Quince conjuntos que podemos visitar en seis jornadas, sin prisas, con la tranquilidad y la paciencia de los antiguos viajeros interesados en descubrir los pequeños tesoros que ha ido escondiendo la historia
Una buena propuesta para visitar la provincia de Salamanca es seguir la ruta de los Conjuntos Históricos. Quince municipios, a los que se añade la capital de la provincia y un camino histórico, la Calzada de la Plata, articulan la provincia desde el punto vista turístico. Pueblos que han conservado su patrimonio y sus rasgos de identidad con la misma naturalidad con la que han desarrollado la vida cotidiana durante siglos.
La gran riqueza patrimonial salmantina queda plasmada en los quince municipios declarados “conjuntos históricos”, entre ellos la propia capital que ostenta además el título de Patrimonio de la Humanidad.
No es casualidad que seis de esas localidades se hallen en la Sierra de Francia; son La Alberca, Mogarraz, Miranda del Castañar, Sequeros, San Martín del Castañar, Villanueva del Conde. En la cercana Sierra de Béjar se encuentran Béjar, Candelario, Montemayor del Río y Puente del Congosto, próximos a la Vía de la Plata.
Ese espacio simbólico que es la frontera, antaño lugar de contiendas, aparece representado por Ciudad Rodrigo y San Felices de los Gallegos. Y las tierras del llano se ennoblecen con los conjuntos históricos de Ledesma, Peñaranda de Bracamonte, Alba de Tormes y la ciudad de Salamanca.
También la Calzada de la Plata y el Castillo de los Dávila y el Puente fortificado sobre el río Tormes, en Puente del Congosto, están declarados Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico.