión injustificada de Rusia contra Ucrania, su pueblo y su identidad cultural”. La gestión sostenible del patrimonio cultural, su acceso universal y su papel como elemento vertebrador del territorio ha centrado el segundo debate abordado en el encuentro, al que han asistido 29 delegaciones.
Los ministros de Cultura de la Unión Europea ha aprobado este pasado 26 de septiembre en la Reunión Informal de Ministros (RIM) de Cultura la ‘Declaración de Cáceres’, impulsada por la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea. El documento recoge el compromiso unánime de los 27 Estados miembros “la cultura sea de ahora en adelante considerada un bien público esencial y un bien público mundial al más alto nivel político”.
En su intervención, el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, anfitrión del encuentro, ha manifestado que “la cultura refuerza la Unión Europea”. En línea con la declaración, fruto del primer debate de la RIM, titulado ‘La cultura como bien público esencial, como bien público mundial’, Iceta ha manifestado que “queremos que la cultura tenga la mayor consideración posible en las políticas regionales y estatales, así como en las políticas de la Unión Europea”. Y ha concluido insistiendo en que “la cultura es crucial para la construcción de sociedades y ciudadanías mejores y para la salvaguarda de nuestras democracias”.
Así, desde Cáceres, ciudad Patrimonio de la Humanidad, el Consejo de la Unión Europea ha sellado el compromiso común de “trabajar por que la cultura sea un elemento crucial de las políticas en favor de sociedades pacíficas, justas, e igualitarias. Porque la cultura juega un papel esencial en la construcción de sociedades democráticas y en el desarrollo personal de la ciudadanía: la cultura es esencial para lograr sociedades más sanas, justas, críticas, libres, tolerantes, integradoras e igualitarias”, tal como expresa textualmente la declaración.
El texto recoge el propósito de, “trabajar para que la cultura sea reconocida en sí misma como un nuevo objetivo de desarrollo sostenible”. De hecho, desde la Comisión Europea se ha destacado la importante dimensión cultural del desarrollo sostenible, con el compromiso de su uso para contribuir a implantar la Agenda 2030. Así, la acción política y la cooperación de la Unión Europea en este ámbito se centran en aprovechar el poder de la cultura y la diversidad cultural para la cohesión social y el bienestar mediante cuestiones que ya contempla el Plan de Trabajo para la Cultura de la UE para el periodo 2023-2026. La ‘Declaración de Cáceres’, por tanto, supone un paso adelante para, finalmente, lograr incluir la Cultura como 18º Objetivo de Desarrollo Sostenible en la Agenda posterior a 2030.
De este modo, la Presidencia Española del Consejo de la UE ha logrado aglutinar a todos los países de la Unión Europea en torno a un discurso y una estrategia para que la cultura sea una verdadera política de Estado, certificando su papel como elemento indispensable tanto para el desarrollo personal de una ciudadanía libre, crítica, tolerante y heterogénea en su diversidad, como para el propio crecimiento económico de unos países que siguen siendo el referente internacional, también en lo relativo a las áreas artísticas y creativas. La intención es que sea Europa la que asuma y abandere el liderazgo mundial del trabajo que tenga como meta garantizar el acceso universal a la cultura, independientemente de las circunstancias geográficas, políticas, idiomáticas, educativas o de la propia herencia cultural de cada individuo.
Asimismo, en su enunciado, la ‘Declaración de Cáceres’ contiene una condena “sin matices” a “la agresión injustificada de Rusia contra Ucrania, su pueblo y su identidad cultural”.
Gestión sostenible del patrimonio cultural
El segundo debate planteado durante la RIM de Cáceres, que ha contado con 29 delegaciones -las de todos los Estados Miembros, además de las de Comisión Europea y la Secretaría General del Consejo de la UE-, ha tratado sobre la necesidad de impulsar a nivel europeo la gestión sostenible del patrimonio cultural, su acceso universal y su papel vertebrador del territorio. Según el ministro, “nos ofrece una oportunidad única para la adaptación y el fortalecimiento del patrimonio cultural, con una interacción equilibrada de los planos social, medioambiental y económico”.
En este marco, España ha compartido con las delegaciones el ‘Libro verde para la gestión sostenible del patrimonio’, recientemente publicado, que aborda la vinculación del patrimonio con la sociedad y el desarrollo sostenible. Tal como ha expuesto Iceta, “es un documento vivo, con vocación de mejora y actualización permanente, que incorpora buenas prácticas. Confiamos en que será una herramienta útil para todos nuestros gestores de patrimonio”. En este debate, también se ha hecho referencia a los ‘Paisajes Culturales’ como espacios de memoria que favorecen el sentimiento de arraigo en los distintos territorios y reflejan la base física de su patrimonio inmaterial. España, por ejemplo, cuenta con más de 100 paisajes culturales que incluyen varios declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Cáceres
La elección de Cáceres como sede de esta RIM ha tenido un doble objetivo. El primero, el reflejo de que la cultura es un eje vertebrador del territorio, con capacidad para llegar a todos los rincones. El segundo, la voluntad del Gobierno de España de descentralizar y diversificar los actos programados con motivo de la Presidencia del Consejo de la UE.
Además de las reuniones y debates programados en este encuentro, las delegaciones ministeriales de los estados miembros han tenido la oportunidad de conocer la ciudad extremeña. Fundada por los romanos, conserva vestigios de las diversas culturas que la han poblado a lo largo del tiempo, siendo su casco antiguo una mezcla de estilo gótico y renacentista, con calles medievales adoquinadas que albergan manifestaciones de las tres culturas: cristiana, musulmana y judía, así como casas y palacios fortificados. Está rodeada por una muralla morisca del siglo XII y tiene alrededor de 30 torres. Esta singularidad monumental llevó a la UNESCO a declararla Ciudad Patrimonio de la Humanidad en 1986. Durante su estancia, las delegaciones de los países visitaron también el Museo de Arte Contemporáneo Helga de Alvear.Enlace a la ‘Declaración de Cáceres’.