«Se traspasa», este es el contundente cartel que desde el Viernes 1 de mayo ha inundado las redes sociales y ha comenzado a ser visible en la fachada de numerosos negocios de hostelería de la provincia de León.
Con este mensaje, los dueños de los negocios han decidido plantarse «hasta que se tomen medidas concretas y correctas que permitan garantizar la seguridad de nuestros clientes y nos permitan desarrollar de forma coherente nuestra labor profesional». La iniciativa está apoyada por la Asociación Hostelería de León y por la Confederación de Hostelería y Turismo de Castilla y León, y no se descartan movilizaciones.
La iniciativa de protesta surgió a través de un grupo de hosteleros amigos y empresarios de diversos ámbitos, como la restauración, el ocio nocturno, hoteles y cafeterías, de Salamanca extendiéndose como la pólvora por toda la Comunidad de Castilla y León y avanzando por todo el territorio Nacional.
Además los Hosteleros de la provincia se han unido a la campaña nacional #asiNoabrimos para sensibilizar a la opinión pública y la ciudadanía en las redes sociales. Con este hashtag o etiqueta, se pretende que el Gobierno se replantee la desescalada del sector y sea más flexible con un gremio que forma parte del tejido económico de la ciudad.
«Consideramos que el plan de desescalada es improvisado, necesitamos garantías para volver a la actividad de manera que se salvaguarde la subsistencia de los negocios hosteleros. Este plan ha generado mucha preocupación en el sector, por la falta de medidas que lo complementen y que permitan una certeza en la continuidad del funcionamiento de sus negocios, con su actividad normal seriamente afectada» señalan en un comunicado hecho publico en la noche de ayer viernes por la Asociación Hostelería de León
Continúa diciendo esta asociación de hoselerías que «Estamos ya en la séptima semana de cierre, y criticamos que las medidas no se hayan acompañado de ninguna otra propuesta complementaria como, por ejemplo, una flexibilización de los ERTE que permita la incorporación progresiva de los trabajadores. Estamos esperando a que se derogue la cláusula que llevan incorporados los ERTE, que habla de que hay que mantener el empleo durante seis meses. Hasta entonces, es imposible la apertura”.
Desde el punto de vista de la asociación, sigue diciendo el comunicado, «es imposible mantener las cifras de empleo anteriores a la crisis durante los seis meses siguientes a la reapertura con las condiciones de la ‘nueva normalidad’ en un sector que presenta graves dificultades para mantener el empleo, cuya actividad es muy estacional y cuyos negocios se van a ver duramente afectados, además, por la bajada del turismo y asociado a las condiciones de aforo anunciadas».
Y añaden que «según cálculos de la asociación, en este nuevo contexto de medidas de desescalada, el cierre de establecimientos hosteleros podría ascender hasta el 30%».
«Además necesitamos otra serie de garantías económicas, como las exenciones fiscales y de tasas municipales, además de las líneas de financiación, que continúan siendo insuficientes. Por otro lado, no disponemos aun de una guía que permita aplicar las medidas higiénicas sanitarias, las cuales aún desconocemos.
Por todo ello nos oponemos a abrir las puertas de los negocios con las medidas propuestas, ya que supondría un suicidio colectivo» finaliza el comunicado de esta Asociación de hostelería de León.